viernes, 8 de diciembre de 2017

Metodología e investigación en la transferencia del aprendizaje

En el laboratorio y en la situación de clase, la transferencia suele investigarse por el método experimental, con diseños que permitan el máximo control de las variables, normalmente diseños experimentales y cuasiexperimentales; en las investigaciones in vivo, en situaciones reales de la clase, el control de las variables es parecido al control de los aprendizajes colectivos en los que la interacción complica los resultados y exige un minucioso control; en situación de laboratorio o de aislamiento de variables, los diseños son semejantes a los utilizados en los aprendizajes, pero con una nueva variable a tener en cuenta: que los sujetos se somentan a una segunda tarea que implique cierta novedad respecto a la primera. Volkman, en 1858, es el primero en presentar un método adecuado, pues propone un grupo experimental sometido a la situación de aprendizaje y de transferencia y un grupo de control sometido a la situación de transferencia sin recibir el aprendizaje; la comparación de los resultados de la transferencia nos permite constatar las diferencias existentes entre la transferencia de los sujetos sometidos a la situación de aprendizaje y la transferencia del grupo control, y si las diferencias son significativas se deduce que el aumento de la transferencia se debe a la situación de aprendizaje.
Sin embargo, en la confección de diseños habrá que tener en cuenta algunos problemas específicos de la transferencia, a saber:

 1)  En diseños especialmente intraindividuales e intragrupos, para contrarrestar el efecto de la experiencia anterior al aprendizaje se comprueba la línea base de la transferencia.
 2)  En la elección de los grupos de control y experimentales, además de adoptar las estrategias generales de toda investigación, como la igualación de las variables y la elección al azar del grupo experimental y de control, hay que controlar también los factores más directamente relacionados con la transferencia, como el cociente intelectual, la experiencia de aprendizajes anteriores y la motivación para la tarea de aprendizaje y la transferencia.
 3)  En diseños intergrupos existe el fenómeno de la "puesta en marcha", por el que el grupo de control pasa del estado de reposo a la situación de posible transferencia mientras que el grupo experimental está activo desde la situación de aprendizaje, alterando, probablemente, los resultados en favor del grupo experimental. Así, por ejemplo, mientras el grupo experimental está aprendiendo a patinar sobre hielo, el grupo control puede estar jugando a tenis de mesa, o entrenándose en dicho deporte, actividad no relacionada, en principio, con esquiar, tarea en situación de transferencia; sin embargo, mientras algunos autores defienden que resulta difícil someter a los sujetos a una actividad no relacionada en absoluto con la situación de la transferencia, otros, como Clifford y Travers, aconsejan seguir por este camino para reducir la interferencia del fenómeno de la "puesta en marcha".
 4)  El problema de la reversibilidad trata de comprobar si los efectos del aprendizaje y de la situación de la transferencia son recíprocos, esto es, si el sujeto que aprende a sumar, por ejemplo, aprenderá por este mismo hecho a restar más fácilmente; y, viceversa, si en el sujeto que aprende a restar, el proceso de la transferencia repercutirá en el anterior aprendizaje de la suma. El diseño para comprobar dicha hipótesis es simple: consta de dos grupos experimentales, a uno de los cuales se le somete a la tarea 1 y se comprueban los efectos de la tarea 2, y al otro se le somete a la tarea 2 y se constatan los efectos en la tarea 1. Los experimentos señalan que la reversibilidad se da si existen semejanzas entre las dos situaciones, la inicial y la de la transferencia; no se da en cambio la reversibilidad si las diferencias entre las dos situaciones son considerables.
 5)  Los efectos de la transferencia y del aprendizaje no sólo se evalúan después de la tarea o aprendizaje, sino que también pueden medirse después del proceso de reaprendizaje. En este caso, el diseño incluye grupos experimentales y de control sometidos a tres situaciones, dos de reaprendizaje y una de transferencia; para constatar el efecto del reaprendizaje en la transferencia se incluye un grupo experimental que contemple la situación de aprendizaje, la situación de reaprendizaje y, finalmente, la situación propia de la transferencia, mientras que los otros dos grupos de control alternan el aprendizaje de forma diferenciada. De este modo se constata cómo incide el reaprendizaje en la transferencia de los aprendizajes; los diferentes índices obtenidos nos permiten analizar la transferencia.

La evaluación y medida de la transferencia incluye los problemas propios de la medida del aprendizaje con una nueva variable: la situación de la transferencia que implica cierta novedad en relación con el aprendizaje inicial. En diseños intrasujeto se compara la línea base de la transferencia con la transferencia después de la situación de aprendizaje; en diseños intragrupo se realiza de forma semejante, utilizando la medida del grupo como criterio; y en diseños intergrupos se comparan las respuestas de la transferencia del grupo experimental con la transferencia del grupo control. En diseños intraindividuales e intragrupos suele haber una contaminación de resultados por causa del proceso de maduración de los sujetos, por lo que normalmente hay diferencias entre la línea base y la transferencia, que atribuimos al aprendizaje y que de hecho se deben al factor madurez. Ésta y otras interferencias se corrigen con el diseño intergrupos, en el que se evalúa la tarea final de los dos grupos esperando que el grupo experimental supere al grupo control no sometido a la situación experimental y contrarrestando la influencia de la madurez; para un acertado control de las variables extrañas se utilizan cuatro grupos, dos en situación experimental y otros dos en situación de control, para comprobar si hay otros factores incidentes en el resultado de la transferencia.
En general, la medida y cuantificación de la transferencia conlleva problemas semejantes a los de la medida de los diferentes aprendizajes, y al respecto hay que puntualizar que los aprendizajes de conceptos y destrezas son los más fáciles de cuantificar.