domingo, 28 de abril de 2013

Creta y Micenas

1. Creta
Esta isla mediterránea está situada 560 kms. al noroeste del delta del Nilo. La capital de Creta, Cnosos, destacó 3000 años antes de Cristo por su brillante civilización, conocida como minoica, por el nombre de su legendario rey Minos. Los cretenses levantaron fastuosos Palacios, con cientos de habitaciones y magníficas decoraciones pictóricas que reflejan cuál fue su modo de vida.
Su sistema original de escritura fue pictográfico; dicho sistema evolucionó posteriormente hacia la escritura lineal A, que a su vez culminó en la lineal B, ya de estructura silábica.
Los cretenses extendieron sus dominios hasta el Peloponeso, donde fundaron algunas prósperas ciudades.
En el segundo milenio antes de Cristo se produjo una invasión de pueblos guerreros, llamados aqueos. Estos invasores, que llegaron a dominar la isla de Creta, fueron los primeros griegos. Procedentes de Europa central y de los Balcanes, estos primeros griegos desarrollaron una civilización vigorosa, llamada micénica, por Micenas, el nombre de su ciudad más importante.


2. Micenas
La ciudad de Micenas, situada en la región de Argólide, a unos 30 kms. de Corinto, fue fundada por Perseo. Su período de máximo esplendor tuvo lugar entre 1400 y 1200 a.C.
Los micénicos ocuparon Creta y levantaron poderosos reinos en el territorio griego continental (Argos, Micenas, Tirinto y Pilos). Su lengua fue el griego micénico, que adoptaron los cretenses, y su sistema de escritura fue el lineal B, como se ha podido saber por las tablillas de barro encontradas por los arqueólogos.
Micenas fue destruida, hacia el año 1200 a.C., por una nueva oleada de invasores procedentes del norte, los dorios. Siguió entonces una época oscura, hasta el 800 a.C., de la que existen escasísimos testimonios.

domingo, 21 de abril de 2013

Sócrates

Sócrates (470-399 a.C.) nació y murió en Atenas, ciudad de la que, según parece, tan sólo salió en tres ocasiones, y su vida y su obra constituyen problemas difíciles de analizar con precisión.
Sócrates no escribió nada, de tal modo que las noticias acerca de sus actividades y de sus doctrinas nos han llegado a través de los escritos de sus discípulos y de otros escritores contemporáneos suyos. Ahora bien, los primeros, además de diferir en muchos puntos importantes, nos han transmitido su pensamiento mezclado con sus propias opiniones, de tal modo que resulta casi imposible distinguir las ideas del maestro de la de sus discípulos; los segundos, por su parte, nos han ofreciendo frecuentemente versiones contradictorias.
No obstante, podemos asegurar que Sócrates hizo de la enseñanza la misión de su vida; él repetía que a esta tarea le había empujado su daimon (¿la conciencia?, ¿una iluminación divina?); debatía en cualquier lugar y con cualquier persona sobre "lo que cada cosa realmente es", sobre la esencia de cada cosa. Utilizaba como método el diálogo y centraba sus actividades en las cuestiones humanas: la actividad cognoscitiva, la virtud, la felicidad, etc.
Finalmente, fue acusado de impiedad, de introducir nuevos dioses y de corromper a la juventud. En el juicio seguido contra él apenas se defendió de dichas acusaciones, fue declarado culpable y condenado a muerte.
Aunque pudo evitar el cumplimiento de la condena y huir, prefirió acatar la sentencia a desobedecer las leyes de su ciudad. Su discípulo Platón nos narró los últimos momentos del filósofo en el diálogo titulado Fedón.


La muerte de Sócrates (1787), de Jacques-Louis David
Actualmente, se encuentra en el Metropolitan Museum of Art, de Nueva York
La actitud y el pensamiento de Sócrates ejercieron una enorme influencia en su tiempo, convirtiéndose casi desde el mismo momento de su muerte en un símbolo, dejando detrás de sí un amplio número de discípulos, escuelas y seguidores y, posteriormente, en el transcurso de la Historia, se ha vuelto a resaltar con frecuencia su figura.

¿Un sofista más?
Platón, Jenofante y Aristóteles propendieron a oponer de modo radical las actitudes y las doctrinas de Sócrates a las de los sofistas; mientras que otros contemporáneos, como el comediógrafo Aristófanes, le consideraron un sofista más. En este sentido, resulta indudable que existen ciertas coincidencias entre dicho filósofo y los sofistas, pues tanto éstos como aquél, por una parte, centraron sus preocupaciones en los temas humanos: la política, la virtud, la justicia, etc., y, por otra, se dedicaron a la actividad pedagógica: educar al démos, a cualquiera de sus ciudadanos, sin distinción de clases ni capas sociales.
Pero aun con estas coincidencias, existían diferencias profundamente significativas, a saber:
  • En sus métodos: Los sofistas: a) cobraban por enseñar; b) se dirigían a sus discípulos mediante monólogos, utilizando largos discursos; c) buscaban la reacción afectiva, sus discursos se orientaban a persuadir, a seducir por la ingeniosidad, la belleza de estilo o la grandilocuencia de sus expresiones. Sócrates, por el contrario: a) no percibía ningún tipo de emolumento por sus actividades; b) llevaba a cabo sus enseñanzas mediante el diálogo, hablando con sus interlocutores, discutiendo con ellos sirviéndose de preguntas y respuestas; c) perseguía el rigor racional, esto es, convencer por medio de razones.
  • En sus teorías: Los sofistas mantenían posiciones escépticas y relativistas y predicaban el éxito y la utilidad, el triunfo en la vida; Sócrates, sin embargo, enseñaba que existía la verdad universal, una y la misma para todos los seres humanos, que se expresa en el concepto universal.

La ironía socrática

SÓCRATES.- ¿Te das cuenta otra vez, Menón, de por donde va ya éste en el camino de la reminiscencia? Porque, al principio no sabía, desde luego cuál es la línea de la figura de ocho pies, como tampoco ahora lo sabe todavía; pero en cambio, antes creía saberlo..., mientras que ahora piensa que está ya en la dificultad y, del mismo modo que no lo sabe, tampoco cree saberlo.
MENÓN.- Es verdad.
SÓCRATES.- ¿No es, pues, mejor, ahora su situación respecto del asunto que no sabía?
MENÓN.- Eso me parece.
SÓCRATES.- Entonces, al hacerle tropezar con la dificultad, ¿le hemos causado algún prejuicio?
MENÓN.- Me parece que no.
SÓCRATES.- Sin duda, le hemos hecho un beneficio en orden a descubrir la realidad. Porque ahora investigará con gusto no sabiendo, mientras que entonces creía que estaba en lo cierto...
Platón, Menón

martes, 16 de abril de 2013

Factores geográficos del clima peninsular II

1. Discontinuidades
La Península Ibérica es barrida por el paso de discontinuidades que son las responsables de las precipitaciones. La que con más frecuencia afecta el el Frente Polar.

 a)  El Frente Polar: Tiene su origen en el sector occidental del Atlántico, a la altura del cabo Hatteras, en la costa oriental de Estados Unidos, al entrar en contacto dos masas de características térmicas y de humedad distintas. Se desplaza hasta el Este dibujando amplias crestas y vaguadas. Las vías de penetración no son siempre las mismas: en invierno se realiza hacia los 36º y en verano hacia los 50º-55º. Los tiempos que introduce son variables: alternancia de precipitaciones y tiempos secos, oscilación de las presiones, cambios en la composición de los vientos, alternancia de temperaturas. El aspecto fundamental desde el punto de vista geográfico son las precipitaciones.
Afecta a la Península a lo largo de todo el año. En invierno, aunque se encuentra a la latitud de ésta, su influencia no es muy activa. La Península está bloqueada frecuentemente por anticiclones oceánicos, el Escandinavo o el de Atlántico Norte. Entonces circula por la Cantábrica, el oeste de la Península o por Andalucía. En primavera y otoño, al debilitarse las situaciones anticiclónicas, el Frente Polar barre en muchas ocasiones la Península. En verano, el anticiclón de las Azores bloquea su paso y además circula a latitudes más septentrionales; tan sólo la vertiente cantábrica es barrida por las colas de los frentes fríos.

 b)  El Frente Mediterráneo: Se forma en otoño y afecta a Cataluña y Levante. El de los Alisios produce tormentas en verano en Andalucía.

 c)  Las gotas frías: Como consecuencia de cambios de longitud de onda en la circulación del Jet-Stream en altitud, se originan unos vórtices ciclónicos individualizados que circulan como borrascas autónomas. Estos ciclones móviles presentan ascenso de masas en su sector oriental (precipitaciones) y descenso en el sector occidental (tiempo estable). La vía de penetración está en relación con la situación del Jet. En el invierno penetran por el Oeste y Sudoeste y son canalizadas por las Béticas (lluvias en Andalucía); en verano proceden del Norte (Jet en Escandinavia) e introducen precipitaciones en la Cantábrica y en el interior; en otoño penetran por el Este y provocan lluvias abundantes en Levante, dejando libre el Sureste al estar bajo el dominio del sector occidental subsidente.

2. La sucesión de tiempos a lo largo del año
La dinámica atmosférica es la responsable de la sucesión regular de tiempos.

 a)   Las situaciones estivales: Predomina en toda la Península un tiempo estable, seco y con altas temperaturas. Se está bajo la influencia del anticiclón de las Azores (una cuña en altura). En ocasiones las masas saharianas afectan a Andalucía e inclusive al interior del Macizo Central: son las olas de calor (39º en Castilla, 55º en la Bética). El Frente Polar circula a latitudes más septentrionales y tan sólo las colas de los frentes fríos barren la Cantábrica (lluvias en verano) y a veces Castilla León; las descargas refrescan el ambiente. Penetran también gotas frías por el Norte (tormentas) y se desarrollan, en el interior, tormentas convectivas. En Andalucía alguna precipitación se explica por la acción del Frente de los Alisios.


Inundaciones en la Comunidad Valenciana
(29 de septiembre de 2012)
 b)  El otoño: El anticiclón de las Azores preside buena parte de los tiempos; se retira intermitentemente hacia el Sur al tiempo que lo hace el Frente Polar. Alternan buenos tiempos con los inestables. Además, las descargas polares introducen las primeras heladas (anticiclones oceánicos) que anuncian el invierno. El Frente Polar barre toda la Península con lluvias generalizadas. Cataluña y Levante reciben, a veces, precipitaciones de fuerte intensidad horaria (Frente Mediterráneo y gotas frías de penetración Noreste) que provocan inundaciones. En primavera se repiten las situaciones del otoño excepto la influencia del Frente Mediterráneo y las gotas frías del Noreste.

 c)  El invierno: El Frente Polar está a la latitud del Estrecho y apenas afecta a la Península por estar bloqueado por situaciones anticiclónicas: cuando son anticiclones oceánicos, las borrascas discurren por la vertiente cantábrica y como borrascas suratlánticas; cuando es el aire ártico, entonces discurren de Sur a Norte a lo largo de la costa atlántica y Galicia. En diciembre y enero es frecuente la penetración de aire ártico por el Norte desencadenando precipitaciones níveas generalizadas (algunos años incluso hasta en el Levante y Andalucía). En enero y febrero el aire ártico introduce las más bajas temperaturas del invierno reforzadas por la elevada altitud del Macizo Central. Y desde el otoño hasta la primavera, los anticiclones oceánicos afectas a la Península con temperaturas bajas. En pocas ocasiones, el Frente Polar discurre por el interior; el Frente Sahariano y las gotas frías, que penetran por el Sudoeste, refuerzan las lluvias del Frente Polar en Andalucía y Extremadura.

domingo, 7 de abril de 2013

Economía y religión en la Grecia antigua

La economía
Vasija con dibujos de campesinos
griegos cultivando la tierra
Las principales actividades económicas de la Grecia antigua eran las siguientes:

  • Agricultura: La agricultura era una actividad muy importante para la economía de Grecia, aunque las tierras de cultivo no eran extensas, debido a lo escarpado del terreno y al hecho de disponer de técnicas muy rudimentarias. Sus principales cultivos eran la vid y el olivo. Gran parte de las uvas se destinaban a la producción del vino; el resto de la cosecha servía para elaborar frutos secos y para el consumo inmediato. La aceituna, importante fuente de ingresos, se exportaba a cambio de cereales. También era frecuente la práctica de la apicultura, cuyo fruto, la miel, servía para endulzar los alimentos. La mayor preocupación de Atenas era el aprovisionamiento de trigo; el que producía era escaso para cubrir las necesidades de la población y el ejército, así que lo importaba de Egipto y Sicilia. Las leyes que regulaban el comercio y almacenamiento de trigo eran muy rigurosas para evitar engaños o el acaparamiento de reservas, que podrían provocar el aumento de los precios.
  • Ganadería: La ganadería se basaba en la cría de ovejas, cabras, cerdos, burros y mulos. Los bueyes y caballos eran escasos y solo se daban en terrenos de buenos pastos.
  • Artesanía: Gran parte de la población de las ciudades se dedicaba a labores artesanales; normalmente, el oficio se heredaba, pues era obligación de todo padre enseñar un oficio a su hijo. Destacó el trabajo con el metal y con el cuero, la fabricación de perfumes y la elaboración de cerámica y tejidos.
  • Comercio: Los agricultores y artesanos solían vender sus productos directamente en
    Moneda griega antigua
    el mercado de la ciudad. Sin embargo, el comercio a gran escala se realizaba con las colonias, por mar. Con él, las polis obtenían importantes beneficios, ya que cobraban un impuesto por las mercancías que pasaban por sus puertos. Para los pagos se utilizaba la moneda de plata.

La religión
Los griegos creían en numerosos dioses; incluso adoptaban divinidades extranjeras. Todos los dioses habitaban en el monte Olimpo y tenían defectos, virtudes y necesidades como las personas, pero, a diferencia de ellas, eran inmortales y poseían poderes sobrenaturales. Los héroes eran personajes nacidos de un dios y un ser humano. La mitología griega recoge multitud de relatos fantásticos cuyos protagonistas son dioses o héroes.
Los griegos veneraban a sus divinidades para que los protegieran y les dedicaban ofrendas y sacrificios de animales. Cada ciudad rendía culto a su propio dios; Atenea, por ejemplo, era la ciudad de Atenas. El templo era la casa del dios y no un lugar de reunión para los fieles; el culto se realizaba, normalmente, en las casas.
Los griegos también creían en la adivinación y en los oráculos, que eran mensajes que los dioses enviaban a los hombres, generalmente en respuesta a una consulta. Estos mensajes eran transmitidos por medio de signos cuya interpretación estaba sólo al alcance de los adivinos, que para ello examinaban el vuelo de los pájaros, las vísceras de animales recién sacrificados y otros signos. Puesto que los mensajes eran designios de los dioses, era obligatorio seguir sus consejos.

Los dioses griegos
Según la mitología griega, Zeus, dios supremo, padre de los dioses y de los hombres, domina el mundo desde el Olimpo, la montaña sagrada. Está casado con Hera, la protectora del matrimonio.
Cronos es el dios del tiempo. Poseidón gobierna el mar, y Hades dirige el reino de los muertos. De la guerra son dioses Ares y Atenea; esta última lo es también de la sabiduría. Dionisos es el dios del vino, y Hermes, el del comercio. El arte y la música son del dominio de Apolo. Hefesto es el dios del fuego y los metales. Por último, Artemisa impera sobre la vida salvaje, los bosques y la caza, mientras que Afrodita lo hace sobre el amor y la belleza.


viernes, 5 de abril de 2013

Cultura y arte en Al-Andalus

La islamización de las tierras hispanas ha sido objeto de un amplio debate. Algunos autores han minimizado la influencia islámica, pensando que los orientales que vinieron a la Península básicamente se hizpanizaron. Otros, por el contrario, opinan que la llegada de los musulmanes supuso una orientalización de España. Esta última postura parece la más acertada.
El legado cultural y artístico de Al-Andalus no se limita a la época de máximo esplendor político, pues buena parte de sus intelectuales y muchas de sus más importantes manifestaciones artísticas proceden del período posterior a la caída del Califato. No obstante, los cimientos se pusieron en la etapa cordobesa.

1. La cultura hispanomusulmana
En el Islam, sociedad formada por la comunidad de los creyentes, el pensamiento estaba estrechamente vinculado con las creencias religiosas. La introducción en Al-Andalus, a finales del siglo VIII, de la doctrina malequí, notoria por su rigidez y su ortodoxia y que confería a los alfaquíes, especie de juristas-teólogos, un papel de censores de la vida del espíritu, supuso un obstáculo prácticamente insalvable para la creación de un pensamiento de cierta originalidad. El florecimiento cultural de Al-Andalus, comparado con el de otras regiones del mundo islámico, fue tardío. No obstante se mantuvieron contactos con Oriente, especialmente a partir de Abd al-Rahman II.
En el campo de la creación literaria cabe recordar la obra poética de al-Gazal (siglo IX) y las composiciones populares que aparecieron en el siglo X (el zéjel y la muasaja). También se desarrollaron en la Córdoba omeya ciencias como la medicina o la astronomía. Por lo que respecta a las matemáticas, el sistema de numeración de origen indio fue conocido en Al-Andalus a fines del siglo IX, desde donde pasaría posteriormente al mundo cristiano.

2. El arte hispanomusulmán: el período cordobés
En tierras hispanas se desarrolló una de las escuelas artísticas más florecientes de todo el mundo musulmán. En la península Ibérica había una importante tradición romana y visigoda, que fue hábilmente utilizada por los musulmanes, incluso desde el punto de vista material (era frecuente el empleo de columnas aprovechadas de edificios antiguos). Al-Andalus fue, por otra parte, un excelente lugar de contacto entre el arte musulmán y el cristiano, sirviendo de vehículo para el intercambio de experiencias artísticas entre ambos mundos.

Una de las cúpulas de la zona más antigua de la Mezquita de Córdoba
La cúpula de nervios anticipa las soluciones adoptadas más tarde por los cristianos.
El primer período del arte hispanomusulmán se denomina cordobés, no sólo por el lugar en donde estaba la residencia de emires y califas, sino también porque fue en Córdoba donde se levantaron los más importantes monumentos. En el arte musulmán lo importante es la arquitectura. Sus principales elementos constructivos son el empleo de la sillería, la utilización predominante de un tipo de arco de herradura más cerrado que el visigodo y que suele aparecer encuadrado por un alfiz, y el uso alternativo de cubiertas de madera o de bóvedas de muy diversa gama. Con el tiempo aparecieron otros tipos de arco, como el lobulado. La ornamentación, ausente la representación humana, se limita a motivos de carácter geométrico, vegetal o epigráfico, en los que suele desbordarse la fantasía.

Mihrab de la Mezquita de Córdoba
El edificio más importante de este período y acaso de todo el arte hispanomusulmán es la Mezquita de Córdoba. Obra realizada a lo largo de un amplio período (fines del siglo VIII - fines del siglo X), la mezquita cordobesa era el símbolo de la fortaleza y de la independencia de los Omeyas hispanos. Los trabajos se iniciaron en tiempos de Abd al-Rahman I, a base de transformar la antigua iglesia cristiana de San Vicente. La mezquita tenía en aquel momento 11 naves. La insuficiencia del tempo hizo necesaria a mediados del siglo IX, siendo emir Abd al-Rahman II, una ampliación, en dirección sur, hacia el río Guadalquivir. Con el califa Abd al-Rahman III se levantó el minarete. Una nueva ampliación, de gran interés arquitectónico, se efectuó en la época del califa Al-Hakam II, a mediados del siglo X. Entonces se edificó el mihrab que hoy podemos contemplar y que tenía unas originales bóvedas de nervios. El mihrab, en el que se desplegaba una exuberancia decorativa sin par. contaba con una gran riqueza de materiales, como losas de mármol y mosaicos de vidrio. Todavía se realizó otra ampliación de la mezquita en la época de Almanzor, esta vez en dirección lateral, edificando otras ocho naves.
Abd al-Rahman III erigió, en las proximidades de Córdoba, el Palacio de Medina Azahra, que serviría a la vez de residencia suya y de sede del gobierno central. Obra de grandes pretensiones, el palacio fue destruido con posterioridad, por lo que sólo lo conocemos a través de sus ruinas.

Mezquita toledana de Bib-al-Mardum, transformada
en Iglesia del Cristo de la Luz
Fuera de Córdoba, un edificio notable es la mezquita toledana de Bib-al-Mardom, hoy iglesia del Cristo de la Luz.