domingo, 9 de marzo de 2014

Los fundamentos sociales de la educación

La educación sólo es posible dentro de la sociedad. La educación constituye un fenómeno eminentemente social, tanto en sus fundamentos como por sus funciones. El hecho educativo se nos presenta como un fenómeno que atañe al individuo pero considerado éste dentro del marco de la vida sociocultural histórica a que pertenece.
La educación del individuo está siempre condicionada sociológicamente; de igual manera, todo conformación de la vida social está condicionada por una educación determinada de los individuos que han de integrarla.

1. La sociedad. Características
 Primera  Toda sociedad supone una agrupación de individuos.
 Segunda  Dicha agrupación ha de tener una carácter duradero. Supone una convivencia con cierto carácter permanente.
 Tercera  Toda sociedad tiene necesidades comunes que han de ser satisfechas mediante un sistema de interacción de grupo. Estas necesidades comunes primordiales que han de ser satisfechas para que dicha sociedad continúe, implican la adaptación y organización de la conducta de los individuos que integran esa sociedad. Esta adaptación comienza por la división de las actividades necesarias para el bienestar del grupo. De tal manera, la agrupación se transforma en un todo funcional.
El comportamiento social de los animales está rígidamente preestablecido por impulsos instintivos que se transmiten por mecanismos hereditarios. Las sociedades humanas no presentan tal uniformidad. Sus pautas difieren extraordinariamente y no están determinadas por la herencia genética sino por los dominios de la cultura.


2. La sociedad humana. Concepto
Definiremos a la sociedad humana como a la agrupación de individuos relacionados entre sí por determinadas pautas, formas de vida, hábitos y sentimientos comunes.
Suele hacerse la distinción entre sociedad y comunidad. La comunidad implicaría un conjunto de individuos que tienen una forma de vida común y que están sometidos a la vigencia de las mismas valoraciones. La sociedad sería resultado del predominio de elementos racionales, de relaciones conscientes y voluntarias. Así, si las relaciones brotan de la convivencia íntima y espontánea de una agrupación de individuos, estaríamos en presencia de una comunidad (familia, aldea). Si las relaciones surgen artificialmente, de la reflexión consciente acerca de los fines, estaríamos frente a una sociedad (estado).
Sin embargo, la mayoría de las relaciones sociales participan de las características de la comunidad y de la sociedad. Por ejemplo, en la sociedad moderna, la familia tiene a la vez que las características de una comunidad natural y espontánea, las de una agrupación social regida por elementos conscientes y deliberados.

3. Los grupos sociales
La sociedad humana no es un conjunto homogéneo y uniforme. Está constituida por diversos grupos, por clases, por masas y minorías.
Todo individuo pertenece a varios grupos sociales. El número de estos grupos aumenta con la creciente complejidad de la vida social. Así, un individuo puede ser al mismo tiempo miembro de una familia, de una comunidad local, de una iglesia, de un partido político, de una asociación profesional, etc.
Estos grupos han sido clasificados en primarios y secundarios. Los grupos primarios se caracterizan por la relación espontánea, íntima, directa, entre sus miembros. Son en general grupos en los que la vinculación entre sus integrantes es más duradera (familia, vecindario). Los grupos secundarios pueden tener una duración muy extensa y continua, pero las relaciones entre sus miembros suelen ser por lo general breves, indirectas, impersonales (ciudadanos de un país, miembros de una gran asociación cultural).
Todo grupo social implica un conjunto de individuos dentro de un sistema de interacción pautada.

4. Las clases sociales
Los grupos o capas de individuos que se superponen, mediante una organización jerárquica determinada,  determinan la estratificación de la sociedad en clases.
El status de un individuo significa su posición en relación a toda la sociedad. Las sociedades han organizado dos tipos de status: el adscrito y el adquirido. Los status adscritos son aquellos que se asignan a los individuos independientemente de sus aptitudes o cualidades individuales. Pueden iniciarse desde que el individuo nace. Los status adquiridos son los que se alcanzan mediante las aptitudes y el esfuerzo individual.
Podríamos considerar dos sistemas opuestos en función de la estratificación de la sociedad: uno, basado totalmente en la desigualdad rígidamente heredada (sistema de "castas" de la antigua India); el otro, basado totalmente en la igualdad de oportunidades para todos (sistema democrático de la sociedad moderna).
¿Qué elementos son los que caracterizan las clases sociales abiertas de las sociedades modernas? La riqueza, la renta o la naturaleza de la profesión no bastan por sí solas para diferenciarlas. Las clases sociales modernas no son exclusivamente económicas: son clases socioeconómicas. Además del factor económico entran otros elementos integrantes para determinar una clase social: un estilo de vida, la extensión y tipo de educación, los usos y costumbres, los gustos estéticos, etc. Así, importa menos la cantidad y la forma de riqueza que el uso que se hace de ella. Pero también es evidente que todos estos elementos están profundamente ligados entre sí: las diferencias económicas inciden en la cultura, la educación y la elección de las profesiones.



5. Grupos sociales, clases y educación
La educación constituye hoy un factor decisivo en la dinámica social, haciendo posible el ascenso de los individuos de unas clases sociales a otras. El libre acceso a la enseñanza media y superior, sin las limitaciones impuestas por los factores económicos o sociales, constituye el ideal democrático, tendente a impedir la estratificación rígida de las clases, mediante el ascenso de individuos de las capas inferiores a las superiores, teniendo en cuenta únicamente las aptitudes y capacidades personales
En las sociedades modernas prevalece hoy la tendencia a establecer sistemas educacionales unitarios, que aseguren la igualdad de oportunidades para todos, mediante una formación común de base y una orientación que no implique imposición, hacia ulteriores especializaciones. El ascenso de las masas en las sociedades actuales ha originado el fenómeno de la educación de masas. Todo en el quehacer educativo necesita hoy revisión. El ideal educativo individualista del siglo pasado se torna ilusorio e inoperante frente a la explosión escolar actual. De ahí la necesidad urgente de encarar nuevas estructuraciones que, sin dejar de lado las finalidades de formación individual, puedan al mismo tiempo satisfacer las perentorias exigencias de una escuela de masas.