lunes, 30 de julio de 2012

Las lenguas indoeuropeas

Los datos arqueológicos han permitido demostrar la existencia de un pueblo seminómada, al que se ha llamado indoeuropeo, asentado en las grandes estepas de Asia central, al sur de la actual Rusia, en un periodo en torno a 4000 a.C. Este pueblo inició una serie de migraciones desde esas regiones asiáticas hacia la gran península de Europa. Alrededor de 3500 a.C. pudieron haber llegado al Danubio y en 2000 a.C. habrían alcanzado la región adriática (actuales Italia, Albania, Bosnia, Croacia y Serbia).
Este pueblo pudo compartir en el inicio una lengua común, a la que se ha llamado protoindoeuropeo y de la que descenderían un gran número de lenguas actuales (las europeas y algunas de las regiones del subcontinente indio). Según el planteamiento del método comparativo, todas las lenguas derivadas del protoindoeuropeo pertenecerían a la familia de las lenguas indoeuropeas.




La existencia de esta lengua madre indoeuropea no fue establecida con garantía hasta el siglo XIX, cuando el método comparativo, aplicado a las diferentes lenguas europeas, estableció claramente la existencia de semejanzas sistemáticas entre ellas, por lo que se infirió su origen común. El hecho de que lenguas tan distintas como el hindi, el latín, el ruso o el alemán tengan semejanzas lingüísticas no permite pensar en una coincidencia casual, sino en semejanzas sistemáticas.
Por tanto, las lenguas indoeuropeas son aquellas lenguas europeas y asiáticas que presentan semejanzas, sobre todo morfológicas aunque también sintácticas, porque descienden de una lengua madre común, llamado protoindoeuropeo.
Este conjunto de lenguas constituye un capítulo importantísimo en el estudio de nuestra historia lingüística, ya que a ellas pertenecen casi la mitad de las lenguas que se hablan en el planeta. Por ser el indoeuropeo una lengua utilizada en un tiempo anterior a la escritura, no hay testimonios de sus sonidos ni de sus formas, así que solo podemos reconstruirlo a partir de las lenguas derivadas de esa hipotética protolengua.
Cada una de las familias surgidas de esa lengua madre han evolucionado y han dado lugar a otras familias y otras lenguas. De todas las familias que derivan del protoindoeuropeo nos interesan especialmente la itálica, por pertenecer a ella el latín (del que derivan las lenguas romances, entre ellas el castellano); la germánica, la céltica y la helénica, por su importante aportación de vocabulario al castellano.
Las principales lenguas romances (las que derivan del latín) se han extendido por casi todo el mundo, debido principalmente al colonialismo europeo de los siglos XVI al XX. Como resultado de este proceso, en la actualidad hay más de quinientos millones de personas que tienen como lengua madre alguna de estas lenguas romances, y alrededor de 2.000 millones de personas hablan alguna lengua de origen indoeuropeo.

jueves, 26 de julio de 2012

El Macizo Central Ibérico

El Macizo Central Ibérico es el resto de una antigua cordillera herciniana arrasada por la erosión hasta sus raíces a finales del Primario. Los empujes alpinos le abombaron y fracturaron, introduciendo una tectónica germánica de bloques. En conjunto fue levantado (altitud media, 600 m.) y basculado hacia el oeste. Se transformó en un macizo antiguo de compleja estructura morfológica. Las dovelas levantadas constituyeron las montañas interiores; las hundidas, las cuencas sedimentarias, las zonas de tipo medio, las penillanuras.
Es la unidad de mayor extensión ya que ocupa las dos terceras partes de la superficie peninsular. Se extiende desde Galicia a la Cordillera Ibérica, desde la Cordillera Cantábrica hasta Sierra Morena, y por el oeste se extiende hasta las Sierras de Gralheira y Caramulo y el Alemtejo portugués.


1. Las montañas interiores
Corresponden a los bloques levantados mediante fallas o grandes deformaciones. Los Montes Galaicos-Leoneses y el Sistema Central son unidades de este tipo; los Montes de Toledo tienen significado distinto.


a) Los Montes Galaico-Leoneses, que se prolongan por las sierras de Queixa y Segundeira y las de Tras-os-Montes, de estilo germánico, son un enorme abombamiento en el que las fallas tienen escaso valor morfológico. Constituyen una enorme unidad de relieve apalachense que culmina a más de 2.000 m. (Teleno). En ella se distinguen las montañas orientales de Galicia (Caurel, Ancares) que terminan bajo los depósitos miocenos de las cuencas de Lugo, Sarria y Monforte; la dovela hundida del Bierzo, recubierta de sedimentos terciarios; y los Montes de León que forman un claro relieve apalachense en el sur (Montes Aquilianos) y una superficie de erosión a más de 1.200 m (Brañuelas) al norte de la Cabrera. Los Montes de León son fosilizados en el este por los depósitos miocenos de la cuenca, que penetran en festón a lo largo de las depresiones labradas en las pizarras y limitadas por los crestones de cuarcitas (Sierras de la Culebra o Cabrera).


Candelario, en la provincia de Salamanca,
a los pies de la Sierra de Béjar
b) El Sistema Central tiene un significado distinto. Son una serie de bloques levantados en dos fases en el terciario, orientados de noreste a sudoeste, y separados por fosas transversales. Desde la Sierra de Altorrey, que se levanta sobre la Paramera de Atienza, hasta las Sierras de Lousa y Estrelha en Portugal, domina el estilo germánico: muy claro en Guadarrama y Gredos; bloques aislados separados por fosas tectónicas norte-sur en la Sierra de Béjar (fosas del Alagón y Jerte) y en las Sierras de Gata, Peña de Francia y de la Estrelha. Basculados hacia el sur los bloques presentan los restos de superficies de erosión, que afectaron al Macizo Central, en sus cumbres, retocadas por el glaciarismo, y pedimentos desarrollados en las dovelas basales.


2. Las cuencas sedimentarias castellanas
Con los movimientos alpinos dos extensas áreas, al norte y sur del Sistema Central, tendieron a la subsidencia formándose dos extensas cuencas sedimentarias. El zócalo se hundió a más de 1.000 m. y fueron colmatadas de materiales blandos, detríticos, que procedían de las montañas periféricas; la naturaleza de éstos es diversa, de acuerdo con la procedencia (arenas, arcillas, yesos, calizas), y todos presentan una disposición horizontal o monoclinal. De ahí el predominio de las formas llanas: tabulares o estructurales (páramos, plataformas periféricas: Alcarria), o de erosión como las campiñas (Tierra de Campos o de Pinares). Castilla la Vieja, más extensa se encuentra a 700-800 m.; Castilla la Nueva, más reducida a 600-700 m. El Sistema Central es la solución de continuidad.


3. Las penillanuras
Constituyen el elemento que alcanza mayor extensión dentro del Macizo Central y el que contribuye a dar una mayor complejidad a su estructura morfológica. Son los sectores que apenas experimentaron modificación durante el Terciario. Su origen se remonta a la penillanura de fines del Primario. Se extienden por Galicia (penillanura central a 300-500 m.), oeste de Castilla la Vieja (Sanabria, Aliste, Sayago, Campo Charro, prolongándose por La Beira), y al sur del Sistema Central por el Campo de Calatrava y Extremadura, prolongándose por el Alemtejo hasta la depresión del Ribatejo.
Existen tres tipos de penillanuras en relación con la constitución litológica: las labradas en granito o neis, más rígidas y perfectas (la gallega, Campos de Ledesma y Vitigudino); las modeladas en pizarras, mucho más disecadas y con relieves residuales cuarcitosos (sur de Salamanca); las penillanuras con relieves apalachenses constituidos por cordales de cuarcitas (Sierra de la Culebra, Campo Calatrava). Los Montes de Toledo son un magnífico ejemplo de relieves residuales de tipo apalachense que culminan a 1.500 m.

viernes, 20 de julio de 2012

Las primeras civilizaciones urbanas: Egipto

1. El medio natural
Egipto es un gran desierto atravesado de sur a norte por el Nilo. Este río, de gran longitud (6.670 kms.) nace en el lago Victoria, en el corazón de África, y desemboca en el Mediterráneo, formando un extenso delta.
El Nilo se desborda una vez al año e inunda el valle, fertilizando las tierras cercanas.
Con sus orillas adornadas por lotos y papiros, y habitadas por aves acuáticas y especies animales como el cocodrilo y el hipopótamo, el Nilo era fuente de vida para los antiguos egipcios, que adoraban a este río como a un dios.
Egipto está formado por dos zonas distintas que sus habitantes denominan "las dos tierras": el delto o Bajo Egipto (al norte), zona baja, llana y pantanosa, y el valle o Alto Egipto (al sur).


2. La historia
Los reinos del Bajo y Alto Egipto eran independientes entre sí hasta que fueron unificados por el rey Menes hacia el 3000 a.C. En esta época aparecieron las primeras dinastías de faraones y los primeros documentos escritos y dio comienzo la historia.


Etapas de la historia de Egipto

  • Imperio Antiguo: Este periodo (3000-2100 a.C.) fue el de mayor esplendor en la construcción de pirámides, como las de los faraones Keops, Kefren y Micerinos. La capital del Imperio era la ciudad de Menfis (a unos 19 kms. de El Cairo quedan los restos de esta ciudad).
  • Imperio Medio: En esta etapa (2100-1700 a.C.), la capital se trasladó a Tebas y se produjo una gran expansión territorial. En el 1700 a.C. tuvo lugar la invasión de los hicsos, un pueblo nómada que sometió a los egipcios durante dos siglos debido a su superioridad militar.
  • Imperio Nuevo: Fue un período (1554-1074 a.C.) de gran prosperidad en el que las ciudades experimentaron un impresionante crecimiento. Durante esta etapa gobernaron faraones tan importantes como Tutankamón, Ramsés II y Ramsés III.
Máscara de Tutankamón
Museo Egipcio de El Cairo
  • Bajo Imperio: Es un período (1075-31 a.C.) de decadencia. Egipto se disgregó en pequeños estados independientes y sufrió invasiones de diversos pueblos: asirios, babilonios, persas y griegos (conquista de Alejandro Magno en el 332 a.C.). Posteriormente, tras el fallecimiento de la reina Cleopatra, Egipto se convirtió en una provincia romana.

sábado, 14 de julio de 2012

Cultura, arte y religión en la España romana

La presencia de Roma en Hispania trajo como consecuencia la introducción de su cultura, sus creencias y prácticas religiosas y sus concepciones artísticas. El proceso unificador desarrollado por Roma en la cuenca del Mediterráneo, y que afectó también a las manifestaciones del espíritu, hizo de Hispania una pieza más del conjunto. Esta inserción de la península Ibérica en el contexto del Imperio Romano fue precisamente uno de los factores que facilitó la difusión en tierras hispanas del cristianismo.


1. La cultura hispanorromana
Hispania se incorporó plenamente a la cultura romana, especialmente aquellas regiones que, como la Bética y la Tarraconense, habían mantenido amplio contacto con los pueblos colonizadores. El latín se impuso como lengua de la administración pero también como vehículo de culturas. Las escuelas de Retórica transmitían a las minorías dirigentes de Hispania las formas de expresión vigentes en Roma. Numerosos hombres públicos que destacaron en Roma eran originarios de Hispania (incluso algunos de los más importantes emperadores, como Trajano).


Séneca
Pronto estuvieron los hispanos en condiciones de contribuir al florecimiento de la cultura romana. Esta aportación fue particularmente destacada en el siglo I d.C., el siglo por excelencia de la cultura hispano-latina. Quizá el intelectual hispano más destacado fue cordobés Lucio Anneo Séneca, autor de una obra filosófica de carácter estoico preocupada ante todo por los problemas de la moral, y que ejerció en el futuro una enorme influencia. En el campo de la literatura hay que recordar a Quintiliano, maestro de retórica, a Marcial, autor de unos epigramas llenos de ingeniosidad y cinismo, y al historiador Lucano, el cual en su obra Farsalia ha dejado constancia de su realismo. En el terreno del pensamiento científico es imprescindible citar al agrónomo Columela, y al geógrafo Pomponio Mela.


2. El arte hispanorromano
El espíritu constructor de los romanos se plasmó en tierras hispanas en la erección de innumerables obras, muchas de las cuales se conservan aún en nuestros días. Son construcciones urbanas, destinadas a la satisfacción por los habitantes de las ciudades de sus necesidades materiales (de ahí los acueductos, puentes, etc.), o espirituales (teatros, templos, arcos conmemorativos, etc.). He aquí algunas de las muestras del rico legado arquitectónico dejado por Roma en Hispania:

Templo de Diana en Évora, Portugal

  • Templos (Évora, en Portugal, Vich, "Diana", de Mérida)
  • Teatros (Mérida, Sagunto, Clunia)
  • Anfiteatros (Mérida, Itálica)
  • Acueductos (Segovia, "Los Milagros" de Mérida)
  • Puentes (Alcántara)
  • Arcos conmemorativos (Bará, Medinaceli)
  • Sepulcros (la llamada "Torre de los Escipiones", en Tarragona)
  • Murallas (Lugo)
Por lo que respecta a la escultura se han conservado diversas estatuas de divinidades y algunas de emperadores. Muy importantes son los mosaicos, que recogen escenas diversas, como las hazañas de Hércules en el de Liria (Valencia) o el sacrificio de Ifigenia, en un mosaico de Ampurias.

3. El cristianismo en España
La unificación impulsada en Hispania por Roma afectó también a la vida religiosa. Las creencias de los pueblos indígenas, aunque no fueron totalmente arrinconadas, se debilitaron profundamente ante la irrupción de la religión romana. No obstante lo que en realidad le interesaba a Roma era la difusión del culto imperial.
La gran novedad de la España romana, desde el punto de vista religioso, fue la introducción del cristianismo. Sin embargo se conoce bastante mal todo lo relacionado con la penetración de la nueva religión. La noticia de la llegada a Hispania del apóstol Santiago es fruto de una tradición bastante tardía. En cambio es probable la predicación en tierras hispanas de Pablo, que se situaría entre los años 64 y 66 d.C. Pero las referencias a la presencia en España de los siete varones apostólicos responden simplemente a una piadosa tradición.
La difusión de la doctrina cristiana en la península Ibérica debió de realizarse con lentitud, pues tropezó con dos importantes obstáculos: por una parte la pervivencia de costumbres paganas, especialmente entre los rústicos; por otra, la hostilidad de Roma. Desde el siglo III d.C. las persecuciones afectaron a los cristianos de Hispania, muchos de los cuales fueron condenados. Mas a pesar de todo, el cristianismo arraigó en Hispania. A principios del siglo IV, cuando el edicto de Milán permitió a la iglesia cristiana salir a la superficie, ya existía en Hispania una densa red de parroquias y diócesis, pues en el Concilio de Iliberis (Elvira, Granada), celebrado por entonces, se dieron cita 20 obispos.
El cristianismo, asentado sólidamente en Hispania en el siglo IV d.C., ganó en complejidad pero también en problemas. Pronto surgieron interpretaciones heréticas, por ejemplo la de Prisciliano, notable por su ascetismo riguroso. El poeta Prudencia es un ejemplo espléndido de lo primero. Del arte paleocristiano merecen cita los abundantes sarcófagos (así el de San Félix en Gerona o el de Santa Engracia en Zaragoza).

Sarcófago de Santa Engracia
Basílica de Santa Engracia, Zaragoza

sábado, 7 de julio de 2012

Antropología: delimitación de conceptos

Angel Palerm (1917-1980)
El profesor hispano-mexicano Angel Palerm considera a la Antropología como la ciencia de la evolución del hombre, de la sociedad y de la cultura, y estima que las ramificaciones de la Antropología pueden ser agrupadas en tres ramas principales que a su vez se dividirían en un conjunto de especialidades: La Antropología Física, la Antropología Cultural y Social; y por último, la Antropología Aplicada.
La Antropología Física trata del hombre como organismo animal ocupándose primordialmente del origen de las razas humanas y de la historia de su evolución. Juan Coma la define como “la Ciencia que se dedica al estudio de variaciones humanas, estudio comparativo del cuerpo humano y de sus funciones inseparables; o como el tratado de las causas y caminos de la evolución humana, transmisión y clasificación, efectos y tendencias en las diferencias funcionales y orgánicas; dedicándose como ciencia no sólo a medir, clasificar y especular, sino también a crear los métodos y las técnicas para ver si las teorías sostenidas son correctas o no”.
Siguiendo a Palerm, éste divide la Antropología Física, en las diversas ramas siguientes:
1º Primatología; o sea el estudio de los primates, tanto humanos como no.
2º Genética humana; como la disciplina que se ocupa de los rasgos heredados de los individuos, estudio de genes, grupos de sangre, mezclas sociales, etc.
3º La parte dedicada a la investigación del crecimiento y desarrollo de los individuos y sus relaciones con la nutrición, estatus, tecnología de los grupos humanos, etc.
4º La antropometría, que estudia medidas y evolución del cuerpo humano.
5º La paleantropología, dedicada al estudio de los restos humanos.
La segunda gran rama de la Antropología corresponde a la Antropología Cultural, cuyo tema central, de acuerdo con el criterio al que se acoge el autor que estamos siguiendo, es el estudio de la evolución cultural y social de la humanidad, desde sus orígenes más remotos hasta nuestros días, incluyendo el análisis de la situación y de las tendencias existentes en la actualidad que están, en cierta forma, prefigurando el desarrollo futuro, el curso y la dirección ulterior de la evolución.


Las subdivisiones, en que de acuerdo con esta orientación, se ramifica este aspecto de la Antropología General, son las siguientes:
1º La Arqueología, como disciplina dedicada –con métodos y técnicas especiales- a la reconstrucción de las culturas desaparecidas y de sus procesos de desarrollo, mediante el estudio de sus restos materiales.
2º La Lingüística, teóricamente interesada en los orígenes del lenguaje, en su desarrollo y su estructura.
3º La Antropología Social, cuya misión es el análisis y comparación de las relaciones entre las personas y entre los grupos sociales.
4º La Etnografía, que tiene como objeto la descripción de sociedades y culturas.
5º La Etnología, que es considerada por Palerm, como la disciplina teórica de la Antropología Socio-cultural.
Por último, el tercer gran campo en que este autor divide a la Antropología es el de la Antropología Aplicada o uso de los conocimientos antropológicos de cualquiera de las ramas o subdivisiones anteriormente citadas. La utilización de la Antropología ha sido aplicada en una gran cantidad de casos, que van desde el uso de la Antropología Física a la Medicina, Asistencia Pública, o en la Criminología, o las industrias del vestido y del calzado, hasta las funciones ejercidas por los antropólogos sociales, en casos tan dispares como el desarrollo de las sociedades; el mantenimiento del colonialismo; el espionaje y la guerra psicológica; o la dietética.


La influencia de Levi-Strauss ha sido decisiva para superar estas concepciones disciplinarias y ofrecer una teoría que ensamblara de un modo armónico las disciplinas antes descritas. Así se conciben relacionadas, de un modo escalonado, a la Etnografía, la Etnología y la Antropología.
La Etnografía exige trabajo sobre el terreno y la observación directa. Se queda en el nivel de la descripción y tiende a las reconstrucciones culturales.
La Etnología cumple una segunda etapa y corresponde –en la versión que aceptamos de Levi-Strauss- a lo que en los países anglosajones se considera Antropología Cultural o Antropología Social.
En la tercera etapa o escalón nos encontramos con la Antropología sociocultural, que, sobre los materiales y las descripciones recogidas por los etnógrafos y sobre las bases construidas por los etnólogos, procura extraer conclusiones y tiende a la obtención de propiedades generales características de toda vida en sociedad. Usando las mismas palabras de Levi-Strauss: “La Antropología tiende a un conocimiento global del hombre, ensamblando su sujeto en toda su extensión histórica y geográfica, aspirando a un conocimiento aplicable al conjunto del desarrollo humano desde los homínidos hasta las razas modernas y tendente a conclusiones positivas o negativas, pero valederas para todas las sociedades humanas desde la gran ciudad moderna hasta las más pequeñas tribus de la milanesia”.
Así, por tanto, el antropólogo va ocupándose cada vez más del estudio de las sociedades modernas, o al menos de determinadas áreas o aspectos de ellas. Incluso con respecto a las sociedades primitivas, el interés está teniendo un desplazamiento temático hacia aspectos más relacionados con el proceso de cambio, que en estos grupos humanos está aconteciendo a un gran ritmo en la actualidad. Los efectos del colonialismo, las luchas de liberación, la adaptación de formas políticas nuevas, la aparición de nuevas subculturas, el proceso de urbanización, la integración social, los procesos de desarrollo, las consecuencias de la innovación, etc., son cada vez más el fin al que van dirigidas las actividades de los antropólogos preocupados y ocupados aún por esas poblaciones de los países subdesarrollados.


En esta orientación cabe destacar la descollante aportación de Oscar Lewis, quien ha llevado la Antropología a preocuparse del análisis de un fenómeno sociológico tan importante, a la vez que extendido, como es el de la pobreza en las áreas marginales de esa ficticia sociedad de la abundancia, con lo que no solamente se ha enriquecido el campo de la actuación de los antropólogos, sino que también aporta a cualquier profano el conocimiento de una realidad social que forma una parte muy importante de la vida cotidiana de extensos sectores tanto en las naciones desarrolladas, como en la subdesarrolladas.
Las sociedades rurales, los estudios familiares, el análisis de cualquier subcultura, los estudios de los sistemas de valores imperantes en una sociedad, los procesos de cambio socio-cultural y la gran gama de aspectos prácticos ofrecidos como realidades por la Antropología Aplicada, son otras tantas variantes que pueden constituir un foco de interés para que el moderno antropólogo social participe de esta nueva orientación.
La historia ha querido que la Antropología comenzara interesándose en las sociedades llamadas “salvajes” o primitivas aún cuando el foco de la atención ya actualmente no se centre sobre estas sociedades.
El estudio de los primitivos es necesario para corregir el excesivo etnocentrismo que informa muchas veces las conclusiones de algunos científicos sociales. Así se puede observar la existencia o no de la universalidad de determinadas instituciones, como por ejemplo, el complejo de Edipo, cuya no aparición en los mismos términos occidentales puso de manifiesto Malinowski entre los trobiandeses. Igualmente se puede comparar las sociedades que poseen características muy diferenciadas y apreciar en algunas de ellas que, con un casi nulo desarrollo tecnológico, desconocen la guerra, como los esquimales, o la mentira como algunas tribus amazónicas. Por último, el conocimiento de las características y valores de otras sociedades sirve para integrar a éstas en el proceso de cambio que está aconteciendo en la actualidad y también para que el altivo hombre occidental reconozca las limitaciones y partes negativas que tiene “La Humanidad” por él construida y ello puede servir al acercamiento para la construcción de una futura sociedad más justa, quizá para esa soñada ilusión de la consecución de ese ideal de “hombre del siglo XXI”.

lunes, 2 de julio de 2012

Clases de lenguas

Las lenguas del mundo son numerosísimas. En general, hay un acuerdo en establecer su número en torno a las 4.000. Pero lo cierto es que no resulta fácil saber con exactitud cuántas lenguas se hablan en el mundo.


La Torre de Babel, de Pieter Brueghel (1563)
Kunsthistorisches Museum (Viena)
Una de las cosas que más ha preocupado al ser humano es averiguar el origen del lenguaje. La mitología cuenta que su origen está en los dioses. Pero también es cierto que cada grupo humano tiene formas propias de comunicarse. Por eso el lenguaje es casi infinito. La Torre de Babel es una parábola acerca de la diversidad del lenguaje entre las personas y de la dificultad de entenderse.


1. Clasificación estructural
Para realizar un estudio de las diferentes lenguas, hay que observar su gramática, es decir, su funcionamiento. Estudiadas las lenguas según este método, se distinguen los siguientes tipos:

  • Lenguas monosilábicas: Las palabras son solamente raíces que nunca cambian. Una misma palabra puede ser verbo, adjetivo o nombre. Para formar una oración, se utiliza la yuxtaposición de palabras, que son invariables, de modo que una palabra tendrá una función u otra según el lugar que ocupe en la frase. Un ejemplo de lengua monosilábica es el chino.
  • Lenguas aglutinantes: En las lenguas aglutinantes, el método para formar un texto consiste en juntar las palabras-raíz, una al lado de otra, pero sin fundirlas entre sí. Por la unión de unas raíces con otras se forma la palabra-frase. Son lenguas aglutinantes el finlandés, el japonés, el coreano, etc.
  • Lenguas flexivas: Las lenguas flexivas son aquellas que tienen una parte fija (raíz) y otra variable (el morfema, o la terminación). Son lenguas flexivas todas las lenguas indoeuropeas.
2. Clasificación genética
Otra forma de estudiar las diferentes lenguas es clasificándolas por familias. Quienes así lo hacen opinan que las lenguas tienen un parecido entre sí, y que derivan de una misma lengua madre. Para averiguar la relación de parentesco que hay entre distintas lenguas, se utiliza el método comparativo, que consiste en comparar las semejanzas entre unas lenguas y otras. Este método trabaja con fonemas (unidad mínima de sonido) y monemas (unidad mínima dotada de significado). Su planteamiento básico consiste en el análisis de monemas emparentados en diferentes lenguas, es decir, el estudio de la diferencia o similitud que presentan.