miércoles, 22 de junio de 2016

Moral, política, derecho y religión

A diferencia de los animales, cuya existencia está determinada por su propia naturaleza, es decir, que tienen su vida hecha, las personas somos seres naturalmente desorientados: nuestra naturaleza condiciona nuestro vivir, pero no lo determina; por eso, necesitamos conducir nuestra vida y, al mismo tiempo, construirla.

1. A vivir se aprende
Moral, política, derecho y religión pueden ser considerados, en sentido amplio, saberes prácticos, en tanto que nos ayudan a orientar y construir nuestra vida. La moral nos edifica en la dimensión personal y de relación con los demás; la política y el derecho lo hacen en el ámbito social y público; la religión, en fin, contribuye a que nos sintamos "uno", con las demás personas y con el mundo, en relación con el absolutamente "otro".
Estamos utilizando la palabra "orientar", que significa dirigir o encaminar algo o alguien hacia un fin. Los saberes prácticos de los que acabamos de hablar son orientadores para nosotros en cuanto nos escaminan a un fin, y de ahí precisamente, del fin hacia el que nos conducen, reciben su especificidad.

2. La moral y su meta
La moral, que, como hemos dicho, nos ayuda a construirnos por dentro y en la relación con los demás, lo hace con vistas a que alcancemos nuestra autorrealización; para conseguirlo, nos propone ideales de vida buena, consejos y experiencias vividas. A partir de todos ellos, nosotros mismos vamos elaborando pautas para conducir nuestra vida; tales pautas van más allá de las leyes que rigen en nuestra nación y pueden o no coincidir con ellas.
¿Qué quiere decir esto? Pues, sencillamente:
  • Que las leyes afectan a los miembros de un estado determinado, mientras que las pautas morales orientan a todas las personas.
  • Que, de acuerdo con nuestras pautas, a veces consideramos un deber algo que no aparece mandado en ninguna ley.
  • Que, otras veces, consideramos contrario al deber lo que ordena una ley.
3. ¿Qué pretendemos con la política y el derecho?
Las normas jurídicas y las decisiones políticas se orientan a conseguir el bien común de una determinada comunidad política y, como ésta está formada por personas, tiene una vertiente individuao y una social, pues el bien común contiene el bien de los individuos, aunque lo trasciende; por eso, ha de subordinarse éste a aquél.
La elaboración de las leyes y el hacer de los políticos deben estar presididos, si quieren alcanzar su fin, por un concepto que es común a ellos y a la moral: la justicia.

Congreso de los Diputados, Madrid
4. ¿Cómo nos orienta la religión?
La moral, la política y el derecho nos ayudan, mediante pautas y leyes, a construir y conducir nuestra vida hacia la autorrealización y el bien común.
¿Satisfacen, pues, todas nuestras expectativas y anhelos?
La historia de la humanidad y nuestra propia existencia vital nos exigen responder negativamente. El deseo de inmortalidad y la búsqueda de un sentido último que supere todo dolor y toda limitación son dos constantes en la historia humana, tanto individual como colectiva. A ellos ha dado respuesta, también como una constante, la experiencia religiosa.
¿Cómo lo ha hecho? Desde luego no con normas, ni con leyes; la auténtica respuesta religiosa consiste en la invitación a la felicidad y al consuelo; nuestras torpezas y mezquindades, la enfermedad, el sufrimiento, las necesidades materiales, los desastres naturales y las consecuencias de la injusticia nos impiden ser felices y demandan la acogida amorosa, la ayuda y la compasión.
En las religiones hay algunos contenidos normativos, pero no son ellos los que las caracterizan, ni mucho menos los que las definen: las "normas" o "leyes" religiosas constituyen, en el mejor de los casos, el nivel inicial de la religiosidad; ellas no son, desde luego, las que nos procuran la buscada respuesta de sentido ni la plenificante experiencia de la compasión y del amor.
Cuando "la legalidad" de las religiones ha sido superada, el ser humano concibe y acepta a los demás y al mundo como una totalidad única, dotada de sentido y abierta a la liberación, a la superación de todas las confusiones y limitaciones; entonces es un ser esperanzado  

martes, 21 de junio de 2016

Los problemas de la organización escolar

Dentro de la organización se han de considerar tres problemas fundamentales: la estructura de la institución escolar, la participación en la autoridad y el control.
La estructura se refiere a la división y clasificación de los elementos que integran la institución escolar. No se han de considerar los elementos en sí mismos sino principalmente en función de las relaciones que entre ellos se establecen. El ejercicio de la autoridad presupone la capacidad de tomar decisiones que afectan a la actividad de otras personas. En caso de que la autoridad pueda atribuirse a más de una persona, se habrá de plantear la autoridad de cada elemento y el modo de compartir la autoridad y la responsabilidad de las decisiones. El control cierra el ciclo de racionalización de cualquier actividad humana, y se reduce a la comparación entre los objetivos señalados previamente a un trabajo y los alcanzados en la realidad. También se puede plantear el problema de la co-participación.

1. Estructura del centro

1.1. Departamentalización
Una educación personalizada requiere la existencia de dos departamentos básicos: el Departamento o Departamentos de Formas de Expresión y el Departamento de Orientación. En la medida en que se considere necesaria la enseñanza de contenidos culturales, habría de establecerse también el Departamento de Áreas Culturales.
La noción de Departamento lleva implícita la idea de un grupo, equipo, de profesores trabajando en la misma área educativa. La educación personalizada exige la sustitución de la idea de la tarea docente como función cooperativa y solidaria. La acción docente u orientadora que pueda realizar cualquier persona, se considera como un elemento que se ha de sumar a la acción de otros educadores.
Todo profesor ha de considerarse miembro de dos grupos: aquellos otros profesores que trabajan en la misma área educativa y aquellos profesores que traten al mismo grupo de alumnos que él enseña.
Cualquier conjunto de profesores puede considerarse un equipo, mas, a efectos de claridad terminológica, conviene reservar el nombre de Departamento al conjunto de profesores dedicados a una misma área educativa y el de Equipo Docente al conjunto de profesores dedicados a un mismo grupo de alumnos. El Departamento implica especialización en un tipo de enseñanza o en la realización de trabajos análogos, mientras que el Equipo Docente requiere adecuación a un determinado tipo de alumnos. En el Departamento destaca más el carácter científico preparatorio y en el Equipo tiene más relieve la función práctica de enseñar y orientar.

1.2. Departamentos
El Departamento está constituido por un conjunto de profesores que tienen a su cargo la responsabilidad de la educación en un área determinada, aunque puede ser necesario otro tipo de personas, administrativos para un desarrollo más eficaz de la acción del Departamento.
Al Departamento le corresponde:
a) Estudios de los objetivos, técnicas y medios utilizables en la enseñanza del área docente u orientadora que le está encomendada.
b) Planeamiento de toda la función docente u orientadora que se ha de realizar dentro de su ámbito específico.
c) Control del desarrollo de sus actividades educativas.
d) Perfeccionamiento científico y didáctico de los profesores miembros del Departamento.
e) Establecimiento de las relaciones adecuadas con cada equipo docente para la más eficaz realización de la enseñanza.
El Departamento, para su mayor eficacia, necesita una organización jerárquica dentro de la cual se distingan diferentes niveles de actividades. Al menos han de establecerse: el Jefe de Departamento y los profesores miembros.
El número de Departamento depende de dos datos: los campos culturales que se cultiven en la institución y el número de profesores que en ella trabajen. El siguiente esquema puede servir para cualquier centro con volumen suficiente de alumnos y profesores:

Por el especial interés que tiene para la educación personalizada, conviene hacer una especial referencia al Departamento de Orientación. Este Departamento tiene a su cargo el planteamiento y la realización de la actividad orientadora dentro de la institución escolar. Está constituido por los siguientes elementos:
- Servicio de Diagnóstico
- Servicio de Orientación propiamente dicha
En el servicio de diagnóstico han de intervenir el médico, el psicólogo y el asistente social. En el servicio de orientación propiamente dicha, intervienen el servicio de diagnóstico, el orientador y los tutores, con quienes han de colaborar también los profesores de cada alumno. Dado que un solo orientador no puede atender a todos los estudiantes de una institución escolar, existe la figura del tutor, que tiene a su cargo la orientación de un número reducido de estudiantes (de 15 a 30), y que actúa de acuerdo con las líneas generales que el Departamento señala.
El orientador tiene a su cargo la coordinación de los distintos elementos del diagnóstico y las informaciones sobre cada estudiante para fijar la línea de conducta que deben seguir el tutor, los profesores y los padres del estudiante para que la educación sea eficaz.
Al Departamento de Orientación se le pueden señalar las siguientes funciones:
1ª) Exploración objetiva de los escolares.
2ª) Elaboración de los datos obtenidos tanto relativos a las distintas agrupaciones de estudiantes cuanto a cada estudiante en particular.
3ª) Formación, custodia y utilización de los ficheros en los que se recogen las características de cada escolar, teniendo en cuenta que sólo tienen acceso a los mismos los profesores, el tutor y los miembros del equipo directivo de la escuela.
4ª) Información y orientación periódicas sobre la personalidad de cada escolar, al propio estudiante, al equipo directivo y a los tutores y profesores. Esta información abarcará los siguientes aspectos:
- Rendimiento relativo del escolar
- Posibilidades y limitaciones personales
- Contradicciones observadas entre los distintos rasgos de la personalidad del escolar y entre las distintas fuentes de información
- Problemas especiales
5ª) Programación de la actuación de los tutores, profesores y compañeros para lograr una eficaz orientación de cada estudiante.
6ª) Orientación a los padres sobre los problemas educativos de sus hijos.

1.3. Equipos docentes 
Se utiliza este concepto para el conjunto de personas que tienen a su cargo la educación de un mismo grupo de alumnos, ya se trate de un mismo curso, ya se trate de varios cursos reunidos y considerados como unidad. Del equipo docente forman parte los profesores, tutores y orientadores, así como otras personas no profesionales de la docencia que pudieran participar.
Como actividades propias, se pueden considerar:
a) Planeamiento de las actividades docentes y orientadoras que se han de realizar con el grupo de alumnos, de acuerdo con las informaciones didácticas de los Departamentos.
b) Realización, colectiva e individualmente de acuerdo con lo planeado, de la enseñanza y la orientación de los escolares.
c) Control del proceso educativo total del grupo de escolares.
d) Control del rendimiento de cada escolar.
La eficacia de la actividad del equipo requiere una organización jerárquica en la que la función y responsabilidad de la coordinación se distinga de la responsabilidad y tarea de la realización parcial de las actividades docentes y formativas.
El número de equipos viene determinado por el número de alumnos y las posibilidades de agruparlos en tareas análogas. Debe constituirse un equipo docente para cada grupo de alumnos. Lo esencial del equipo es que haya una pluralidad de profesores capaces de participar de algún modo en actividades comunes.

1.4. Coordinación del trabajo de Departamentos y Equipos
Las actividades de estos grupos deben organizarse para que no haya lagunas, superposiciones o interferencias. El Departamento ha de cumplir su misión con anterioridad a la tarea del Equipo. Antes del comienzo del curso los Departamentos han de haber distribuido el trabajo para cada grupo de alumnos y equipos docentes. Posteriormente, cada Equipo, con los datos que le han suministrado los Departamentos, organizará el trabajo completo con el grupo de alumnos que tenga encomendado.
El programa de los Departamentos debe tener una cierta rigidez al señalar los objetivos propios de cada período de tiempo dentro del curso. La programación de los Equipos será lo suficientemente flexible para permitir las modificaciones con objeto de adaptarse al ritmo y a las condiciones de cada escolar.
Las reuniones de Departamento deben espaciarse bastante a lo largo del curso, mientras las reuniones de Equipo habrán de realizarse con más frecuencia.

1.5. Agrupación de alumnos
Cuando en la clasificación de alumnos entra un solo criterio, sea el que sea, la edad, la capacidad mental, la instrucción o cualquier otro, se tiende a la rigidez y a la uniformidad. Éste es un tipo de organización propio de la escuela graduada. A cada grupo de alumnos se le asigna un cuerpo de objetivos para cada año, al final del cual los estudiantes que los cubren pasan a constituir un grupo o grado superior, mientras que aquellos que no, deben repetir los mismos estudios un año más. 
Cuando se quiere tener en cuenta los distintos aspectos del proceso educativo y las distintas situaciones de aprendizaje, la agrupación de alumnos adquiere una flexibilidad tal que en un momento dado los alumnos pueden trabajar en un grupo y en otro momento trabajar en otro grupo. Dado que no se ha de esperar al fin de un período para moverse de un grupo a otro, la idea de promoción anual se sustituye por la de promoción continua. A este principio responde lo que se llama escuela no graduada. Desde el punto de vista de la educación personalizada, la escuela no graduada ofrece mayores posibilidades, pero también mayores complicaciones: requiere un material adecuado para el trabajo independiente y en equipos, así como en gran grupo, y una programación adecuada en la cual la flexibilidad de agrupamientos, la variedad de actividades y la variabilidad de los estudiantes deben ser tenidos en cuenta. 

1.6. Promoción
El hecho de que un estudiante pase de un curso al siguiente se puede aceptar como normal, pero la repetición de un año entero por parte del estudiante que no alcanzó el nivel señalado en un determinado curso es inconcebible. ¿Cómo es posible que un estudiante de cualquier curso se halle en la misma situación de partida del curso anterior? A lo largo del año transcurrido habrá aprendido algo, o tal vez olvidado, habrá alcanzado algún desarrollo o incluso algún hábito negativo. Cualquiera que sea su mutación, lo cierto es que no se puede suponer que después de un año, se halle en la misma situación de un año antes.
En la educación personalizada el problema de la promoción anual no existe, ya que la vida escolar se entiende como un proceso continuo de perfeccionamiento sin que haya fechas determinadas en las que se promociona o se fracasa. La promoción es continua, realizada por cada estudiante de acuerdo con sus aptitudes y su desarrollo. Si alguno no alcanza los objetivos adecuados a su aptitud se estudian las causas y se adapta el programa a sus necesidades y problemas estimulando la responsabilidad para que alcance un mayor rendimiento. Un estudiante puede progresar más lentamento que otros en su grupo, pero su expediente expresa un proceso continuado. 

2. Dinámica de las actividades. Horario
La educación personalizada exige que el horario sea lo suficientemente flexible para que en él quepan los distintos tiempos necesarios para las diferentes actividades y agrupamientos. El clásico horario de una hora debe ser sustituido por un horario que tenga como base módulos de tiempo más cortos (15 minutos). También hay que señalar el tiempo dedicado a los trabajos en distintos agrupamientos o situaciones de aprendizaje, es decir, tiempo para trabajos en gran grupo, para trabajos en grupos medianos, grupos pequeños y trabajo independiente.
Es necesario igualmente tener en cuenta los trabajos del profesor relativos a la realización de programaciones y su control, así como tiempos para reuniones cooperativas, actividades orientadoras o tutoriales, individuales o colectivas, con alumnos, padres u otras figuras externas al colegio.

3. El gobierno de la institución escolar. Participación de la autoridad
En la educación personalizada, no sólo cualquier educador, sino cualquier alumno es en cierto modo directivo, puesto que necesita tomar decisiones que afectan a su propia actividad y debe colaborar igualmente en las decisiones que afectan a la actividad de sus compañeros. Tal participación puede hacerse realidad progresivamente a medida que los escolares van siendo capaces de enjuiciar correctamente las situaciones y de aceptar la responsabilidad de sus propias decisiones. Las posibilidades de autodeterminación habrían de ir aumentando a medida que el sujeto va cubriendo sucesivas etapas de desarrollo. Al terminar la educación institucional, el individuo debe estar ya preparado para influir en la vida social como una persona, es decir, como un sujeto con capacidad de criterio y con fortaleza para aceptar su responsabilidad en la vida.
El decidir sobre tareas que puedan desarrollarse a nivel individual es algo que los niños más pequeños son capaces de hacer, si se les da la opción de que elijan entre distintas actividades y diferentes materiales.
La participación en las decisiones acerca del equipo de trabajo e incluso de la clase, es algo que también está al alcance en el grupo de edades entre 6-12 años.
La capacidad de decidir en el nivel de gran grupo se puede suponer en los estudiantes que comienzan la adolescencia. La capacidad de decidir dentro de la institución sólo se puede atribuir a los que terminan el bachillerato.
Desde el punto de vista de la educación personalizada el tipo de organización más conveniente es el de la organización descentralizada de tal suerte que las decisiones se remitan al nivel más bajo posible. La forma de gobierno más adecuada en una institución escolar es la colegiada, es decir, aquella en la cual las decisiones se toman no en virtud de la determinación de una sola persona, sino en virtud de la concurrencia de la decisión de varios.
Tal vez sea interesante mencionar especialmente las funciones del Coordinador:
1) Poner en relación las orientaciones de los distintos Departamento con el fin de que no se interfieran entre sí y puedan abordar ordenadamente sus actividades.
2) Dirigir la programación de las actividades de la institución escolar y coordinar el horario de las actividades.
3) Coordinar el uso del material que haya de ser empleado por varios profesores.
4) Supervisar el control del rendimiento de los escolares, así como el control de actividades.
5) Planear y controlar las actividades escolares que puedan realizar los padres de los alumnos y personas que, ajenas a la institución escolar, estén interesadas y puedan ayudar en su realización.

4. Control de rendimiento y de actividades 
En la educación personalizada, los escolares han de participar en el control, en la medida de sus posibilidades. En el control del rendimiento se deben distinguir el control del rendimiento inmediato, es decir, aquellas actividades cuyos objetivos se puedan alcanzar en plazo corto (adquisición de conocimientos) y aquellas otras actividades cuyos objetivos se alcanzan en un plazo más largo (actividades formativas que tienden a crear actitudes o determinadas capacidades).
También han de propiciarse aquellos instrumentos adecuados de autoevaluación para que los estudiantes puedan llevar un control de su propio proceso educativo.

5. Las personas, la comunicación y el "clima" de la institución escolar
Si en cualquier empresa se atribuye cada vez más importancia a los canales de comunicación y a las relaciones humanas, en la escuela de hoy se alcanza cierta complejidad por la cantidad de personas que dedican su trabajo (servicios de diagnóstico, orientación, trabajos administrativos).
En resumen, seis tipos de personas que pueden considerarse necesarias en una institución escolar:
  • Alumnos
  • Educadores directos (profesores y orientadores o tutores)
  • Directivos
  • Personal técnico asesor (principalmente los dedicados a tareas de diagnóstico, y en concreto el médico, el psicólogo y el asistente social)
  • Personal técnico auxiliar (dedicado a trabajos de oficina)
  • Personal de trabajos mecánicos (ordenanzas, guardas, personal de limpieza)
A estas personas habría que añadir los que colaboran desde fuera ordinariamente, tales como padres, amigos, antiguos alumnos...
Estas personas se hallan organizadas jerárquicamente. Pero la comunicación vertical que corrientemente se realiza en forma de instituciones de arriba abajo y en contestaciones o informes de abajo arriba, se completa con la comunicación horizontal.
Tiene importancia la comunicación horizontal entre estudiantes, por el aprendizaje de habilidades sociales que conlleva, y por la expresión de necesidades, intereses e iniciativas que más tarde serán comunicadas verticalmente.
En cuanto al clima de la institución escolar personalizada, necesita fundamentarse en una triple base: confianza, libertad y responsabilidad. La confianza implica una doble condición operativa. En los maestros la convicción de que los estudiantes son capaces de trabajar y actuar correctamente. En los estudiantes la convicción de que los profesores quieren y pueden ayudarles. La libertad y la responsabilidad se hallan en estrecha vinculación. Los escolares deben tener posibilidades de elegir, pero si hay errores, equivocaciones o uso inadecuado de la libertad, entonces la responsabilidad se ha de exigir para sufrir las consecuencias de los errores y de las equivocaciones.

6. Asociación de padres y amigos de la escuela
Para hacer eficaz la necesaria apertura de la persona a la sociedad, vinculando la educación a la vida real y para canalizar las relaciones entre la institución escolar y la comunidad, el instrumento más eficaz es la Asociación de Padres y Amigos de la Escuela. Su finalidad es crear en los padres la mentalidad convergente con la escuela, de suerte que asegure la colaboración eficaz entre la familia y la institución escolar, y la participación de los padres en las actividades de extensión cultural y social.
En el seno de la asociación pueden organizarse las siguientes comisiones:
- Comisión de actividades escolares, para activar y estimular la preocupación y participación de padres y amigos en la vida de la escuela.
- Comisión de orientación familiar, con el objetivo de orientar a los padres acerca de la educación de sus hijos.
- Comisión de acción económica, para solucionar las dificultades económicas que puedan entorpecer y restar eficacia a las actividades educativas de la institución escolar.
- Comisión de extensión social y cultural, para desarrollar una eficaz labor social de extensión educativa y cultural, tales como concesión u obtención de becas, organización de estudios nocturnos, organización o cursos de conferencias, edición de publicaciones y otras actividades semejantes.
Otra tarea no fácil para la Asociación de Padres y Amigos es la de mentalizar a los padres para que acepten nuevas ideas y colaboren personalmente en una educación personalizada.