martes, 14 de julio de 2015

Los Principios de la Escuela Nueva

1. Introducción
Con frecuencia, al hablar de Escuela Nueva, los autores se refieren a épocas y países concretos y con claro acento político. En 1889, Cecil Reddie funda una Escuela Nueva que va a ser el modelo de otras muchas europeas. Era un intento de contraponerse a las publics schools, los centros clásicos ingleses, marcando nuevas rutas educativas. El 1939, el comienzo de la II Guerra Mundial hizo que todas las energías se dedicaran a la guerra. Al terminar en 1945, la educación tomó otros rumbos, aunque persistían instituciones tradicionalistas.
La Escuela Nueva se define como un movimiento concreto, determinado, dentro de la gran corriente innovadora de la enseñanza, especialmente por su carácter de vanguardia polémica y energía expansiva.

2. La creación de las Escuelas Nuevas
Las primeras Escuelas Nuevas de Reddie y Bedley en Inglaterra son internados de reducida población. Llevan una vida similar a la de la familia en plena campiña, y las tareas de la casa y el campo son realizadas por todos los alumnos. Introducen tres innovaciones fundamentales: la coeducación, el autogobierno por los alumnos y profesores en asamblea general, e incluir a párvulos y primeros grados en la Escuela Primaria. Pronto se difundieron por todo el país.
El movimiento pasó a Alemania en 1898. En 1909, Paul Geheeb funda su escuela donde la coeducación y el autogobierno son fundamentales. El trabajo intelectual por la mañana, el manual por la tarde y las participación de todos en las tareas colectivas siguen la línea general de las Escuelas Nuevas.
Francia lo inicia en 1899, con Edmond Demolins como representante. Austria y Suiza, en 1907, siguieron el modelo alemán.
En Estados Unidos, las instituciones se multiplicaron, dado el carácter descentralizado de su educación. En 1890, Dewey fundará la Universidad de Chicago y Pakhurst puso en práctica su conocido Plan Dalton en Nueva York.

3. Organismos, congresos y revistas internacionales
Ferrière crea en 1899 la Oficina Internacional de las Escuelas Nuevas. Desaparece en 1926, fundida en el Bureau International de Education, el cual a su vez en 1968 se integró en la UNESCO. La Oficina tuvo como finalidad establecer relaciones de ayuda científica a las diferentes escuelas, centralizar los documentos que les conciernen y aprovechar el valor de experiencias realizadas. Tuvo su sede en Suiza.
En 1921 se crea la Liga Internacional de la Educación Nueva, que convoca congresos desde 1923 hasta 1946, y difunde tres publicaciones, una revista en lengua francesa, otra inglesa y otra alemana. En el grupo francés destaca la participación de destacados renovadores de la educación europea, como Decroly, Cousinet y Claparède. 

Lorenzo Luzuriaga (1889-1959)
4. Participación hispánica en el movimiento de las Escuelas Nuevas
España participa desde el primer momento en el Comité de la Liga Internacional de la Educación Nueva, y figuran como revistas adscritas al movimiento Revista de Pedagogía (España), La nueva era (Chile) y Nueva era (Argentina).
En cuanto a instituciones, se crea en Barcelona el grupo escolar Milá y Fontanals, dirigido por Rosa Sensat, con principios que cumplen los requisitos de las Escuelas Nuevas. 
Aun cuando la Escuela Nueva ha sido fundamentalmente un movimiento de escuelas privadas en España, funcionarios del Ministerio (inspectores, profesores y directores de centros públicos) la apoyaron, sostuvieron y difundieron.
La Revista de Pedagogía publicó información sobre el movimiento y otros trabajos de innovaciones educativas. Su director, Lorenzo Luzuriaga, representaba a nuestro país en el Comité de la Liga Internacional. En sus páginas participaron autores como Claparède, Cousinet, Decroly, Dewey, Ferrière, Kerschensteiner, Piaget...

5. Los treinta principios de la Escuela Nueva
El ideario de la Liga Internacional de la Educación Nueva expone claramente siete principios:
1º) El fin de toda educación es preparar al niño para querer y para realizar en su vida la supremacía del espíritu.
2º) Debe respetar la individualidad del niño.
3º) El aprendizaje debe dar curso a los intereses innatos del niño.
4º) Cada edad tiene su carácter propio. Es necesario pues que la disciplina personal y la disciplina colectiva se organicen por los mismos niños con la colaboración de los maestros; aquellas deben tender a reforzar las responsabilidades individuales y sociales.
5º) La competencia debe desaparecer de la educación y ser sustituida por la cooperación, que enseña al niño a poner su individualidad al servicio de la colectividad.
6º) La coeducación excluye el trato idéntico de los dos sexos, pero implica una colaboración que permite a cada sexo ejercer libremente sobre el otro una influencia saludable.
7º) La Educación Nueva prepara en el niño no sólo al futuro ciudadano capaz de cumplir sus deberes hacia su prójimo, su nación y la humanidad, sino también al ser humano, consciente de su dignidad como hombre.

Mayor interés tienen los treinta principios de la Oficina Internacional de las Escuelas Nuevas:
1. La escuela nueva es un laboratorio de pedagogía práctica.
2. La escuela nueva es un internado.
3. La escuela nueva está situada en el campo.
4. La escuela nueva agrupa a los alumnos por casas separadas, bajo la dirección material y moral de un educador y una educadora. Los hábitos de orden y las relaciones de intimidad no son posibles sino en un medio restringido.
5. Gran parte de la escuela nueva utiliza la coeducación de los sexos.
Vida física:
6. La escuela nueva organiza trabajos manuales.
7. La escuela nueva atribuye una importancia especial a la carpintería, el cultivo del campo y la crianza de animales.
8. La escuela nueva estimula en los niños trabajos libres.
9. La escuela nueva asegura el cultivo del cuerpo por la gimnasia natural.
10. La escuela nueva cultiva los viajes a pie o en bicicleta, en campamento, bajo la tienda. Se cocina al aire libre.
Vida intelectual:
11. La escuela nueva entiende por cultura general el cultivo del juicio y de la razón: a) método científico: observación, hipótesis, verificación, ley; b) un núcleo de ramas obligatorias realiza la educación integral; c) nada de instrucción enciclopédica basada en conocimientos memorizados, sino capacidad de extraer del medio ambiente y de los libros los elementos para desarrollar desde dentro y desde fuera todas las facultades innatas.
12. La escuela nueva añade a la cultura general una especialización.
13. La escuela nueva basa su enseñanza en los hechos y las experiencias.
14. La escuela nueva recurre a la actividad personal del niño.
15. La escuela nueva establece su programa sobre los intereses espontáneos del niño.
Organización de los estudios:
16. La escuela nueva recurre al trabajo individual de los alumnos: a) búsqueda de documentos; b) clasificación de documentos; c) elaboración individual de documentos.
17. La escuela nueva recurre al trabajo colectivo de los alumnos: a) puesta en común de materiales; b) búsqueda de asociaciones; c) búsqueda de aplicaciones.
18. En la escuela nueva, la enseñanza propiamente dicha se limita a la mañana.
19. En la escuela nueva se estudian pocas materias por día.
20. En la escuela nueva se estudias pocas materias por mes o por trimestre. Los alumnos se agrupan no por edades, sino según su grado de adelanto en las materias estudiadas (condiciones de concentración y eficacia en los estudios).
Educación social:
21. La escuela nueva forma, en ciertos casos, una república escolar: a) la asamblea general toma todas las decisiones importantes referentes a la vida de la escuela; b) las leyes son los medios que tienden a reglar el trabajo de la comunidad en orden al progreso espiritual de cada individuo.
22. En la escuela nueva se procede a la elección de los jefes. Los alumnos prefieren ser conducidos por sus jefes, más que por los adultos. Los profesores se liberan así de toda la parte disciplinar y pueden consagrarse enteramente al progreso intelectual y moral de los alumnos.
23. La escuela nueva reparte entre los alumnos los cargos sociales.
24. La escuela nueva utiliza recompensas o sanciones positivas. Las recompensas consisten en suministrar ocasiones a los espíritus creadores para aumentar su potencia de creación. Las recompensas se aplican únicamente a los trabajos libres y favorecen así el espíritu de iniciativa. No hay recompensas basadas en la competición.
25. La escuela nueva utiliza castigos o sanciones negativas. Los castigos están en correlación directa con la falta cometida. Los castigos intentan colocar al niño, por medios apropiados, en situación de alcanzar el fin bueno que él no ha logrado o lo ha logrado mal. Para los casos graves no hay sanciones previstas en el código, sino una acción moral personal, ejercida por un adulto amigo del culpable.
Educación artística y moral:
26. La escuela nueva pone en juego la emulación (imitar las acciones de otro procurando igualarle y aun superarle). La ayuda mutua se hace mediante servicios voluntarios. En todos los casos hay que comparar el trabajo actual del alumno con su propio trabajo pasado y no con el de otro.
27. La escuela nueva debe tener un ambiente de belleza. El orden es la condición primera. La práctica del arte satisface las necesidades estéticas de orden espiritual.
28. La escuela nueva cultiva la música colectiva (audiciones, canto en común, prácticas orquestales).
29. La escuela nueva educa la conciencia moral (lecturas, juicios de valor).
30. La escuela nueva educa la razón práctica (reflexiones sobre las leyes naturales, biología, psicología, fisiología, historia, sociología y educación religiosa).

6. Aplicación y evolución de los principios 
Los principios que más retoques han sufrido han sido el de la coeducación, menos rotundo en sus últimos momentos, se amplían las actividades agrícolas y ganaderas, en detrimento de la carpintería, los elementos didácticos de agrupamiento de alumnos y de la competitividad, y sobre todo el último, relativo a la razón práctica, con la tendencia cada vez más cercana a una tolerancia respecto a las ideas.

7. Lo nuevo de la Escuela Nueva
Queremos descubrir en la Escuela Nueva algunas de las raíces más patentes que configuran la educación de finales del siglo XX. El primer rasgo es su vocación renovadora, patentizada en su mismo nombre. La Ley General de Educación de 1970 postulaba ya la necesidad de la experimentación previa antes de difundir cualquier innovación.
Su carácter de internado en el campo ha sido una de las razones de su reducida difusión, ya que las encarecía y hacía poco accesibles para las clases modestas. A pesar de que nunca tuvieron un carácter elitista, sí es verdad que por su coste estuvieron reservadas a las clases pudientes.
Su mayor mérito, y también su mayor ambición, ha sido su principio de educación integral. La Escuela Nueva ha querido asumir todas las instancias y factores educativos, pretendió hacerlo todo. Criticaba a las escuelas tradicionales por ser memorísticas, verbales, repetitivas, libresca y disciplinaria. Este anhelo de educación integral le ocasionó el no terminar sus programas, o el que cada centro le diera un mayor peso a unos valores que a otros. A pesar de ello, es irreprochable la importancia de este enfoque y su contribución posterior.
La Escuela Nueva ha querido subrayar su oposición al enciclopedismo y a los procedimientos memorísticos y ha acentuado el valor de los métodos de trabajo intelectual (observación, hipótesis, verificación).
La educación física (juegos, deportes, gimnasia y actividades al aire libre) ha ido ganando importancia en la educación de la segunda mitad del siglo XX.
Estimular la actividad del niño se ha convertido ya en un tópico para todas las corrientes pedagógicas actuales. Lo importante es que esta actividad arranque de los intereses espontáneos del niño.
Sin duda éstos son los puntos que han logrado mayor universalidad en la teoría y en la práctica. Recordemos los esfuerzos individualizadores del Plan Dalton y del Sistema Winnetka, pasando por la enseñanza programada de Skinner. En nuestro contexto, es cita obligada el Sistema Somosaguas y la educación personalizada de Víctor García Hoz, recogida en la propia Ley General de Educación.
Otra contribución es la concentración de materias, que da lugar posteriormente al término de interdisciplinariedad, formulado por la UNESCO en 1968.
La formación social ha sido otro tópico que posteriormente ha dado lugar a la participación de todos los sectores implicados en la educación: profesores, alumnos, padres y estamentos sociales, y al tema de la dinámica de grupo, desarrollada entre otros por Cousinet y Lewin.
La educación estética es otro acierto. El canto o el dibujo han sido actividades complementarias, pero para la Escuela Nueva, la estética se convierte en una preocupación, en un objetivo claramente definido, con una intensa programación en las actividades cotidianas.
La formación moral ha sido una de las partes más endebles y de menor impacto. Las lecturas que provoquen juicios de valor, la autonomía de los niños y el despliegue de fuerzas en situaciones naturales, no han sido aportaciones nuevas ni brillantes. Sin embargo, su deseo de romper el círculo puramente intelectual, informativo, para ganar un carácter formativo, sí es un objetivo valioso, aunque se quedara en poco más que una reclamación o una intención.
Ahí quedan sus ideales como un estímulo renovador, cuyo impulso sigue vivo en gran parte y que explica, da eco o lleva una marcha paralela con el resto de los movimientos renovadores.