miércoles, 26 de diciembre de 2018

Funciones de la orientación

Es realmente muy difícil expresar todas las funciones susceptibles de ser comprendidas en un programa orientador. Partiendo del supuesto de que la orientación es una tarea de equipo de profesionales, entre los que deben incluirse como mínimo pedagogos, psicólogos, asistentes sociales, médicos y maestros, adjudicándose a cada uno una función previamente determinada y programada, podría asegurarse que las funciones generales serían conocer a la persona, ayudarla para que por sí misma y de modo gradual consiga un ajuste personal y social, e informar exhaustivamente en los ámbitos educativo, profesional y personal.
Para lograr esos objetivos, genéricamente expuestos, se requiere: crear servicios de diagnóstico -que permitan el estudio individualizado de los problemas personales-; proporcionar experiencias que faciliten el aprendizaje correcto; saber informar, guiar y aconsejar; saber escuchar; saber dónde derivar a las personas que precisen ayuda específica o tratamiento paraescolar; y, por último, conocer las técnicas de información escolar y profesional, aprovechando al máximo los recursos comunitarios.
Así pues, para orientar a alumnos, a profesores, tutores, administradores y directivos, a padres y a miembros de la comunidad, se precisan, como es obvio, unos verdaderos profesionales de la ayuda, que dominen una serie de conocimientos básicos y sepan emplear eficazmente unas técnicas adecuadas.


domingo, 23 de diciembre de 2018

El relieve de España


La Península Ibérica está situada en el extremo sudoccidental de Europa. Está delimitada por el mar Cantábrico, el Océano Atlántico y el mar Mediterráneo.
El relieve peninsular se caracteriza por su elevada altitud media, así como por su complejidad.
La Meseta es la unidad del relieve central de la Península y también la de mayor extensión. En su interior se levantan el Sistema Central y los Montes de Toledo. Tres grandes cordilleras rodean la Meseta y la aíslan del resto del territorio peninsular: la Cordillera Cantábrica, en el Norte, el Sistema Ibérico en el Este y Sierra Morena en el Sur.
Fuera del ámbito de la Meseta se hallan las alineaciones montañosas de los Pirineos, las Cordilleras Costeras Catalanas, las Cordilleras Béticas y el Macizo Galaico, así como dos grandes depresiones, la del Ebro, en el Este, y la del Guadalquivir, en el Sur.
Las costas son altas y poco accidentadas interrumpidas por amplios arcos de costas bajas y arenosas, como las del golfo de León, el de Valencia y el de Cádiz. Únicamente en las rías gallegas las costas son recortadas con zonas que sirven de refugio a la navegación.
En cuanto al relieve de los archipiélagos, cabe diferenciar el de las Islas Baleares, en el mar Mediterráneo, que puede considerarse una continuación del peninsular, del de las Islas Canarias, en el Océano Atlántico, muy accidentado y de origen volcánico.

 Macizo Galaico:  Es un relieve antiguo y muy erosionado, de formas redondeadas, que ocupa gran parte de Galicia.
 Pirineos:  Son, de hecho, un istmo que separa la Península Ibérica del resto de Europa, con altitudes que superan fácilmente los 3.000 metros.
 Cordilleras Costeras Catalanas:  Constituyen una doble alineación montañosa que discurre paralela a la costa.
 Depresión del Ebro:  Era un antiguo mar colmatado por los aluviones aportados por los ríos y por los sedimentos de origen marino. Estas tierras sedimentarias son fértiles si disponen de agua, como ocurre en la ribera del Ebro.
 Islas Baleares:  El relieve de las Islas Baleares es una prolongación de las Cordilleras Béticas.
 Meseta:  Forma un extenso macizo antiguo y aplanado que ocupa el centro de la Península Ibérica y que tiene altitudes que oscilan entre los 600 y 700 metros. Las montañas del Sistema Central dividen la Meseta en dos submesetas: la Norte y la Sur. En la Submeseta Sur se encuentran los Montes de Toledo. La Meseta está rodeada de montañas que dificultan las comunicaciones: al Noroeste, por los Montes de León; al Norte, por la Cordillera Cantábrica; al Este, por el Sistema Ibérico; y al Sur, por Sierra Morena. La Meseta desciende más suavemente hacia Portugal, por donde penetra la influencia del océano.
 Depresión del Guadalquivir:  Es una zona hundida entre las montañas de Sierra Morena y las Cordilleras Béticas. La depresión fue colmatada por los aluviones aportados por el río Guadalquivir y sus afluentes y por los sedimentos de origen marino. Estas tierras sedimentarias son muy fértiles, especialmente en las vegas de los ríos.
 Cordilleras Béticas:  Están constituidas por tres sectores: la Cordillera Penibética, paralela al litoral, la Cordillera Subbética, en el interior, y entre ambas la Depresión Intrabética.
 Islas Canarias:  En las Islas Canarias se encuentra el pico más alto de España, el Teide, con 3.718 m de altitud.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Supuestos básicos de la orientación

Orientar es, fundamentalmente, guiar, conducir, indicar de manera progresiva para ayudar a las personas a conocerse a sí mismas y a conocer el mundo que las rodea; es auxiliar a un individuo a clarificar la esencia de su vida, a comprender que él es una unidad con significado, capaz de y con derecho a usar su libertad, su dignidad personal, dentro de un clima de igualdad de oportunidades y actuando en calidad de ciudadano responsable, tanto en su actividad laboral como en su tiempo libre.
Muchas son las definiciones que a lo largo de un siglo se han dado de la orientación y, ya sea estudiando la orientación como concepto (ayuda), ya sea analizándola como constructo educativo (proporcionar experiencias que ayuden a las personas a conocerse a sí mismas), casi todos los autores coinciden, a grandes rasgos, en caracterizar a la orientación como un proceso de ayuda profesionalizada hacia la consecución de promoción personal y de madurez social.
También la mayoría de las aproximaciones teóricas coinciden en admitir que la labor orientadora abarca, como mínimo, una gama de funciones; por ejemplo, ayudar a los educandos a valorar y conocer sus propias habilidades, aptitudes, intereses y necesidades educativas; aumentar su conocimiento de los requisitos y oportunidades tanto educativas como profesionales; ayudar a que los jóvenes hagan el mejor uso posible de esas oportunidades mediante la formulación y logro de objetivos realistas; ayudar al alumno a conseguir adaptaciones y ajustes más o menos satisfactorios en los ámbitos personal y social; proporcionar información útil, tanto a los adolescentes como a sus profesores y padres, para planificar los programas educativos y escolares como proyectos integrales, etc. Así, la función orientadora deviene una parte del proceso educativo total y da continuidad -completándolas- a las facetas instructivas y organizativas de los curricula educativos.
En principio, la actividad orientadora va dirigida a todos los sujetos y los ha de respetar como unidades integrales, únicas, singulares y altamente personalizadas.
Los factores que han influido, desde principios del siglo XX, en el desarrollo de la orientación educativa y vocacional son variados y comprenden, fundamentalmente, los socioeconómicos, técnicos y económicos -industrialización, desarrollo del maquinismo, descubrimientos tecnológicos, uso de nuevas fuentes de energía, explosión demográfica, urbanización, progresiva demanda de cualificación profesional, etc.-, los sociopolíticos y socioculturales -nuevo orden social capitalista, procesos de cambio, conflictos de clase y grupo, progreso, movilización de escalas socioprofesionales, aparición de diferentes formas y grados educativos, etc.-, los científicos -desarrollo de las ciencias, expansión de los conocimientos, enfoque científico de los hechos, etc.-, y, por fin, el claro avance del propio planteamiento de dar o proporcionar ayuda, consejo, asesoría, preferentemente ante la elección profesional y el desarrollo vocacional
Estas circunstancias, unidas a ciertas características incipientes en este siglo, como la filantropía, el humanitarismo, la religión, el movimiento en pro de la higiene mental, la crisis de los cambios sociales, etc., hicieron que se solicitara la ayuda de personas especializadas y preparadas al efecto (profesionales de la ayuda) y, a la vez, que nacieran instituciones nacionales e internacionales que planificaran sistemáticamente cómo y con qué medios divulgar esta ayuda.
A finales del siglo XX, observamos un auténtico interés por fundamentar científica y filosóficamente las diversas teorías de la orientación. No obstante, de esa diversidad de enfoques se pueden sintetizar unos principios generales de todo proceso orientador:
 1  La orientación se preocupa sistemáticamente del desarrollo de la persona, intentanco conseguir el funcionamiento al máximo de sus potencialidades (lo que está en potencia) del estudiante o del adulto.
 2  Los procedimientos de la orientación descansan en procesos de la conducta individual; enseñan a la persona a conocerse a sí misma, a desarrollarse direccionalmente más que a ubicarse en un final previsto; se centra en las posibilidades, tratando de resolver carencias, flaquezas, debilidades.
 3  La orientación se centra en un proceso continuo de encuentro y confrontación consigo mismo, con la propia responsabilidad y con la toma de decisiones personal, en un ensayo hacia la acción progresiva, hacia adelante, hacia la reintegración y el futuro.
 4  La orientación es, primordialmente, estimulante, alentadora, animadora e incentivadora, centrada en el objeto o propósito e incidente en la toma de decisiones responsable, enseñando a usar y procesar la información y a clarificar las propias experiencias.
 5  Es cooperativa, nunca aislada ni obligatoria. El orientador es otro colaborador del sistema educativo, un especialista e incluso un consultos -asesor- de la plantilla docente. El maestro, por ejemplo, se beneficia de los hallazgos del orientador y le proporciona los resultados de la observación del proceso de aprendizaje o de otras situaciones discentes. Tarea docente y orientadora se complementan.
 6  La orientación es un proceso de ayuda en estadios críticos y momentos clave del desarrollo, pero también continua y progresiva, tratando de asesorar periódica e intermitentemente.
 7  Reconoce la dignidad y la valía de las personas y su derecho a elegir. Incluye a todos los niños y adultos con su problemática específica y que tengan deseos de acrecentar su desarrollo escolar y/o laboral.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Una nueva etapa histórica: la Edad Moderna


Una serie de cambios originaron el comienzo de la Edad Moderna a mediados del siglo XV: la aparición de fuertes monarquías en varios países europeos (España, Francia e Inglaterra, entre otros), el desarrollo del comercio, los grandes descubrimientos geográficos, las nuevas corrientes de pensamiento y la ruptura del cristianismo.
Todos estos cambios se desarrollaron y evolucionaron sobre todo a lo largo de los siglos XVI y XVII y concluyeron a finales del siglo XVIII, momento en el que otro conjunto de transformaciones dio paso a una nueva etapa histórica.
Durante la Edad Moderna crecieron las dimensiones que los europeos de entonces creían que tenía el mundo. La razón fue el descubrimiento de nuevos continentes y culturas.
A lo largo del siglo XVI y XVII se desarrollaron dos magníficos estilos artísticos: primero el Renacimiento, caracterizado por su equilibrio y armonía, y después el Barroco, con su afán de movimiento y su exuberancia decorativa.
España desempeñó un papel preponderante durante el siglo XVI, no sólo por ser, junto con Portugal, la gran nación descubridora del momento, sino porque sus dominios se extendieron por todo el mundo. Por el contrario, el siglo XVII supuso el fin de su hegemonía, y otros países europeos, como Francia e Inglaterra, adquirieron un mayor protagonismo.

 Los cambios culturales 
Durante la Edad Moderna se obtuvo un conocimiento real de casi la totalidad del mundo, salvo de los polos y el interior de Australia y África. Se demostró por fin la esfericidad de la Tierra, gracias al viaje de Magallanes y Elcano. Además, se desarrollaron la cartografía, la geografía, la ingeniería, la biología, la historia, la etnología y las instituciones de enseñanza.

martes, 18 de diciembre de 2018

Política, organización y administración educativas

1. Organización escolar
La organización escolar, que es una de las ciencias de la educación, tiene como finalidad el estudio de las actividades que deben realizarse para lograr la máxima eficacia de todos los elementos que integran la escuela en orden a la educación de los alumnos.
La actividad de las organizaciones se dirige a la consecución de metas u objetivos con la máxima eficacia. Estos objetivos justifican la organización, que en gran manera se constituye en función de los mismos. El papel de los objetivos como determinantes del trabajo de las organizaciones ha sido destacado en los últimos desarrollos de la "organización por objetivos" o la "administración por objetivos".
El origen de la organización como disciplina científica hay que buscarlo en la necesidad que el hombre ha sentido en todo momento de alcanzar el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.
La escuela, realidad en la que se dan cita múltiples elementos y factores, requiere en todo momento el instrumento de la organización. Sólo de esta forma las funciones pedagógicas de la educación institucionalizada serán eficaces.
Tal vez no haya un área más importante en la actividad educativa que la organización, puesto que su labor consiste en lograr un ambiente en el que tanto los elementos humanos como los materiales que intervienen en el proceso realicen sus operaciones del modo más eficaz y perfecto. Éste es un valor instrumental, pero que posibilita que los factores fundamentales realicen sus funciones del modo más perfecto posible.
La organización escolar se relaciona con las demás ciencias de la educación, y en especial con todas aquellas cuyo objeto material son los elementos que componen la realidad escolar: pedagogía general y diferencial, psicología y sociología de la educación, etc. Pero con las que tienen una mayor relación es con la didáctica y la orientación. Así, en la clasificación de García Hoz, las tres disciplinas se encuentran con elementos técnicos culturales del estudio analítico material de la educación, y para Ferrández y Sarramona forman el conjunto de las ciencias aplicativas. Nassif divide la pedagogía tecnológica en metodología educativa y organización educativa, subdividida ésta en el aspecto político (legislación y administración escolar) y el aspecto pedagógico (ciclos, instituciones, contenidos, planes y programas, material, horario, etc.).
Como puede deducirse, la relación con la didáctica es muy estrecha, y hay temas (contenidos, programas, etc., e incluso disciplina) que se estudian en ambas, pero, como es lógico, con un enfoque distinto (más metodológico en didáctica; sintético y de relación, en organización escolar).

2. Administración educativa
Para una recta y ordenada comprensión de la organización escolar hay que entender y valorar las necesarias relaciones de nuestra disciplina con la política y la economía, cuyo fruto más importante ha sido precisamente la administración escolar.
Competencia de la Administración son: 
  • El planeamiento integral del proceso educativo
  • La elaboración de los documentos legislativos
  • La creación de la red de servicios administrativos
  • La financiación
  • La redacción e investigación de planes de estudio
  • La supervisión de las tareas educativas
Para Douglass, el término "administración" no se utiliza en el sentido corriente entre nosotros de regulación de la actividad externa escolar por el Estado, sino en el sentido amplio de conjunto de actividades que engloban la vida de la empresa educativa. En este sentido, la administración comprende todo el proceso que nace en la creación de la institución educativa, continúa con su organización y desarrollo y termina con la evaluación de la tarea realizada. La administración no es sólo externa, sino fundamentalmente interna, y solamente tiene relación con el Estado en los aspectos que determina la ley.

3. Planificación de la educación: factores económicos y sociológicos
La planificación integral de la educación es un proceso continuo y sistemático en el cual se aplican y coordinan los métodos de la investigación social, los principios y técnicas de la educación, de la administración, de la economía y de las finanzas, con la participación y el apoyo de la opinión pública, tanto en el campo de las actividades estatales como privadas, a fin de garantizar la educación adecuada a la población con metas y etapas bien definidas, facilitando a cada individuo la realización de sus potencialidades y su contribución más eficaz al desarrollo social, cultural y económico del país.
Las fases previas a la implantación de una planificación educativa son: 1) elaboración del proyecto; 2) consulta y adopción de un plan; 3) ejecución y rectificación del plan piloto; 4) evaluación y replanteamiento.

Para este proceso se pueden realizar estudios previos de carácter cuantitativo o cualitativo apoyándose en factores demográficos, sociales, económicos, etc. En la discusión del plan se le somete a instancias de carácter pedagógico o de otro tipo, a la opinión pública, etc. Los caminos para la ejecución del plan piloto pueden ser diversos, realizarse en un área geográfica determinada o bien en centros experimentales de todo el país, aplicarse en su totalidad o solamente algunos aspectos considerados fundamentales o críticos, etc. Y finalmente, se requieren métodos rigurosos de evaluación del mismo, realizados por determinados organismos competentes que lleven a un replanteamiento del mismo antes de su adopción definitiva.
Los elementos constitutivos del planeamiento se refieren a aspectos cuantitativos, cualitativos, administrativos y financieros.
Entre los aspectos cuantitativos interesan:
  • El número de alumnos, maestros, edificios, cantidad de material, etc.
  • La problemática de los abandonos escolares
  • Núcleos diseminados de población y escuelas comarcales
  • Migraciones temporales o definitivas
  • Alfabetización de adultos y localización de los mismos
  • Malestar docente
  • Dirigentes de educación y funcionamiento de la administración
Los aspectos cualitativos, de mayor importancia que los anteriores, engloban:

 a)  La estructura de los niveles: la educación es un proceso que ha de ser sistemático, continuo, progresivo e integral. La estructura de los niveles deberá proporcionar a toda la educación una unidad y al mismo tiempo una diversidad para adaptarse a las distintas características; ha de haber articulación en la diversidad y coordinación entre estos niveles y las diferentes modalidades que haya en cada uno de ellos.
 b)  La formación de los profesores y dirigentes: se necesitan sistemas objetivos para evaluar los resultados y poder mejorar la preparación para la concesión del título, y luego es fundamental la actualización del personal ya titulado, esté o no en ejercicio: cursillos, intercambios, investigación, etc. Cuidar la formación del personal dirigente y asesor.
 c)  Los planes y programas de estudio: para cambiar planes y programas se necesita la certeza de que sean mejores; ello obliga a mejorar las técnicas de evaluación y aplicar la investigación con diseños y metodologías adecuados que requieren un personal capacitado.
 d)  Los métodos y el material: son indispensables escuelas experimentales. Los materiales han de estar bien escogidos; se debe estudiar la aplicación de los medios tecnológicos, la elaboración de libros de texto y todo tipo de material.
 e)  Los servicios de información y orientación didáctica: centros de documentación, bibliotecas especializadas, servicios de información, etc.
 f)  La cooperación entre escuela y sociedad: campañas de extensión cultural, bibliotecas públicas (para niños y adultos), utilización planificada de museos, exposiciones coordinadas con la escuela, servicios recreativos, colonias de vacaciones, becas e igualdad de oportunidades educativas.
 g)  La educación de adultos: delimitación del concepto de analfabeto y sus causas, campañas de alfabetización. Preguntarse hasta qué edad es rentable la alfabetización de adultos. Libros de divulgación cultural con mentalidad de adulto. Concepto de educación permanente. Importancia de la educación social, económica, cívica, etc.

Desde el punto de vista administrativo hay que:

 a)  Reconocer las funciones básicas de la Administración tales como la de investigación de la situación socioeconómica para poder deducir los objetivos educativos, los medios, etc.; la del trabajo de planeamiento y regulación de los aspectos organizativos administrativos; la de señalar y delimitar normas de evaluación, etc.
 b)  Analizar las diferentes estructuras para que respondan a una concepción orgánica y sencilla, y a la vez eficaz y moderna, delimitando varios servicios: dirección, planeamiento, ejecución, consulta, etc.
 c)  Estudiar, en relación con el personal, sistemas eficaces de perfeccionamiento y de estabilización en los puestos de trabajo.
 d)  Distribuir el trabajo según las funciones de cada uno y pidiendo a todos un sentido de responsabilidad, cooperación e iniciativa. Prever el estado de todo el material y un sistema de evaluación. Buscar la estructura organizativa más adecuada, que posiblemente se halle en alguna forma intermedia entre la centralización y la descentralización.

Entre los aspectos financieros hay que considerar:

 a)  El inventario de todas las necesidades y de todos los recursos disponibles no sólo actuales, sino futuros.
 b)  El crecimiento demográfico, los movimientos migratorios y el aumento del coste de la vida.
 c)  Las posibles alternativas para el aumento del presupuesto de educación y sus consecuentes, principalmente estudiar todos los índices de gastos en educación: coste, puesto escolar, según niveles educativos, tipos de escuela, etc.
 d)  Las aportaciones de organismos privados o de otros ministerios al conjunto del sistema educativo.

Desde 1965, los teóricos de la planificación están facilitando a las autoridades educativas modelos matemáticos experimentados tanto en el medio militar norteamericano como en los países socialistas. Empezaron siendo estudios de proyección que, siguiendo una línea pragmáticas (Timbergen y otros), se basaban en las expectativas de empleo para los graduados y en el concepto de capital humano. Pero estudios posteriores negaron la relación de causa a efecto entre el uso de mano de obra cualificada y cualquier variable económica importante, y más cuando la mayoría de los países dispone de un exceso de graduados sin colocar o que está realizando tareas de menor entidad que las previstas en su especialización.
Este desfase entre previsiones y resultados puede haber obedecido, en buenas parte, a haber orientado el peso fundamental de la planificación de la educación hacia objetivos productivistas de formación de mano de obra, de un modo excesivamente desvinculado de la planificación económica e incluso social del país.
La introducción de los aspectos sociales obligó a modificar los métodos y procedimientos en la planificación, para hacerla integral, y a la vez puso claramente de manifiesto que los "modelos educativos" dependen del "modelo de sociedad" al que se tiende o aspira. La incoherencia entre ambos puede llegar a ser insostenible. La concordancia dependerá de una política homogénea, con los suficientes apoyos sociales. En fin, de una política educativa democrática.

martes, 11 de diciembre de 2018

La conciencia moral

1. La voz de la conciencia
Con el término conciencia moral designamos la capacidad que tienen las personas para conocer y juzgar la bondad o maldad de las acciones, tanto propias como ajenas. La conciencia moral, además, mueve y orienta la conducta en la dirección que la persona considera correcta. Expresiones tales como "tengo la conciencia tranquila", "me remuerde la conciencia", "allá cada cual con su conciencia" o "he obrado según me dictaba la conciencia" reflejan claramente el significado moral y la importancia que concedemos a esta capacidad para orientanos en nuestra vida cotidiana.
En todos estos ejemplos el lenguaje popular habla de una especie de voz interior que inspira, obliga y sanciona la moralidad de nuestras acciones. Sin embargo, en su formulación habitual, esta voz aparece como algo demasiado misterioso; por eso la ética intenta aclarar qué es y cómo se desarrolla la conciencia en la vida de los individuos y las sociedades.

2. Heteronomía y autonomía
Para juzgar sobre la bondad o maldad de las acciones o de las normas, la conciencia se sirve de principios en virtud de los cuales la persona rige su vida. En ocasiones no nos percatamos muy bien de cuáles son nuestros principios, pero lo cierto es que cualquier persona se atiene a algunos, se dé cuenta o no de ello.
Estos principios pueden venirle impuestos o dárselos ella a sí misma, racional y libremente. En el primer caso hablamos de heteronomía y en el segundo, de autonomía:

- Una conciencia es heterónoma cuando se guía por:
  • Los dictados del instinto o las apetencias
  • Por la tradición
  • Por la autoridad de otros, sean personas concretas, sea una mayoría
- Una conciencia es autónoma, por el contrario, cuando es ella la que propone las normas morales que deben regir su acción, habiendo reflexionado y decidido sin coacciones.

Sin duda, las personas empezamos por aprender las normas en la sociedad en la que vivimos: en la familia, en la escuela, en el grupo de amigos de distintas edades. Es decir, que en principio nos vienen de "fuera". Pero eso no significa que seamos heterónomos.

La familia constituye un medio de aprendizaje de normas sociales muy importante. Pero sólo en la medida en que reflexionamos sobre ellas y las aceptamos si creemos que son válidas para hacernos mejores personas, nos convertiremos en seres autónomos.
Actuamos de forma autónoma si somos nosotros los que decidimos reflexivamente qué normas consideramos buenas y si somos capaces además de crear otras nuevas. Obramos de forma heterónoma, por el contrario, si nos guiamos por las apetencias o por lo que otros nos dictan, sin haber considerado por nuestra parte qué es lo propio de personas verdaderamente humanas.

La sociedad es el conjunto de las relaciones sociales. Pero, entre éstas, pueden distinguirse dos extremos: las relaciones de presión, en que lo propio es imponer al individuo, desde el exterior, un sistema de reglas de contenido obligatorio, y las relaciones de cooperación, cuya esencia es hacer nacer, en el interior de la mente, la conciencia de normas ideales que controlan todas las reglas. Las relaciones de autoridad y respeto unilateral dan lugar a las relaciones de presión y caracterizan la mayoría de los estados de hecho de la sociedad dada y, en particular, las relaciones entre el niño y el ambiente adulto que le rodea. Por el contrario, las relaciones de cooperación definidas por la igualdad y el respeto mutuo constituyen un sistema de equilibrio más avanzado.
Jean Piaget, El criterio moral en el niño

3. Autonomía y universalidad
"Autonomía" equivale entonces a "autolesgislación", a darse a sí mismo leyes propias. Pero, en cuanto hablamos de leyes, estamos indicando que valen para un grupo o bien universalmente, porque una ley no puede valer para una sola persona. En el caso de la moral, las leyes han de valer universalmente porque son aquellas que cualquier persona debería cumplir, para ser verdaderamente humana y no inhumana.
Por eso, con la expresión "autonomía moral" nos referimos a la capacidad que tenemos las personas de guiarnos por aquellas leyes que nos daríamos a nosotras mismas porque nos parecen propias de seres humanos. No tiene, pues, nada que ver con "hacer lo que me dé la gana", ni tampoco con la independencia frente a toda norma.

4. El desarrollo de la conciencia
Comportarse de forma autónoma es una posibilidad que cada ser humano puede realizar o no. Si repasamos la historia, podremos observar que las conductas heterónomas están siempre relacionadas con situaciones de servidumbre, en sus distintas formas, mientras que los seres autónomos se comportan como seres dueños de sus propios actos, porque en definitiva el término "autonomía" es sinónimo de libertad: es libre quien se da a sí mismo sus propias leyes y las sigue, siempre que entendamos por "sus propias leyes" aquellas que extendería a todos los seres humanos.
De ahí que podamos valorar el tránsito de la heteronomía a la autonomía como un progreso, como un ganar en madurez, que puede lograrse individual y socialmente.
Los individuos tenemos una conciencia capaz de progresar, pero también las sociedades tienen una conciencia que puede ir madurando desde la heteronomía a la autonomía: desde regirse por tradiciones, autoridades y costumbres no asumidas reflexivamente desde principios humanizadores, hasta guiarse por ese tipo de principios. En el caso de las sociedades, Habermas ha elaborado lo que él llama una teoría de la evolución social, en la que muestra que las sociedades han ido aprendiendo moralmente.       

lunes, 10 de diciembre de 2018

Incidencia de los materiales disponibles en la organización escolar

Los elementos materiales es otro aspecto a tener en cuenta para que faciliten las actividades escolares. La ausencia de condiciones materiales adecuadas (falta de espacio, material anticuado, etc.) dificulta la labor escolar, y por ello hay que tenerlas en cuenta. Ahora bien, no pensemos que adquiriendo un equipo costoso y muy atrayente mejoraremos por su solo uso el rendimiento escolar; facilitaremos, eso sí, un trabajo mejor, pero han de ser los elementos humanos quienes lo utilicen adecuadamente. ¡Quién no recuerda a un profesor que sólo con sus palabras y la tiza hacía vibrar a sus alumnos y los motivaba para un aprendizaje auténtico! Y en contraste con ello, veíamos una colección de aparatos científicos abandonada en unas estanterías llenas de polvo.
Por ello, todo centro escolar debe estudiar el modo de obtener el mayor rendimiento de los recursos disponibles y prever la rentabilidad de las posibles inversiones. Una norma de buena organización, antes de comprar un material, consistirá en conocer la capacidad de los profesores para utilizarlo educativamente y estudiar el beneficio que se espera obtener de él, así como disponer su ubicación en un lugar que permita utilizarlo en el momento oportuno. Así debería determinanrse, por ejemplo, si es mejor tener una gran biblioteca de centro o pequeñas bibliotecas de aula, o ambos tipos, estructurando la oportuna relación. Deberíamos preguntarnos: ¿Habrá un centro de medios audiovisuales, o varios aparatos distribuidos por las aulas? ¿Quiénes serán los responsables? ¿Quiénes cuidarán de las reparaciones? Etcétera.
Tanto los materiales de equipo como el mobiliario deben adaptarse a las necesidades de la escuela, su metodología, su estilo de trabajo, etc. No sirve el mismo mobiliario y material de clase para un aula tradicional, en la que el profesor explica y los alumnos escuchan o escriben individualmente en su banco, que para otra donde se trabaja en equipo o se sigue una enseñanza personalizada.
Podríamos hacer parecidas consideraciones referentes al espacio escolar. Nosotros damos forma a los edificios; luego ellos nos dan forma a nosotros. Y debería ser el programa lo que diera forma al edificio.
La flexibilidad sería la primera cualidad propia de un edificio escolar que hubiera de servir para la escuela de hoy y la del futuro.


Este espacio debería ser ampliable, convertible, polifacético y maleable. Ya no nos sirve el tipo de edificio que Mitchel llamaba de "celdas y campanas", con sus aulas para 30 alumnos, incomunicados entre sí, unidas por largos pasillos. El edificio actual debería tener aulas que permitieran acomodar grupos de diverso número de componentes, aulas unidas, espacios de uso común, centro de recursos didácticos, espacios abiertos, etc. Ello crearía otros problemas a resolver por los técnicos, como por ejemplo el de las paredes aislantes y comunicables a la vez, y sobre todo la forma de reducir el ruido.
El educador debe ser capaz de apropiarse del espacio escolar, modificarlo, personalizarlo y adaptarlo a las necesidades psicopedagógicas de cada momento. El problema actual del espacio ha de dejar de ser un problema cuantitativo (de metros cuadrados por niño) para centrarse en sus aspectos cualitativos.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Economía y sociedad en la España de los Reyes Católicos

1. Los puntos de partida
Los Reyes Católicos van a abordar una política renovadora, ágil y claramente reformista en la sociedad y la economía del país. Es cierto que la unidad de España como nación no se produce súbitamente durante su reinado, pero sí lo es que ellos construyen los cimientos que la hacen posible y que poseen una clara y decidida vocación unitaria. Aunque, en cualquier caso, ello no impedirá la existencia de territorios con fueros particulares, como los Señoríos de Vizcaya y de Molina o, más tarde, el reino de Navarra.
Ante las pretensiones primeras de Fernando, hubo de firmarse la Concordia de Segovia (1475), según la cual la firma de ambos monarcas había de aparecer conjuntamente en los documentos. La fórmula sería el "Tanto monta". Reyes de Castilla desde 1474, lo serían de Aragón desde 1479. En su escudo se unirían los símbolos de ambos reinos con su emblema del yugo y las flechas.

2. Demografía
Claramente era Castilla el reino más densamente poblado con unos siete millones de habitantes. Los reinos de la corona aragonesa llegarían aproximadamente al millón de habitantes, siendo el más poblado Valencia (350.000). Portugal tendría también un millón. Granada, 700.000 aproximadamente, y Navarra alrededor de 100.000.

3. Los grupos sociales
Los reyes realizarán una política de reformas sociales, dirigida a someter a la nobleza y a una cierta liberalización campesina, que propiciase un equilibrio social más estable: entre el 2 y el 3 % de la población era poseedora del 97-98 % de la tierra. 
La aristocracia será asimilada, mezclando la fuerza a las concesiones. La poderosa y semiindependiente nobleza de Galicia es obligada a derribar no menos de 46 fortalezas. Igual ocurrirá en Extremadura y Andalucía. Por las Cortes de Toledo de 1480 se obliga a la nobleza a devolver todos los territorios adquiridos en querellas intestinas. Pero en Castilla se legaliza definitivamente todo lo adquirido antes de 1464, y en Aragón se conceden indemnizaciones. En el primer intento de convertir a la aristocracia en nobleza cortesana, se crea el "Cuerpo de gentiles hombres de los Reyes", formado por jóvenes de la nobleza.

La vieja nobleza militar y feudal, independiente de los reyes, se transformará, en las generaciones de finales del XV, en culta y cortesana, bajo el control de la monarquía. Fotografía del sepulcro del joven Daniel Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza.
Los campesinos vivían completamente sometidos a los grandes señores. Ello impulsa a los reyes a promulgar la Pragmática de 1480, por la que se liberaba a los solariegos de Castilla de la obligación de "pertenecer" a un señor, y a dictar en 1486 la Sentencia de Guadalupe por la que quedaban como propietarios de sus tierras los payeses de remensa de Cataluña, quedando para el señor sólo el poder jurisdiccional.
Como escalón rural intermedio aparecen el rico labrador y el hidalgo, miembros de la pequeña nobleza rural que constituirá una de las bases de apoyo de los reyes.
Los problemas del campo en Castilla se agravarán por la decidida protección a la todopoderosa Mesta, asociación de ganaderos, la mayoría nobles. Se prohíbe cercar los campos, quedando grandes extensiones sin cultivar. Ello producirá períodos de hambre, falta de producción agrícola y deforestación. En Cataluña, en cambio, desde 1511 se prohíbe el paso del ganado por tierras roturadas.
En las ciudades existe una clase media artesanal, pero continúan los gremios de estructura cerrada y un poderoso patriciado urbano.

4. La economía
Las fuentes de riqueza y exportación serán la lana, el hierro, el alumbre y la sal. Se apoya a industrias tradicionales: cerámica, platería, cueros, armas... pero sobre todo paños y sedas. Así la industria textil será muy protegida, prohibiéndose la importación y atrayendo obreros técnicos de Flandes y de Italia. Los centros estarán en Segovia, Salamanca y Cataluña.
Preocupación fundamental será el comercio. A imitación del Consulat del Mar catalán, se crean consulados en Burgos y Bilbao, que centralizan conjuntamente el transporte hacia el Atlántico Norte. Los reyes darán "seguros" para los asistentes a las ferias castellanas: Medina, Toledo, Segovia y Valladolid, a las que pronto se unirá Zaragoza. Vienen mercaderes genoveses, florentinos, ingleses, alemanes y flamencos. Y mercaderes guipuzcoanos y vizcaínos, tendrán asiento en Flandes. Desde 1480, en las Cortes de Toledo, se primará la construcción de buques de más de 200 Tm para favorecer el gran comercio internacional, creándose astilleros (atarazanas) en Sevilla y Bilbao. Fue unificada también la moneda de todos los reinos.
Se procura detener la decadencia económica catalana e impulsar su recuperación. Es el redreç, que comenzará en 1481. Barcos catalanes surcan ya el Atlántico y el Mar del Norte, y aparecen en los mercados del norte de África (tras la conquista de Orán, Bujía y Trípoli). Zaragoza se convierte en una importante ciudad mercantil, aunque Valencia continúa siendo el foco cultural, el centro financiero y la capital económica de la Corona de Aragón, impulsada de nuevo con las conquistas de Italia.       

jueves, 6 de diciembre de 2018

Agrupación de alumnos

Un rasgo esencial de la educación institucionalizada es el agrupamiento de los alumnos ya asignados previamente a un curso o ciclo determinado. Esta problemática se plantea en las escuelas grandes, donde el número de alumnos es superior al número óptimo por clase. ¿Cómo agruparemos los 150 niños que inician la escolaridad? ¿Qué criterios utilizaremos para asignarlos a 1º A, 1º B, 1º C, ... ? ¿Lograrán una mejor formación organizándose de este modo o del otro?
Aquí se plantea una gran cantidad de interrogantes a los que la organización escolar debería responder.
Un riguroso trabajo de análisis crítico y de sistematización acerca de las investigaciones experimentales sobre agrupamiento como el realizado por el profesor Arturo de la Orden (1975) puso de relieve la evidencia científica, desmitificadora en este caso, de la relación entre un agrupamiento determinado de alumnos y su rendimiento académico.
El agrupamiento, por una parte, viene determinado y es expresión de factores sustantivos como la filosofía de la educación que informa el sistema, el tipo de programa y los objetivos propuestos; y por otra, determina en gran medida las características del proceso educativo y, a nivel más modesto, ciertos resultados pedagógicos.
Agrupar a los alumnos, algo exigido en principio por razones cuantitativas, se realiza de acuerdo con determinados criterios, justificando su utilización en la pretensión de que los grupos así formados constituyen el medio más eficaz, en una situación dada, para que un máximo de alumnos alcance un óptimo de educación
El problema de la clasificación y agrupamiento de los alumnos ha constituido y constituye, en la medida en que la educación institucional se ha hecho multitudinaria, una de las preocupaciones permanentes del profesorado y de los directores y responsables de la organización de los centros docentes.
La variabilidad en los rasgos y ritmos de desarrollo y aprendizaje de los alumnos se halla efectivamente en el fondo de toda la problemática de la agrupación escolar.
Como consecuencia de la concepción meramente instrumental del agrupamiento, los centros docentes del futuro adoptarán sistemas propios, eclécticos y pragmáticos, en vez de someterse a planes organizativos prefabricados y previamente (rígidamente) estructurados. Con la tendencia actual hacia la generalización del aprendizaje individualizado, dentro de una concepción personalista de la educación, desaparecerá la problemática de la agrupación de los alumnos o de las supuestas ventajas de clases homogéneas o heterogéneas.
El agrupamiento homogéneo, tomando como base la inteligencia o la instrucción, no produce grupos homogéneos respecto al resto de los factores determinantes del aprendizaje, e incluso la homogeneidad en relación con cada uno de estos amplios criterios es sólo relativa.

Aunque las investigaciones realizadas en la primera mitad del siglo XX parecían aportar cierta evidencia en favor de una ligera superioridad del grupo homogéneo sobre el heterogéneo, en relación con el rendimiento académico de los alumnos, los estudios más recientes, de metodología y diseño más adecuados, permiten afirmar que, en general, el agrupamiento por sí mismo, sea homogéneo o heterogéneo, no afecta de forma apreciable al rendimiento académico de los alumnos. En contra de las conclusiones obtenidas en los primeros estudios, se pone de manifiesto que el grupo homogéneo influye negativamente en el rendimiento de los alumnos lentos. Por ello cada vez se tiende más a no separar a los estudiantes en clases diferenciadas, sino incluso a integrar (con los apoyos necesarios) a los alumnos con deficiencias en la escolaridad normalizada.

domingo, 2 de diciembre de 2018

El derecho romano

La sociedad antigua se basaba en el principio de desigualdad. Sin embargo, a Roma le debemos la preocupación por elaborar un código de justicia muy bien estructurado y basado en la igualdad. Para los romanos, el término "justicia" era el mismo que el término "equidad".
El derecho romano es el derecho elaborado por el pueblo de Roma a lo largo de su historia, o sea, el conjunto de leyes que regularon la convivencia de los romanos. Al principio, ese derecho era consuetudinario, es decir, basado en la costumbre (del latín consuetudo, que significa "costumbre". No existía el derecho escrito, sino solamente unas normas de convivencia entre los ciudadanos. Pero era difícil saber lo que era legal y lo que no lo era, porque no estaba escrito; y por eso la justicia podía beneficiar a unos o perjudicar a otros erróneamente.
Con la llegada de la República, los plebeyos se enfrentaron a los patricios en demanda de un código de leyes escritas. Así nació el primer código escrito, en el año 450 a.C., llamado Ley de las XII Tablas, que estuvo en vigor durante doscientos años. Por tanto, el derecho romano realmente empieza con la redacción de ese conjunto de leyes.
La Ley de las XII Tablas puso fin a la lucha que enfrentaba a estas dos clases sociales. Su redacción se llevó a cabo por decisión del Senado, que encargó a una comisión de tres miembros ir a Grecia a recabar información sobre las reformas que había hecho Solón, y que por entonces eran un buen ejemplo a seguir. Esta comisión presentó diez tablas de leyes, a las que más tarde se añadieron otras dos. Estas doce tablas constituían una ley común para patricios y plebeyos. Escritas en frases muy breves, sus sentencias dejaban garantizados los derechos individuales de las personas.
Con la evolución de la sociedad se hizo necesaria una elaboración más profunda de las leyes, tarea que desempeñaron profesionales de la justicia. Estos juristas sentaron la base de la ciencia jurídica, muchos de cuyos principios siguen vigentes hoy en día.

1. Derechos público y privado
Una de las primeras innovaciones del derecho romano es la distinción entre el derecho público y el derecho privado.
El derecho público afecta a la organización del Estado, de la ciudad y de las provincias. Tiene un carácter social y político.
El derecho privado afecta a los particulares. Es un derecho ético y económico; abarca todos los asuntos referidos a los comportamientos entre las personas, como el adulterio, asuntos de herencia, etc. Puede ser de tres tipos: el derecho natural, que dictaba el código ético fundamental de todos los romanos; el derecho de gentes, regulaba la relación entre los romanos y las personas que no contaban con la ciudadanía romana; y el derecho civil, que recogía el conjunto de leyes procedentes de los senadoconsultos, decretos, edictos, etc.

2. El concepto de ley
Un texto alcanzaba rango de ley sólo cuando había sido aprobado en las asambleas. Más tarde, las decisiones del senado también tuvieron fuerza de ley. El resto -por ejemplo, las decisiones tomadas por los magistrados- eran decretos o edictos, pero no leyes.

La Curia era el lugar de reunión del Senado y el centro político de la República romana
 Procedimiento de votación 
Un magistrado proponía un proyecto de ley, que se presentaba al Senado para su discusión. Después el proyecto se publicaba por lo menos tres semanas antes de la fecha prevista para su votación en la asamblea. Transcurrido ese periodo, el pueblo se reunía y discutía el contenido del proyecto de ley. Una vez aprobado por votación, la ley entraba en vigor inmediatamente, y era publicada para que todos conocieran su contenido. Las normas publicadas eran de obligado cumplimiento, y con ellas se definía un espacio de convivencia público en el que el comportamiento personal estaba definido, restringiéndose el ámbito de la acción particular, que quedaba al amparo del código ético o moral personal.

3. Organización del aparato judicial
El principio central de la organización de la justicia en el derecho romano es la separación entre el magistrado y el juez. El magistrado organiza un proceso judicial y formula las normas jurídicas que hay que aplicar. El juez examina los hechos y las pruebas, y pronuncia la sentencia. El juez representa a los ciudadanos, que son la voz pública. Hay dos clases de jueces:
  • El juez único, que es la persona que dicta sentencia cuando los asuntos son de poca trascendencia. Es elegido libremente de entre el conjunto de ciudadanos romanos o a partir de una lista de nombres propuesta y consensuada por un acuerdo entre los litigantes. Esta elección siempre se tenía que hacer en presencia de un magistrado que la autorizara.
  • Los tribunales permanentes, que eran los que intervenían cuando los asuntos tenían una mayor trascendencia; por ejemplo, cuando se trataba de decidir la libertad del acusado en asuntos relacionados con deudas. En estos casos no se podía recurrir al juez único, sino que se requería la labor de un tribunal "profesional".
 Procedimiento 
El procedimiento que se seguía era el de la "acciones de ley", creado por las XII Tablas: los litigantes y el juez exponían sus pretensiones; después, venían las alegaciones de los abogados y el examen de las pruebas.
Una vez pronunciada la sentencia, que habitualmente consistía en el pago de una suma de dinero, se procedía a ejecutarla, y si el acusado se negaba a cumplirla, entonces se realizaba la manus injectio, es decir, el acto de "echarle mano". En este caso podían ocurrir dos cosas: un amigo podía intervenir y ayudar al deudor, diciendo que le acusaban injustamente (pero, si perdían el caso porque la acusación resultaba cierta, a ese amigo le obligaban a pagar el doble de la cantidad inicial); o, por el contrario, el acusado no tenía ningún amigo que acudiera a ayudarle, y el acreedor se lo podía llevar a su casa y encerrarlo durante sesenta días. Si en ese tiempo no satisfacía la deuda, el acreedor podía matarlo o venderlo como esclavo fuera de Roma. Este castigo era, obviamente, terrible. Y pronto fue modificado por uno más suave: el acreedor se llevaba al deudor a su casa, donde le ponía a trabajar en su beneficio hasta compensar el valor de la deuda.
El pretor era la persona encargada de velar por el correcto funcionamiento de la justicia y encauzar su acción.

 Jurisprudencia 
La jurisprudencia es la ciencia del derecho. Nace cuando los ciudadanos tienen interés por conocer el contenido de las leyes. Es, por tanto, doctrina no codificada que adquiría fuerza de ley. Las personas especializadas en derecho son los juristas, y a ellos acuden el juez y los pretores cuando necesitan consultar algo referido a las leyes. Los juristas romanos más importantes pertenecen a la época del Imperio. Conocían tanto el derecho, que sus respuestas tenían fuerza de ley. Escribían libros para que los niños aprendieran las leyes en las escuelas. Sus opiniones constituían el corpus de la jurisprudencia de la ciencia del derecho.
El problema cardinal en el derecho es llegar a dilucidar con claridad qué es lo bueno y qué es lo malo, qué corresponde a cada uno y qué no; la búsqueda de una definición clara de justicia constituye el objetivo fundamental en la creación de un código de leyes.

4. Derecho bizantino
Cuando desaparece el Imperio Romano de Occidente, con la caída de Roma, empieza, en la parte oriental del Imperio (Constantinopla), una extraordinaria labor jurídica: el emperador Teodosio II ordena recopilar de forma oficial todas las leyes aprobadas a partir de Constantino, primer emperador cristiano. El objetivo era poder utilizar el contenido de esas leyes delante de los tribunales y enseñarlas en las escuelas. 
Esta primera compilación oficial, llamada Código de Teodosio, se distribuyó en dieciséis libros, y sirvió de manual de enseñanza. El nombre de "derecho bizantino" dado a estas leyes se debe a que dicha tarea de compilación tuvo lugar en la parte oriental del Imperio, en Constantinopla.
En la época imperial, la fuente del derecho es la constitución dictada por el emperador. Lo que aprueba el emperador tiene fuerza de ley, y no es posible discutirlo. Su palabra es sagrada y su voluntad inviolable.

  Características del código de Teodosio 
A quienes leemos hoy el texto de las leyes recogidas en el Código de Teodosio nos llaman la atención tres cosas: la repetición de los mismos mensajes, pero expresados de forma distinta, lo cual indica que las leyes no eran obedecidas; la extrema severidad de las leyes, que imponen castigos extremadamente crueles, y la ambigüedad de su lenguaje, que confunde a veces la noción de crimen, castigo, delito y pecado.
Ello es así porque corresponde a un momento histórico-político muy peculiar y a una situación religiosa muy delicada: el fin del paganismo y el auge del cristianismo.
Las leyes imperiales se confunden con los mandatos religiosos, porque -no lo olvidemos- Constantino fue el primer emperador cristiano. Y el lenguaje transmite muy bien la conciencia de quien legisla.
Iglesia y Estado se encuentran, en el siglo V d.C., en plena batalla hacia el poder. Uno y otro empiezan a confundirse.
En las leyes imperiales encontramos más penas capitales que en el resto de las leyes de todo el Imperio. La pena capital podía ser de tres clases: muerte corporal, trabajos forzados en las minas y deportación. El resto de castigos consiste en una enorme lista de torturas. Y, desde nuestra perspectiva actual, no siempre se corresponde el delito con la crueldad del castigo. Veamos algunas de sus leyes.
"Si alguien, con sacrílego cuchillo, merma una vida alegando falsas pruebas de pobreza, sea castigado con la pena capital" (Código de Teodosio). El adjetivo "sacrílego" tiene aquí una connotación religiosa que no tenía antes en el derecho romano.
"Nadie consulte a arúspice, matemático o brujo. Deténgase la depravada actividad de los adivinos. Cesen ya de actuar en este territorio los magos y maléficos. Termine para siempre la curiosidad de la adivinación. Todo aquel que no cumpliere esta orden sufrirá el castigo capital, abatido por la espada vengadora" (Código de Teodosio). El adjetivo "vengadora" se contradice con la ventaja que supuso la codificación de las leyes, puesto que, precisamente, ya no era venganza lo que se buscaba en el derecho de las XII Tablas, sino justicia y equidad.

 La labor de Justiniano 
El emperado Justiniano, en el siglo VI d.C., continuó la obra iniciada por Teodosio y mandó reunir, en un solo cuerpo, toda la jurisprudencia clásica y las leyes de los emperadores.
Para ello buscó a los mejores profesores de derecho y a los abogados de mayor prestigio, y los organizó bajo la dirección de Triboniano, su ministro de justicia. Les encargó la tarea de seleccionar lo mejor de la jurisprudencia clásica, eliminar lo anticuado y adaptar lo restante a los nuevos tiempos. El resultado fue una inmensa obra titulada Digesto.

5. Pervivencia del derecho romano
El derecho romano en su forma original ha estado presente en casi toda Europa hasta el siglo XIX, cuando fue modificado por los modernos códigos civiles inspirados en el de Napoleón.
El código civil español data del año 1889, y recoge, al igual que todos los códigos europeos, las bases esenciales del derecho romano. Los conceptos de "justicia", "igualdad" o "legalidad", aplicados a la posición de los ciudadanos en su convivencia diaria, los debemos al derecho romano, al igual que muchos de los latinismos más frecuentemente empleados, que se han convertido en principios jurídicos. Veamos algunos ejemplo:

  LEX NON VALET EXTRA TERRITORIUM 

"LA LEY CARECE DE VALIDEZ FUERA DEL TERRITORIO NACIONAL"
La legislación nacional tiene vigencia dentro del territorio del propio Estado. Por eso, muchos criminales y delincuentes intentan evitar la acción de la justicia huyendo a otro país. Los acuerdos de extradicción entre los diferentes estados intentan evitar estas situaciones.

 SUB IUDICE 

"BAJO LA DECISIÓN DEL JUEZ"
Esta expresión se emplea cuando se está a la espera de la sentencia que debe pronunciar el juez o el jurado, una vez que se ha celebrado el juicio.

 LEX INIUSTA NON EST LEX 

"LA LEY INJUSTA NO ES LEY"
El término justicia puede resultar muy ambiguo y, aunque la ley sea de obligado cumplimiento, cuando existan dudas sobre su legitimidad, podría perder su categoría de ley, y no ser atendida.

 IN DUBIO PRO REO 

"EN CASO DE DUDA, A FAVOR DEL ACUSADO"
Es la base de la presunción de inocencia, principio jurídio sobre el que se construye todo nuestro sistema legal. En otras palabras, esta expresión significa que todo individuo debe ser considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario.

 DURA LEX, SED LEX 

"LA LEY ES DURA, PERO ES LA LEY"
La valoración sobre la dureza o bondad de una ley es un término relativo, siempre está condicionada a la situación y la persona concreta sobre la que se aplica; por tanto, independientemente de la valoración que se tenga, la ley ha de ser aplicada.

 DE IURE 

"DE DERECHO"
Todo aquello que está legitimado por la ley, es decir, todo aquello recogido específicamente en algún texto legal.

 DE FACTO 

"DE HECHO"
Esta expresión se emplea por oposición a "de derecho", y se aplica a situaciones vigentes, aunque no cuenten con el respaldo o la legitimidad de las leyes.