martes, 27 de agosto de 2019

La cultura en la época de los Reyes Católicos

1. El humanismo español
En 1474, año de la coronación de los Reyes Católicos, se publica el primer libro impreso, en Valencia. Y la imprenta se difunde, desde la Corona aragonesa a Castilla.
Fernando el Católico se educó en un ambiente renacentista. A España vendrán humanistas italianos, como Pedro Mártir y Lucio Marineo Sículo. Los príncipes serán educados por humanistas, y la propia Reina Isabel comenzó a aprender latín de la dama Beatriz Galindo, la "Latina". Es un auge cultural que convertirá a muchos aristócratas en mecenas de artistas, a la manera italiana.
El Cardenal Cisneros funda la Universidad de Alcalá en 1508 y ofrecerá en ella una cátedra a Erasmo de Rotterdam. Gran mecenas, Cisneros abordará la edición de la Biblia Políglota, monumento trabajo de la época, impulsará la reforma católica, poniendo el Renacimiento al servicio de la fe, y patrocinará multitud de ediciones de libros.
Las jóvenes generaciones de maestros de Alcalá difunden las ideas de Erasmo e intentan una apertura de España hacia el humanismo europeo.
En 1492, Antonio de Nebrija, profesor de Salamanca y Alcalá, publica la primera Gramática de la Lengua Española. En su prólogo identifica la lengua castellana con el futuro imperio que profetiza para España. Era el orgullo y el optimismo de una nación nueva y en ascenso.
La literatura (Fernando de Rojas, Juan del Encina, Diego de San Pedro, los romances, las novelas de caballería...) sufrirá el mismo impulso moderno y renovador.

2. El arte
En el arte de la época asistimos a un esplendoroso gótico final que muere lentamente, sin decadencia, y al inicio del arte renacentista en España. Ambos estilos coexisten, realizándose en muchos momentos auténticas síntesis basadas en una estructura aún gótica y una decoración típicamente del Renacimiento.

 El Gótico final  
Así, hay un llamado "estilo de los Reyes Católicos" y también estilo "Isabel" o "Gótico florido", que va a ser la versión española del flamígero alemán y del posterior manuelino portugués. En él se mezclarán elementos germánicos y borgoñones con el gusto barroquizante español y con nuestro típico mudéjar. Es un estilo de profusa decoración que recubre las zonas centrales de las fachadas con bellísimos patios. Será impulsado por la nueva monarquía hispánica y secundado por los grandes señores.
Pero es un arte oficial, de viejos y prestigiosos maestros tradicionales, mientras al mismo tiempo las nuevas generaciones, que han estudiado en Italia, traen ya el estilo del Renacimiento que triunfa.
Las grandes construcciones de este gótico final serán la Cartuja de Miraflores, la Capilla del Condestable en la Catedral de Burgos, obra de Simón de Colonia, San Juan de los Reyes en Toledo, de Juan Guas, San Gregorio y San Pablo en Valladolid. En la Corona de Aragón se reforma La Seo de Zaragoza y se construyen la Capilla de San Jorge en la Generalitat de Barcelona y la bellísima Lonja de Valencia, obra de Pedro Compte. A principios del XVI hay un llamado "Estilo Cisneros", de fuerte influencia mudéjar, en torno a Alcalá.

 El primer Renacimiento  
Por la misma época en que se comienza San Gregorio (1488), y también en Valladolid, el joven arquitecto Lorenzo Vázquez empieza la edificación del Palacio de Santa Cruz, ya de una gran sobriedad toscana. Muy pocos años después y a impulso, como el anterior, del Cardenal Mendoza, se construye el Hospital de la Santa Cruz de Toledo (1504), en donde asistimos al definitivo triunfo de un Renacimiento optimista, jugoso y lleno de equilibrio y novedad, que en su primera etapa, por el gusto de la decoración minuciosa, detallada y rica, recibirá el nombre de plateresco. Se levantarán formidables monumentos de la arquitectura civil, como la Casa de las Conchas de Salamanca, el Palacio del Infantado de Guadalajara o el Palacio del Duque de Medinaceli (Cogolludo), de Lorenzo Vázquez. 
Este gran plateresco castellano será el estilo español durante todo el primer tercio del XVI. En Salamanca, ciudad del plateresco, reharán los Reyes Católicos la Universidad, una de las joyas del estilo. En Aragón se difundirá también el plateresco (Santa Engracia de Zaragoza), pero habrá una mayor influencia del mudéjar, con empleo del ladrillo.

Fachada plateresca de la Universidad de Salamanca. En el centro, el medallón con los bustos de los Reyes Católicos, protectores de la Universidad.

 La escultura  
A España vendrán escultores extranjeros, como Domenico Fancelli y Felipe Bigarny. El gran retablo del Pilar de Zaragoza será obra del valenciano Damián Forment. Gil de Siloé realizará el retable de Miraflores y los sepulcros de Miraflores y de la Capilla del Condestable. La escultura derivará muy pronto hacia el renacentismo.

 La pintura  
En pintura destacará el cordobés Bartolomé Bermejo que trabaja en la Corona de Aragón. En Andalucía pinta Alejo Fernández; en Castilla, Fernando Gallego y el gran Pedro Berruguete, que trabaja en Ávila y es autor del famoso "Auto de fe". El más importante de los pintores extranjeros será Juan de Flandes