domingo, 16 de junio de 2019

Necesidades básicas y sus concomitantes culturales: Protección

La organización de la defensa contra los peligros naturales o los cataclismos, contra los ataques de los animales o de la violencia humana, implican evidentemente instituciones tales como la casa, el municipio, el clan, el grupo de edad o la tribu. Intervienen aquí dos importantes consideraciones. La profesión consiste con frecuencia en prever y planear. El construir casas sobre pilotes, plantados, ya en tierra sólida, ya en lagunas poco profundas o en los lagos; el erigir empalizadas o paredes; el escoger sitio apropiado para prevenir las marejadas, la erupción volcánica o los terremotos; toda esta salvaguardia preventiva debe ser relacionada con la necesidad biológica de seguridad y su concomitante cultural de protección. Una vez más, el factor económico interviene de forma clara y definida en los principios de selección, construcción y mantenimiento, técnicamente planeados y cooperativamente ejecutados. Aparece evidente la transferencia de las reglas técnicas al campo de las leyes que rigen la conducta, la propiedad y el poder. El adiestramiento significa que la joven generación debe ser preparada, ilustrada y aconsejada.

Palafitos construidos en el Delta Amacuro (Venezuela)

Si consideramos la protección contra los enemigos humanos o los animales peligrosos, encontramos el motivo principal que impele al hombre, primitivo o civilizado, a organizar sus fuerzas armadas para la resistencia y la agresión. En ciertos tipos de "hábitat" y bajo condiciones muy elementales de vida, donde la densidad de población es muy baja, resulta también insignificante la necesidad de una organización armada. Se reduce, por lo general, al hecho de que cada varón tenga algunos simples instrumentos para defenderse de los ataques y para llevarlos a cabo por su parte. De acuerdo con la información etnográfica a mano, parece probable que el elemento político, esto es, el recurso de fortalecer el propio punto de vista por medio del argumento de la violencia corporal directa, es poco frecuente y en modo alguno extendido. En nuestra terminología, diríamos que la autoridad política resida primariamente en pequeñas instituciones tales como la familia, el clan o el grupo municipal. El desarrollo de las instituciones militares individuales se produce probablemente en un grado de evolución muy posterior. Lo que nos interesa aquí es que la protección organizada bajo la forma de resistencia, ya a las fuerzas naturales, ya a los seres humanos o a los animales, aparece invariablemente institucionalizada. En otras palabras, tendríamos que estudiar, en cada caso, la instalación material, el equipo de artepactos, el sistema de normas, la organización del elemento humano y la relación de tales grupos con la necesidad biológica de la autopreservación y con las técnicas económicas, jurídicas, educacionales y políticas empleadas. También aquí, la confianza en la ayuda, tanto como el temor al peligro, son habitualmente reinterpretados por la tradición, tanto primitiva como evolucionada, ya en forma de conocimientos científico fundamentado, ya como creencia mitológica o personal o en el sentido de responsabilidad por los mandatos y seres sobrenaturales.