sábado, 8 de marzo de 2014

Platón: La teoría de las ideas

La teoría de las ideas constituye el núcleo central de la filosofía platónica y en ella se fundamentan los diferentes contenidos científicos de su pensamiento, a saber, la Ontología, la Epistemología, la Psicología, la Ética y la Política.
No obstante, dicha teoría nunca tuvo una elaboración acabada y completa, sino que fue configurándose lentamente, con añadidos y correcciones constantes, y su autor nunca la consideró plena y definitivamente terminada; comenzó a surgir en los diálogos de transición, sobre todo en el Menón, constituyó el tema central de los diálogos doctrinales (Banquete, Fedón, República y Fedro) y fue sometida reiteradamente a revisión en los diálogos de la vejez. A este respecto, vamos a analizar la obra platónica centrándonos en sus rasgos más generales y característicos.


1. Características de las ideas
Para Platón, las ideas son el auténtico ser, la verdadera realidad, de tal modo que frente a ellas toda otra realidad es degradada y deficiente; las ideas son inengendradas, imperecederas e inmutables (eternas), independientes y separadas de todos los objetos materiales; su lugar propio y adecuado es el mundo inteligible, que se encuentra más allá del cielo.

2. De qué realidades hay ideas
Platón señaló que hay ideas, en primer lugar, de la justicia, de la virtud, de la bondad, etc., es decir, de realidades éticas y estéticas; igualmente se refirió a la existencia de ideas de lo semejante y de lo desemejante, de la unidad y la pluralidad, o lo que es lo mismo, de relaciones y proporciones; esto es, incluyó también en el mundo inteligible los entes matemáticos y, posteriormente, las ideas de los seres naturales y artificiales (ideas de caballo, árbol, mesa, silla, etc.) y de los cuerpos simples (fuego, aire, agua y tierra) y, finalmente, concluyó admitiendo la existencia de ideas de cosas negativas y repugnantes (la suciedad, los piojos...); en consecuencia, según la teoría de las ideas a cada clase de objetos, formas y relaciones del mundo sensible le corresponde en el mundo inteligible su idea propia y adecuada.


3. Significado de las ideas
Si las ideas son la auténtica realidad, el verdadero ser, poseerán en primer lugar un sentido ontológico y de modo derivado un sentido lógico.
En su sentido ontológico, es decir, en tanto en cuanto realidad, en tanto en cuanto ser, la idea constituye:
 a)  La esencia, lo que las cosas son en sí mismas, esto es, el auténtico ser de las cosas se encuentra en sus ideas; por ejemplo, el verdadero caballo no es el que corre en el hipódromo, sino el contenido en la idea caballo.
 b)  Causa ejemplar, paradigma o modelo de todas las cosas, pues todas las cosas imitan o participan de las ideas; el caballo que corre en el hipódromo es caballo en la misma medida en que se aproxima a la idea de caballo.
 c)  Fin (causa final) pues todas las cosas tienden hacia las ideas (teleología); todos los caballos se hacen mejores cuanto más se asemejan al caballo ideal.
En su significado lógico la idea se constituye en el concepto universal, o expresado de otro modo, es un concepto que se refiere a la pluralidad de objetos de la misma especie; por ejemplo, el concepto "caballo" sirve para designar a todos los caballos.



4. Relaciones de las ideas entre sí
El mundo de las ideas posee una estructura piramidal, de acuerdo con los diferentes estratos o niveles de ser, según la cual unas ideas son inferiores y su existencia y su entidad dependen de otras superiores; éstas, a su vez, de otras más elevadas, y así sucesivamente hasta llegar a la idea suprema, la Idea de Bien, que constituye la cúspide de la pirámide y que, por tanto, es la realidad superior de la que en último término depende toda otra realidad.
Según esta configuración, pues, existe una comunidad de ideas, en el sentido de que unas ideas dependen y se relacionan con otras, y en último término, todas se encuentran bajo la unidad de la idea suprema, a saber, la Idea de Bien.

5. La Idea de Bien
El mundo de la ideas culmina en la Idea de Bien. Pero, ¿qué es la Idea de Bien? La Idea de Bien es la suprema realidad, gracias a la cual existen y son verdaderas todas las demás realidades, o sea, las ideas y, en último término, también las cosas del mundo sensible; es decir, la Idea de Bien proporciona el ser a todo cuanto es, a todo cuanto existe, y en consecuencia, es un trascendental, o lo que es lo mismo, algo que siendo en sí mismo, es al mismo tiempo en todas las demás realidades. En este sentido todo el resto de los seres poseerán realidad en tanto en cuanto en ellos se dé la Idea de Bien.
Gracias a la Idea de Bien se dan y cobran su verdadera realidad y su auténtico valor la verdad, la belleza, la justicia y todas las demás realidades.

6. Relación de las cosas con las ideas
Del mismo modo que en el mito de la caverna las sombras, en tanto en cuanto son meros reflejos de "objetos" y de "estatuas", poseen una entidad (una realidad) aparente, en el mundo físico y material, que nos rodea, las realidades con las que nos relacionamos (la casa, la mesa, el caballo, la justicia, etc.) son meros reflejos, simples sombras de las ideas que se hallan en el mundo inteligible. En este sentido, Platón se refirió a veces a la participación (mézexis) y otras a la imitación (mímesis) de las cosas en las ideas.

7. El surgimiento del mundo
Platón explicó el surgimiento del mundo sensible en su diálogo Timeo: este mundo ha sido realizado por el Demiurgo (artífice o hacedor), quien, teniendo en cuenta la realidad del cosmos inteligible, proporcionó la forma adecuada a una materia preexistente.
Según esta teoría, en el nacimiento del mundo intervinieron tres realidades: el Demiurgo, las ideas y la materia indeterminada. El Demiurgo viene a ser como un dios, pero no como el Dios cristiano, omnipotente y creador de todas las cosas, sino como un dios "hacedor" o artífice, que en su obra se sirvió de otras realidades que ya existían antes y, de esta manera, utilizando la materia preexistente e imitando las ideas, formó o hizo el mundo y las cosas de éste.