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lunes, 10 de febrero de 2020

Información pedagógica

La pedagogía, como cualquier otra disciplina, abarca una amplia variedad de fenómenos a estudiar. Fenómenos que aborda con diversos medios que le permiten en primer lugar la producción, y luego el almacenamiento y la difusión del conocimiento adquirido. Ambos aspectos, por hacer posible la aparición o la circulación de saber sobre la educación, serán para el investigador o estudioso fuentes de información pedagógica. Por tanto, podemos calificar de fuente de la pedagogía a cualquier realidad que pueda originar la producción de nuevos conocimientos, o a cualquier medio que nos proporcione conocimientos ya elaborados. La amplitud de las fuentes pedagógicas en su doble sentido es enorme.
Por una parte, hemos definido como fuente, en sentido amplio, alguna realidad a partir de la cual podemos crear nueva información pedagógica. Es decir, algo de donde extraigo, aplicando ciertos métodos, un saber sobre la educación. Abarca, entre otros, aspectos tan diversos como las situaciones artificiales de investigación; la realidad educativa en todos sus niveles; la práctica educativa que realizan los educadores; las experiencias y reflexiones personales conseguidas o sugeridas por cualquier procedimiento; todo tipo de documentación histórica; la cultura popular con sus refranes, cuentos, cancioneros, costumbres y otros productos en cuanto son expresión y aplicación de la sabiduría popular a la educación; los medios de comunicación de masas; buena parte de la literatura y otras formas artísticas, y sin duda muchos otros aspectos de la realidad. En cierto sentido, todo producto cultural encierra una faceta educativa, cuya trascendencia será mayor o menor según los casos, y que podemos investigar mediante variados métodos.
En un sentido más restringido, pero también más próximo a lo que aquí nos ocupa, hemos entendido por fuente pedagógica cualquier institución o medio documental que recoja, acumule y, sobre todo, exponga y difunda información pedagógica de cualquier índole. Las fuentes así concebidas son medios para conseguir una máxima circulación y extensión de la información pedagógica. Son, por lo tanto, una causa del aumento de conocimientos de los estudiosos de la pedagogía. Además, contribuyen poderosamente a configurar y unificar el área de saber que aborda la comunidad de los pedagogos, así como a facilitar el debate y la exposición de sus distintos puntos de vista. Esta concepción de las fuentes engloba ciertas funciones de instituciones pedagógicas nacionales e internacionales, centros y publicaciones de documentación, el amplísimo campo de la bibliografía pedagógica y el no menos extenso de las revistas especializadas en temas educativos.
En la actualidad una de las fuentes más importantes de información son las revistas. Su trascendencia reside en el hecho de que en ellas suelen publicarse los trabajos más recientes, así como ciertos estudios muy específicos que difícilmente llegan a publicarse en forma de libros. La inmediatez y la especialización son, pues, dos virtudes importantes de este instrumento de comunicación científica.

domingo, 2 de abril de 2017

Las ciencias de la educación

Las llamadas "ciencias de la educación" han ido surgiendo y estableciéndose a lo largo de la época contemporánea, unas veces partiendo de la misma pedagogía general o troncal -referente al concepto, estructura, elementos, medios y actividades de la educación-, o de la didáctica, entendida genéricamente como una teoría y metodología de la enseñanza, o de sus ramas y aplicaciones o ya de otras ciencias y campos de estudio que inciden en el tratamiento de la educación y de la enseñanza, en alguno de sus múltiples aspectos. O sea, algunas arrancan de la misma pedagogía y de la didáctica, otras provienen de otros campos científicos que se aplican a la educación.
Siguiendo a Avanzini, pueden distinguirse en la investigación educativa, a lo largo de su historia, tres etapas: 1ª) filosófica, que se iniciaría con Platón y su tratado La república; 2ª) científica, que encarnaría el positivismo, especialmente Durkheim; 3ª) de las ciencias de la educación, propia de nuestra época (la expresión fue introducida por Debesse en los años sesenta, consagrándose a partir de 1967).
El papel de la pedagogía como disciplina científica o, simplemente, como rama del saber, ante la implantación y el avance de las ciencias de la educación, podríamos resumirlo en estas tres posibilidades:
 a)  disciplina que engloba todo el saber pedagógico en su referencia a la educación (científica, filosófica, tecnológica o praxiológicamente) y como poseedora de una dimensión normativa (reguladora, conductiva);
 b)  disciplina encuadrada en el ámbito de las "ciencias de la educación", entendidas tales ciencias en un sentido amplio (empírico, racional, normativo...), referida básicamente a la acción educativa, es decir, a la normativa de dicha acción;
 c)  disciplina meramente histórica que ha ido diversificándose y, finalmente, diluyéndose en las "ciencias de la educación" y reduciendo su nombre para expresar la misma acción educativa de conducción y guiaje, en retorno, pues, a cierta equivalencia entre pedagogía y educación, prescindiendo de su categoría científica.
En el primer caso se trataría de un saber genérico acerca de la educación, que abarcaría las diversas ramas teóricas y prácticas que tratan de la misma (sentido amplio, totalizante); en el segundo caso se trataría de un saber praxiológico, es decir, con referencia al aspecto normativo o disciplina de la acción (sentido estricto, exclusivamente normativo); y en el tercer caso habría sido sustituida por las "ciencias de la educación", especialmente por las de carácter teórico, sistemático y normativo, expresando en todo caso la acción conductora o de guiaje que la educación representa (sentido aplicado, exclusivamente práctico). En resumen: a) saber total acerca de la educación (ciencia de la educación en sentido amplio); b) saber normativo acerca de la misma (saber pedagógico o normativo-educativo); c) la propia acción educadora o educativa (acción pedagógica).
Creemos que es posible mantener el término y el sentido de pedagogía, especialmente como saber de la educación de carácter normativo, que sirve de pauta a todas las ciencias de la educación que se refieren a la acción educativa y a la misma acción educativa en cuanto conducción o dirección hacia la configuración integral de la personalidad. Advirtiendo siempre que la conducción es, básicamente, conducción del propio sujeto educando, que escoge su propio proyecto de vida y su propio guiaje, salvaguardando su espontaneidad y libertad y su espíritu creativo.
En cuanto a la ordenación de las ciencias de la educación, el tema se hace realmente difícil dada la multiplicidad de las mismas y su carácter fundamental, auxiliar, complementario... con respecto a la educación y a su tratamiento, o debido a su índole tecnológica, científica, filosófica, histórica, etc. Avanzini distingue tres grupos:
  1. Las disciplinas que estudian de forma diacrónica o sincrónica el problema de la educación (historia de la educación, pedagogías comparadas, economía de la educación, etc.).
  2. Las que se refieren al sujeto de la educación, examinado por la biología, la psicología o la sociología (biopedagogía, psicopedagogía, sociología de la educación, etc.).
  3. Las que nutren a la didáctica (matemática, lingüística, tecnología de la educación).
Blat y Marín Ibáñez proporcionan un cuadro sinóptico muy interesante de las clasificaciones de ciencias de la educación. Resultan seis grandes grupos:
  1. Fundamentos (biología de la educación, psicología de la educación, sociología de la educación, filosofía de la educación).
  2. Desde el ángulo metodológico (pedagogía experimental, educación comparada).
  3. Desde los aspectos fundamentales del sistema educativo (organización escolar, didáctica general, didácticas especiales, orientación escolar y profesional).
  4. Desde una consideración global de la educación (pedagogía general, historia de la educación).
  5. Desde una consideración sintética de aspectos de la educación: sexo, edad, niveles educativos, capacidad (pedagogía diferencial).
  6. Otros (arte de la educación, acción educativa, ciencias de la comunicación, pedagogía de los pequeños grupos, moral profesional, problemas educativos nacionales, trabajo en comunidad, teología de la educación...).
Podemos intentar una sistematización de las diversas ramas científicas, tecnológicas y praxiológicas que tienen relación con la educación, sin pretender ser exhaustivos ni agotar las posibilidades de ordenación. Habrá que tener en cuenta las múltiples relaciones que entre ellas se establecen en sus dimensiones sincrónica y diacrónica, descriptiva y explicativa, teórica y práctica. El esquema siguiente sintetiza una nueva propuesta, en doce grupos, que puede servir, al menos, para ver la extensión actual de los estudios pedagógicos o, si se quiere, de las ciencias de la educación.

  PANORAMA DE LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN 

Algunos de estos estudios se relacionan directamente con las ciencias de procedencia (matemáticas, lingüística, lógica, cibernética, biología, antropología, psicología, sociología, economía, política...), con la reflexión filosófica (teoría del conocimiento, ética, filosofía de la educación), o con la tecnología (técnicas, informática, medios de comunicación...). No se han enunciado algunas especialidades o aplicaciones muy concretas, que pueden ser importantes (biopatología, educación sanitaria, dirección de centros, educación artística, educación preescolar, pedagogía empresarial y publicitaria, etc.). A veces se trata -en las materias citadas o en las no citadas-, más que de ciencias propiamente dichas, de ramas de las mismas o de aspectos y aplicaciones en el campo educativo y de la enseñanza.

domingo, 19 de marzo de 2017

La pedagogía y su estudio

Pedagogía, término cuya significación originaria y etimológica (del griego pas, paidós, "niño, joven", y ago, "llevo, conduzco") es "conducir al niño", ha venido a expresar, de modo genérico, ciencia de la educación. Pero no fue sino después de un largo trámite histórico y cultural que vino a adquirir dicha significación genérica. Pedagogo fue, en principio, en la Grecia clásica, un esclavo que conducía a los hijos de sus amos al gimnasio o a la skholé (lugar de ocio y de instrucción). Más tarde se constituyó en preceptor de los muchachos, adquiriendo paulatinamente carácter de instructor y de maestro. En nuestro tiempo ha ido cobrando la doble dimensión de "enseñante" -el que imparte la educación y la enseñanza (docente)- y de técnico o, mejor, "tecnólogo" de la educación -que investiga los problemas educativos y/o que aplica los conocimientos pedagógicos y sus técnicas a diversos campos de la actividad humana (dirección escolar, medios de comunicación, rehabilitación, orientación, organización, asesorías, educación permanente, etc.).
La sistematización técnica y científica de la pedagogía fue preparándose a lo largo de la edad moderna, culminando en la denominada época contemporánea, justamente a principios del siglo XIX. Podemos destacar algunos nombres muy significativos de pedagogos célebres que contribuyeron a esta sistematización: Ratke (1571-1635), Comenio (1592-1671), Locke (1632-1704), Rousseau (1712-1778) y, especialmente, Pestalozzi (1746-1827) y Herbart (1776-1841).
Herbart 1776-1841
Johann Friedrich Herbart, a quien se considera el padre de la pedagogía científica, desarrolla, en su Pedagogía General deducida del fin de la educación (1806), los principios fundamentales de un sistema de educación. Según Herbart, la pedagogía como ciencia depende de la filosofía moral -o filosofía práctica- y de la psicología. La primera muestra el fin de la educación; la segunda el camino, los medios, los obstáculos de la misma. La tarea de la educación consiste en formar el carácter moral de la persona, que se alcanza por la instrucción -promovida por un "interés" múltiple y equilibrado-, la disciplina -que se dirige a la voluntad y a las disposiciones individuales- y el gobierno escolar -como acción externa que trata de regular la conducta del educando.
Después de Herbart, el cultivo y la sistematización de la pedagogía siguió varios derroteros, según la influencia -además de los factores sociopolíticos y culturales- de la praxis educativa, de su metodología y técnicas y de la teoría pedagógica. Desde la preocupación por las necesidades y tendencias del niño, en Froebel (1782-1852), la organización educativa de Mann (1796-1859), la instrucción popular de Sarmiento (1811-1888), la fundamentación evolucionista de Spencer (1820-1903) y la cientificista de Bain (1818-1903), la educación popular y libertaria de Tolstoi (1828-1910), el sistematismo historicista y vitalista de Dilthey (1833-1911), el reformismo liberal de Giner de los Ríos (1839-1915), la pedagogía científica y ética de Paulsen (1846-1908), el respeto a la infancia de Ellen Key (1849-1926), la pedagogía social de Natorp (1854-1924) y la pedagogía de Durkheim (1858-1917), la pedagogía experimental de Meumann (1865-1915) y de Lay (1862-1926), el pragmatismo e instrumentalismo de Dewey (1859-1952) -learning by doing (aprender haciendo)-, la escuela del trabajo de Kerschensteiner (1854-1932), el método de proyectos de Kilpatrick (1871-1965), el método individualista y autodidáctico de Montessori (1870-1952), el globalismo de Decroly (1871-1932), la educación funcional de Claparède (1873-1940), la comunidad libre escolar de Wyneken (1875-1964), la escuela nueva de Ferrière (1879-1960), el idealismo actualista de Gentile (1875-1944) y la didáctica idealista de Lombardo-Radice (1879-1938), la escuela-familia de Petersen (1884-1952), el sistema Winnetka de Washburne (1889-1968), el culturalismo axiológico de Spranger (1882-1963), el trabajo por equipos de Cousinet (1881-1973) y la educación por el trabajo de Freinet (1896-1966), entre otras aportaciones, hasta el conductismo de Watson (1878-1958) y neoconductismo de Hull (1884-1952), Tolman (1886-1959), Skinner (1904-1990) y otros representantes, la epistemología genética y el constructivismo de Piaget (1896-1980), la psicología pedagógica de Walon (1879-1962), la pedagogía socialista de Krúpskaia (1869-1939), Makarenko (1888-1939) y otros autores, la pedagogía comparada [Julien de París (1775-1848), Sadler (1861-1943), Kandel (1881-1965), Roselló (1897-1970)], la pedagogía cibernética (Frank, Landa, Couffignal, Von Cube), las experiencias de SummerHill (Neill) y de Barbiana (Milani), las aplicaciones del sociodrama y el psicodrama (Moreno), la pedagogía como iniciación (Peters), la microenseñanza (Ryan), la sociología educativa... y, en fin, las corrientes de la pedagogía tecnológica, programada, no-directiva, psicoanalítica, operativa, tecnocional, sociologista, personalista, de grupo, corporativista, progresista, liberadora y autogestionaria, ambiental, ecológica, cognoscitiva, comprensiva, creativista, investigadora, internacional, prospectiva, etc.
La pedagogía, como estudio y tratamiento de la educación, ofrece dos importantes dimensiones: la dimensión empírica y científica, que arranca de la observación, de la experiencia y de la experimentación, y la dimensión racional o filosófica, que parte de la consideración discursiva, procurando justificar recionalmente el basamento, el sentido y los fines de la educación. Estas dos líneas de tratamiento no se contraponen, sino más bien se complementan, contribuyendo a una concepción integrada y armónica del proceso educativo.
En otra forma diríamos que los dos grandes métodos de las pedagogía, en tanto que estudio y disciplina teórico-práctica del saber y del hacer humanos, son el método empírico-experimental, basado en la observación y comprobación -experiencial o experimental- de los hechos, y el método discursivo-racional, apoyado en el pensamiento y en el discurso de la razón acerca de los principios y de los fines de la educación. En su investigación pueden servir de apoyo métodos matemáticos, lógicos, lingüísticos, antropológicos y psicosociológicos, etc. 
La teoría general de los sitemas y otros estudios contemporáneos (cibernética, teoría de modelos, técnicas de simulación, estudios comparativistas...) han abierto también las puertas en la metodología científica (y ello tiene aplicación en las ciencias humanas) a los métodos analógicos, basados en la semejanza y en la proporcionalidad que ofrecen diversos sistemas y modelos, permitiendo complementar y precisar aspectos y relaciones entre distintas ciencias o diferentes sectores de las mismas. La pedagogía puede beneficiarse de tales aportaciones, junto con la clásica metodología inductiva y la hipotético-deductiva. No hay que decir que, por referirse a un hecho y una actividad espaciotemporal, debe recurrir a métodos situacionales y sincrónicos y a métodos procesuales, diacrónicos e históricos.
Todo ello va unido al carácter interdisciplinar que la pedagogía ofrece, que no sólo no limita el ámbito de su objeto y de su tratamiento (comprehensivo de diferentes aspectos y diversos métodos), sino que se relaciona con otros estudios y actividades que apoyan y complementan -interralacionándose adecuadamente- al saber pedagógico y la actividad educativa.
El sentido teórico-práctico que caracteriza a la pedagogía se manifiesta principalmente en tres aspectos: el de su fundamentación teórica, el de su parte descriptiva y de búsqueda de comprobación científica, y el de su carácter normativo, como saber praxiológico que trata de establecer normativas y de regular, en una medida justa, la actividad educativa, en sus varios aspectos, dimensiones y aplicaciones. Dicho en otras palabras, siguiento el orden teórico-explicativo, normativo-técnico y normativo-práctico, lo resumiríamos diciendo que la pedagogía tiene una dimensión científico-filosófica (fundamentalmente), una dimensión tecnológica (mediadora) y una dimensión praxiológica (aplicativa).
Se discute si la pedagogía es o no una ciencia, cuestión ésta que afecta a la mayoría si no a todas las ciencias humanas. En un sentido muy estricto, reduciendo la ciencia a un ámbito puramente formal o a una investigación empírico-estadística, de carácter exclusivamente cuantitativo y experimental, sería poco propio calificar de científico al saber pedagógico, que incluye aspectos descriptivos, discursivos y normativos. Pero en un sentido amplio, abarcando metódica y sistemáticamente ámbitos cuantitativos y cualitativos, empíricos y racionales, descriptivos y discursivos, tratando de justificar sus fundamentos y aplicaciones, puede aceptarse que la pedagogía es, como saber, una ciencia humana de carácter teórico-práctico y normativo-conductivo, con un objeto de estudio (la educación), con una metodología interdisciplinar y con una sistematización tendente a conseguir resultados prácticos y de desarrollo evolutivo en el campo humano, social y de la cultura. Por esta razón, por su entronque con el tratamiento de la comunicación humana y, en definitiva, por su implicación antropológica y sociocultural, la podemos considerar, tanto en su dimensión teórica como en su dimensión praxiológica y conductiva, como una ciencia humana y, también, como una ciencia social y una ciencia cultural.  

domingo, 11 de diciembre de 2016

Pedagogía y educación

En ningún tiempo como en el nuestro ha sido la educación, en tan alto grado, objeto de debate científico, de interés público, de preocupación política, de instancia sociocultural, de especulación económica y, no menos, de reflexión humana, sociológica, religiosa, cultural... Se ocupan de la educación padres y maestros, sociólogos, economistas, políticos, publicistas, medios de comunicación diversos. Es decir, toda la sociedad de nuestra época ha puesto, justamente, en la educación sus ojos, sea para considerarla y estudiarla, sea para promoverla, organizarla, controlarla en algún sentido y, también, no hay que decirlo, para practicarla, actualizarla, buscando de algún modo su perfeccionamiento.
La educación ha dejado de ser un tema exclusivo de los pedagogos, un ámbito científico o técnico reservado a especialistas o a personas con vocación especial, dedicadas a la tarea de formar o de enseñar. Ha venido a ser, por su importancia y repercusión, por su implicación social y por su trascendencia en el desarrollo de los pueblos, una cuestión vital, básica, que importa a todos y en la que todos, sin excepción, en mayor o menor medida, hemos de participar. La educación, en este sentido, se constituye en un derecho y un deber particular y público, en un bien, adscrito al hombre y a la comunidad.
La pedagogía, que tradicionalmente se ocupaba de la educación, ha visto agrandarse su horizonte de estudio, su mediación tecnológica, su praxis organizativa y operativa. Han nacido las "ciencias de la educación", auxiliando o complementando desde varios ángulos al saber, a la técnica y al quehacer pedagógicos. Y la pedagogía ha de reorganizar constantemente su situación epistemológica, su contenido específico, su relación científica, su dimensión normativa. La bibliografía pedagógica es abundantísima, casi desorbitada. Instituciones, congresos, seminarios, coloquios, jornadas, etc., dedicados al tema de la educación revelan la gran importancia que, con toda razón, dicho tema ha venido a cobrar.

 Pedagogía y educació 
El tema fundamental de la pedagogía es la educación. Un tema que ha llegado a ser tan importante que puede decirse que ha rebasado incluso al arte, a la técnica y la ciencia que se refieren a su praxis, a sus medios y a su fundamentación y sistematización científico-filosófica. Pero, en rigor, no podemos decir que la educación ha desbordado a la pedagogogía, porque la íntima relación que guardan los dos términos y sus correspondientes conceptos es indudable.
En su sentido clásico, "pedagogía" -conducir al niño, acción de cuidarlo, de formarlo, de desarrollarlo- y "educación" -crianza, desarrollo y, al mismo tiempo, conducción, llevar a la madurez- venían a expresar en el fondo una misma actividad conductiva, en relación con el crecimiento y la maduración. Después pudo entenderse la pedagogía como el arte de educar, como la técnica propia de la educación, en tanto que ésta hacía referencia a cuidado, instrucción y formación física, psíquica y moral. Finalmente, sin abandonar del todo su sentido práctico, pero buscando su fundamentación teórica y su finalidad, la pedagogía se convirtió en la "ciencia de la educación". Ya no era tan sólo un arte o una técnica, sino que era, también, o pretendía ser, una ciencia, un estudio riguroso acerca de un hecho y una actividad: la educación.
Al mismo tiempo, la escuela, como ámbito específico de la educación, como su lugar propio, se había institucionalizado y formalizado socialmente, en diversos grados, contribuyendo a definir, con mayor o menor acierto, el carácter de la educación. Por su parte, poco a poco, los estudios de pedagogía se sistematizaban y organizaban de acuerdo con las necesidades educativas. Junto a la educación como tal, la preparación pedagógica; junto al mundo de la enseñanza, entendida en un sentido amplio, y en correspondencia con él, el mundo de la formación de los enseñantes, es decir, los "docentes", a la vez pedagogos y educadores.
Surgieron, ampliándose cada vez más, especializaciones científicas o tecnológicas, con referencia directa o indirecta al saber pedagógico o a la función educadora. En nuestra época, este hecho, tan importante, tan decisivo para el desarrollo científico y práctico de la educación, ha podido inducir, en alguna medida, a confusión terminológica. La pedagogía, en cierto modo, parece perder la exclusiva de su objeto propio. Educación y pedagogía -sea por la influencia anglosajona, sea por una nueva versión de su clásico sentido- se usan de modo polivalente, como actividad, como técnica y como ciencia. Aunque, creemos, conviene, a efectos de clarificación y de rigor conceptual, mantener la distinción: pedagogía -ciencia, tecnología, praxiología- y educación -hecho, actividad, técnica específica.
De este modo, la educación sigue siendo el objeto propio de la pedagogía. Las ciencias de la educación se refieren también a este objeto, desde varios ángulos; y en tanto se refieren a dicho objeto, en sentido lato son pedagógicas, aunque no lo sean en sentido estricto, si les falta, a algunas de ellas, la dimensión normativa, es decir, la dimensión que hace referencia a conducción, guiaje, norma de acción o de conducta. Ésta sería la característica pedagógica, su sentido estricto educativo: un saber práctico, referido a la formación, un saber praxiológico.
Empero la relación estrecha entre pedagogía y educación, su mutua dependencia, obligan a interrelacionar y a yuxtaponer sus problemas y la metodología de su tratamiento. De ahí que, como cuestión previa, fundamental y necesaria para fijar o, como mínimo, para perfilar su propio sentido, la pedagogía debe tratar de precisar, en la medida posible, el concepto de educación, y, con ello, la caracterización de la misma y sus dimensiones fundamentales. 

lunes, 23 de junio de 2014

Estructura y complejidad de la pedagogía

1. Pedagogía normativa y pedagogía empírica
La dificultad que surge para precisar y caracterizar la estructura de la pedagogía deriva de su extrema complejidad. La pedagogía es ciencia, filosofía y técnica, todo al mismo tiempo. Pero ninguna de estas calificaciones le es aplicable en forma absoluta.
Por lo común se admiten dos aspectos antinómicos dentro de la ciencia de la educación: la pedagogía normativa emerge de la filosofía, no se detiene en el ser de la educación, sino en el deber ser, en el ideal, en los fines, y establece normas para que la actividad intencional educativa logre los fines previstos; y la pedagogía empírica o descriptiva, que se detiene en el análisis del hecho educativo como realidad, y se fundamenta en datos positivos que le proporcionan las ciencias empíricas.
Tanto los que pertenecen a la pedagogía normativa y se basan exclusivamente en la filosofía, como aquellos que incursionan en la pedagogía empírica y se fundamentan exclusivamente en las ciencias positivas, no consideran más que una parte del problema pedagógico.

2. La pedagogía teórica y la pedagogía tecnológica
Dado el desarrollo actual de la ciencia de la educación y su creciente complejidad, consideramos más apropiado y más flexible para determinar la estructura de esta disciplina, el criterio de la integración de la pedagogía teórica y la pedagogía tecnológica. Cada una de estas dos partes fundamentales se subdivide asimismo en varias ramas o sectores que van aumentando y enriqueciendo su contenido con el desarrollo actual de la ciencia y la filosofía.



3. La pedagogía teórica: sus partes y sus ramas
La pedagogía teórica constituye el fundamento de toda realización educativa sistemática. Abarca el conjunto de reflexiones, de principios y de teorías acerca del objeto de la ciencia pedagógica. Abarca dos partes: la pedagogía filosófica y la pedagogía científica.

 Pedagogía filosófica o filosofía de la educación 
¿Cuál es el fin de la educación? ¿Es lícito educar? ¿Es posible constituir sistemas pedagógicos de validez universal? ¿Hay fines generales de educación? ¿Cuáles son los valores formativos y qué jerarquía tienen? Todos estos problemas pertenecen a la pedagogía filosófica.
Es evidente que los fines de la educación, por ejemplo, no pueden derivarse sólo de los hechos empíricos, de la observación directa de las cosas. La experiencia y la observación nos pueden suministrar datos acerca de lo que es el ser de la educación, pero no de lo que debe ser.
La pedagogía filosófica comprende a su vez tres aspectos:
a) la ontología pedagógica abarca el estudio de la esencia y de los caracteres del proceso educativo;
b) la axiología y teleología pedagógica, que se detiene en el análisis de los ideales, fines y valores educativos;
c) la epistemología pedagógica, que no es otra cosa que la reflexión sobre la propia ciencia de la educación (autonomía científica, estructura, sistematización, etc.).

 Pedagogía científica 
La pedagogía científica tiene como objeto de estudio los factores reales que intervienen en el proceso educativo. Se preocupa por el ser de la educación, de su realidad dinámica. Abarca todos aquellos aspectos del fenómeno educativo que pueden ser observados, experimentados y comprobados con cierto rigor científico. Le interesa el hecho real y concreto.
La pedagogía científica supone la integración armónica de sus distintas ramas:
- La biología pedagógica tiene por objeto de estudio a la realidad educativa fundamentándose en los aportes que le brinda la biología: herencia biológica, crecimiento fisiológico, influencia del medio físico. Se trata pues de una ciencia auxiliar.
- La psicología de la educación se preocupa de los fundamentos psicológicos de la educación: desarrollo psíquico, psicología del aprendizaje, aptitudes, herencia psicológica, diferencias individuales, estudio de las anomalías psíquicas, etc.
- La sociología de la educación se desarrolla con las aportaciones de la sociología elaboradas a la luz del fenómeno educativo: grupos sociales, agentes educativos de la comunidad, la dinámica del grupo escolar, etc.
- La economía de la educación estudia aspectos como el sostenimiento económico de la educación, el problema de la formación profesional, la educación como un fenómeno de inversión en capital humano, etc.
- La culturología de la educación ahonda en el problema de las relaciones de la educación con la cultura, desde el punto de vista objetivo (transmisión y creación de la cultura) como desde el punto de vista subjetivo (individualización de la cultura).
- La historia de la educación estudia el hecho educativo a través del tiempo, conjuntamente con la técnica y la teoría pedagógicas.
- La política educacional es la rama de la pedagogía que estudia el problema de la intervención del Estado y de otros agentes educadores en la realización del hecho educativo. Esta intervención no depende siempre de principios pedagógicos, sino de las aspiraciones y de la acción de distintos grupos sociales y de los partidos políticos en cada pueblo y en cada época.

4. La pedagogía tecnológica
La pedagogía tecnológica se ocupa de los medios que llevan a cabo para conseguir lo que la pedagogía teórica propone. Su objeto es la práctica educativa sistemática; como tal, tratará todos los medios, recursos y procedimientos de que se va a valer el educador para alcanzar, según principios científicos, los fines previamente propuestos.
Abarca la pedagogía tecnológica dos ramas:
- La didáctica es la rama técnica de la pedagogía que se ocupa de orientar la acción educadora sistemática. Abarca no sólo el estudio de los métodos de enseñanza sino también todos los recursos que ha de aplicar el educador para estimular positivamente el aprendizaje y la formación integral y armónica de los educandos.
- La organización y administración escolar tiene un sentido práctico. Supone el funcionamiento del conjunto de las instituciones escolares encargadas de llevar a cabo la acción educativa sistemática, la distribución de tareas y la coordinación de actividades con el fin de servir a los propósitos generales de dicha organización.

5. Mutuas relaciones entre la pedagogía teórica y la pedagogía tecnológica
La pedagogía es un todo coherente y unitario. Sus dos partes fundamentales, la teórica y la tecnológica, funcionan estrechamente relacionadas. La tecnología pedagógica lleva a la práctica, en el terreno de la educación de tipo sistemático, los principios formulados por la pedagogía teórica, la que a su vez supone una íntima relación entre sus dos aspectos (pedagogía filosófica y pedagogía científica).
A su vez, la pedagogía teórica sólo adquiere valor y sentido cuando está confirmada por la experiencia concreta del hecho educativo. La experiencia directa proporciona a la pedagogía teórica una fuente continua de reflexiones y le sirve, al mismo tiempo, para confirmar, rectificar o rechazar aquellos principios y conclusiones teóricas que ha formulado.



domingo, 15 de junio de 2014

Relaciones de la pedagogía con otras ciencias

¿Qué ciencias fundamentan y auxilian a la pedagogía? Para Herbart, la pedagogía se fundamenta en la ética, que le proporciona los elementos para los fines de la educación, y en la psicología, que le esclarece los medios. Para Natorp, la pedagogía se fundamenta en la filosofía; para Bergemann, en la biología; para Weber, en la estética; para Durkheim, en la sociología, etc. En realidad, todas estas ciencias se relacionan estrechamente con la pedagogía, si bien algunas son más necesarias. Podríamos considerar dos tipos de ciencias auxiliares:
a) Ciencias auxiliares básicas: filosofía, psicología, biología, sociología y culturología.
b) Ciencias auxiliares secundarias: economía, política, historia, lógica, etc.; en definitiva, todas las ciencias del hombre.

1. Pedagogía y filosofía
La filosofía representa siempre un intento para lograr una concepción unitaria del mundo y de la vida, una idea acerca de la esencia y estructura del hombre. De ahí que el valor de una teoría pedagógica dependa siempre del valor de la concepción filosófica que la sustenta.
Nuestra opinión sobre la educación depende de nuestra opinión acerca del hombre, su naturaleza, su destino y su fin. La pregunta "¿qué es el hombre?" se debe resolver antes de que se plantee su educación.
Los primeros que se ocuparon de forma consciente de los problemas educativos fueron los filósofos, desde Platón y Aristóteles, hasta Locke, Kant, Fichte, Dilthey...
Otras veces, algunas ideas pedagógicas se han elaborado a partir de concepciones filosóficas, como por ejemplo, la pedagogía de Dewey está influenciada directamente de la filosofía pragmática de James.
La relación estrecha que existe entre pedagogía y filosofía no significa sin embargo para la primera la pérdida de su independencia. La pedagogía es una ciencia autónoma, con contenido y método propios, que presupone, para alcanzar el esclarecimiento del fenómeno educativo, un preámbulo filosófico acerca de la realidad humana.

2. Biología y pedagogía
Los conocimientos aportados por la biología son necesarios para determinar la disposición de los locales escolares, la distribución de los alumnos en las clases, la organización del contenido educativo, la preparación de horarios, las relaciones entre la fatiga física y mental, etc. Asimismo, la acción pedagógica no puede dejar de tener en cuenta las perturbaciones orgánicas que limitan o deforman el desarrollo normal de gran número de alumnos. Dada la interdependencia constante entre los fenómenos vitales y los psíquicos, y el complejo problema de la herencia humana, son importantes los conocimientos aportados por la biología al pedagogo y al educador práctico.

3. Psicología y pedagogía
La psicología constituye uno de los pilares básicos, pero no sólo la psicología general, sino también sus ramas especiales: la psicología evolutiva, la psicología diferencial, la psicología de la personalidad, la psicología social, la psicología comparada, la psicotecnia. Todo es importante para conocer la individualidad de cada alumno.

4. Sociología y pedagogía
Pero el sujeto de la educación nunca es un ser aislado. Se relaciona con otros y actúa en medio de una comunidad. De ahí que la sociología constituya pues otra de las ciencias básicas de la pedagogía.

5. Culturología y pedagogía
La pedagogía necesita además de la culturología, que tiene como objeto de investigación las peculiaridades específicamente humanas que diferencian al hombre de todas las otras especies de animales.

6. Las relaciones de la pedagogía con otras ciencias y sus desequilibrios
Dada la interrelación entre las diferentes disciplinas auxiliares y la pedagogía, hubo intentos de crear nuevas disciplinas autónomas, como la filosofía de la educación, la psicología de la educación o la sociología de la educación. Sin embargo, no pueden ser consideradas independientemente de la pedagogía. Sólo son enfoques parciales de la realidad educativa, que se integran dentro de la pedagogía para enriquecer y esclarecer su contenido complejísimo. Si lo viésemos de otro modo, sería una exageración epistemológica y un desequilibrio.



 Filosofismo pedagógico 
El filosofismo pedagógico significa la invasión unilateral de la filosofía sobre el dominio pedagógico, con la consiguiente pérdida de autonomía de la pedagogía. Por ejemplo, Gentile proclama la pedagogía como una ciencia filosófica; o Cohn, quien considera la pedagogía como subordinada de la filosofía; o Dilthey, que considera a la pedagogía como una culminación de la filosofía.

 Biologismo pedagógico 
La pedagogía queda convertida en una mera rama de la biología. Para esta posición, las leyes de la vida constituyen el sentido de la existencia del hombre y, por consiguiente, determinan el fin de la educación.

 Psicologismo pedagógico 
Los pedagogos que están ubicados dentro de la corriente psicologista, ven a la educación desde el punto de vista del individuo únicamente. En consecuencia, hacen de la pedagogía un mero corolario de la psicología.

 Sociologismo pedagógico 
Para Durkheim, la pedagogía es, simplemente, una teoría práctica destinada a orientar al educador; en cambio, la sociología de la educación, que forma parte de la sociología, es la ciencia pura de la educación.

7. Unidad de la pedagogía
La pedagogía, aunque de carácter sumamente complejo, es una ciencia unitaria y armónica. Sus relaciones con las demás ciencias han ido ampliando y profundizando su contenido. Han surgido así diferentes enfoques dentro de ella que constituyen ramas o aspectos del saber pedagógico, que adquieren cada vez más una relativa independencia, pero que sólo aprehenden un aspecto de la totalidad del fenómeno educativo. Por ello, nunca podrán lograr estas ramas plena autonomía por sí solas, sin desvirtuar la naturaleza unitaria e integral de la pedagogía.

lunes, 9 de junio de 2014

Fundamentación científica de la pedagogía

1. Objeciones planteadas
Las objeciones más serias que se han formulado a la pedagogía para considerarla como ciencia autónoma han sido la imprecisión de sus fronteras y la falta de unificación rigurosa de sus principios y conclusiones.
No resulta fácil a la pedagogía solucionar el criterio de unidad que requiere toda estructura científica, siendo que ella ha de relacionarse íntimamente con ciencias empíricas (biología, psicología, sociología, etc.) y con disciplinas puramente especulativas o ideales (filosofía, ética, etc.).
No obstante, ni la multiplicidad de sus tendencias, ni la imprecisión de sus dominios, ni la falta de una estructuración sólida y rígida, ni la carencia de una sistematización rigurosa en sus principios, son elementos suficientes para negarle su autonomía científica.

2. Conceptos de ciencia
El concepto más común de ciencia, a saber, la medición cuantitativa de un objeto de conocimiento, quedaría hoy limitado a muy contados sectores del saber (física, biología, astronomía, química), dejando fuera otros muchos (historia, sociología, economía, psicología). Se ha hecho pues necesario ampliar el concepto de ciencia.
¿Qué elementos se exigen para adquirir un sector del saber categoría científica? Veamos cuáles son:
a) La determinación de un objeto propio.
b) La utilización de métodos adecuados al estudio de su objeto.
c) Un conjunto de leyes, principios o conclusiones, agrupados en un todo coherente y unitario.

3. Incuestionable derecho de la pedagogía como ciencia autónoma
La pedagogía posee un objeto peculiar, que es la educación, y que le corresponde exclusivamente a ella. Es verdad que la pedagogía recibe aportes de muchas ciencias, pero investiga problemas que le son propios y elabora un conocimiento autónomo. Así, los aportes de la filosofía, de la biología o de la psicología, adquieren con la pedagogía un nuevo sentido.
Muchos aspectos del saber que corresponden a otras ciencias se constituyen así en contenidos de la pedagogía porque su descripción, elaboración, comprensión y sistematización son especialmente enfocados desde el punto de vista de la educación.

4. Los métodos de investigación de la pedagogía
Podríamos considerar cuatro grupos de técnicas o de métodos en el dominio de la investigación pedagógica:

 a)  Métodos descriptivos: Son aquellos métodos destinados a reunir datos de investigación y a sistematizarlos, de tal manera que muestren una determinada situación educativa como una realidad objetiva. Pueden ser agrupados aquí distintos recursos de acción directa, como la observación, la observación con medios operativos (por ejemplo, los tests) y la observación clínica (estudios de casos), y los recursos de acción indirecta, como la aplicación de cuestionarios o el análisis de fuentes escritas y documentos.
 b)  Métodos de investigación causal: Estos métodos tienden a obtener relaciones entre hechos y situaciones. Abarcan dos tipos: experimentales, donde se hace variar la situación en que se halla el individuo observado, y no experimentales, donde se procura evidenciar las relaciones entre hechos o situaciones mediante la suma de variadas observaciones, en idénticas situaciones.
 c)  Métodos estimativos: Se destinan a objetivar elementos obtenidos por medio de opiniones emitidas frente a determinadas situaciones educativas, cuya apreciación subjetiva es precisamente lo que queremos investigar y evaluar. A destacar la entrevista personal y los cuestionarios.
 d)  Métodos constructivos: Estos métodos suponen un proceso de síntesis. Mediante ellos, el investigador trata de aprovechar los resultados obtenidos con todos los recursos indicados anteriormente, para formular hipótesis generales o modelos operativos, que la práctica o nuevas investigaciones pueden o no confirmar.

En la investigación pedagógica es muy normal utilizar por lo general muchos de estos métodos o todos, para luego elaborar unos resultados en un conjunto unitario y coherente de conocimientos, ordenado sistemáticamente.

sábado, 24 de mayo de 2014

El problema epistemológico de la pedagogía

1. La educación como objeto de conocimiento científico
La educación constituye el objeto de la ciencia pedagógica. ¿Qué entendemos por objeto? Objeto es todo lo que puede ser pensado, independientemente de su existencia real. Sólo será objeto de conocimiento científico cuando recaiga sobre él la actividad reflexiva sistemática realizada por el hombre.
La educación como objeto existió y existe independientemente del conocimiento científico elaborado por el hombre. La educación, como quehacer humano, ha existido siempre en el mundo; pero la reflexión científica acerca de este hecho es relativamente reciente.

2. Epistemología de la pedagogía
La pedagogía es la ciencia que tiene por objeto de estudio el problema de la educación en todos sus aspectos. ¿Qué se entiende por epistemología de la pedagogía? La epistemología pedagógica tendrá en cuenta la fundamentación filosófica de esta ciencia, la determinación del campo que le es propio, la averiguación de los métodos de investigación acerca de su objeto, su estructura, el lugar que ella ocupa con relación a otros sectores del saber científico, etc.
¿Qué es la pedagogía? ¿Es estrictamente una ciencia? ¿Es una técnica? ¿Es una estética? ¿Es una filosofía? La pedagogía contiene algo de todo esto a la vez. Es una disciplina sumamente compleja cuya naturaleza no se puede definir con rigor estricto a la manera de las ciencias naturales.

3. Significado etimológico de la palabra "pedagogía"
El término pedagogía proviene de dos voces griegas: pais, paidós (niño, muchacho) y ago (conducir, guiar). En Grecia, el pedagogo era el encargado de guiar a los niños a la escuela.
Hay otros vocablos griegos que se refieren más directamente al problema de la educación. Así, la palabra paideia significa educación en su pleno sentido formativo.
El empleo de la palabra pedagogía con la acepción que hoy le damos, como disciplina que considera el problema total de la educación, es relativamente reciente. 



4. Otras terminologías
El vocablo pedagogía, para designar a la ciencia de la educación, está actualmente generalizado en casi todos los países europeos y en América Latina. En cambio, en los países de habla inglesa ha prevalecido la denominación de ciencia de la educación.
Hay autores que han reservado la denominación de ciencia de la educación para el estudio teórico, quizás más empírico, del problema de la educación, mientras que han limitado el vocablo pedagogía a una simple tecnología dirigida a la solución práctica del problema.
Hoy, cuando se habla de ciencia de la educación, se entiende por tal una teoría general de la educación en todos sus aspectos, doctrinarios y prácticos, vale decir, la pedagogía.

5. Origen de la pedagogía
La pedagogía surge cuando el hombre adquiere conciencia del problema de la educación y de la posibilidad de resolverlo mediante recursos previamente establecidos. Veremos pues cómo se han ido estructurando, a través del tiempo, las cuatro etapas de la pedagogía:

Pre-científicas:
1ª) De acumulación
2ª) De estructuración

Científicas:
3ª) De iniciación científica
4ª) De madurez científica

- Etapa de acumulación: Esta etapa corresponde a la pedagogía dispersa y fragmentada de los pueblos orientales. Con ellos, la educación adquirió un carácter intencional, introdujeron métodos didácticos en la transmisión de conocimientos, planearon sistemas educacionales que trascendieron a la familia, y reflexionaron sobre el problema de la educación. La pedagogía que emerge de los pueblos orientales es una pedagogía dispersa en forma de sentencias, proverbios, etc., y que está unificada en la mayoría de los casos al elemento religioso o moral. En tal sentido, encontramos normas y sentencias pedagógicas en los hebreos, egipcios, en la Biblia, en los textos sagrados de la China, en los textos budistas...

- Etapa de estructuración: Esta etapa se extiende desde la Grecia clásica hasta el siglo XVII. Durante este periodo tan extenso, la pedagogía se va enriqueciendo y haciéndose cada vez más compleja en su contenido. Sin embargo, no existe aún como ciencia organizada independiente; así, aparece integrada en la filosofía, en la política, en la teología o en la moral. Encontramos obras importantes como La República, de Platón; la Institutio Oratoria, de Quintiliano; De magistro, de San Agustín; De Magistro, de Santo Tomás; las obras de Erasmo, Vives, y demás pedagogos del humanismo renacentista; la pedagogía de la Reforma y de la Contrarreforma; las Constituciones de la Compañía de Jesús, etc., etc.


Jan Amos Comenius
1592 - 1670
- Etapa de iniciación científica: En el siglo XVII, la ciencia comienza a reedificarse de un modo independiente sobre las bases de la experiencia y de la razón. Con el empirismo de Bacon y el racionalismo de Descartes, se inician los métodos científicos, basados en los principios de observación y comprobación. Estos métodos tuvieron amplia resonancia en el campo pedagógico, donde se intentó sustituir la rutina tradicional de la enseñanza por métodos fundamentados sobre bases empíricas y racionales. Se estructura así la didáctica como parte de la pedagogía que se ocupa de metodizar el proceso de aprendizaje. Fue Comenius quien emprendió la ardua empresa de dar estructura y fundamento científico a la didáctica.
En el siglo XVIII la pedagogía adquiere extraordinario desarrollo y nuevos alcances con el desenvolvimiento del saber psicológico y del mundo social. En este sentido, corresponde a Rousseau y Pestalozzi el mérito de haber establecido una fundamentación más completa y profunda de la teoría pedagógica. Luego, con Herbart, en la primera mitad del siglo XIX, tenemos estructurada por primera vez una doctrina pedagógica completa, asentada en principios filosóficos y psicológicos.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, surge una ciencia de la educación, donde el hecho educativo es estudiado por medio de la observación, la experimentación y la inducción. Se intenta indagar las leyes del fenómeno educativo de igual manera que las leyes físicas indagan las leyes naturales.
Como podemos comprobar, ya la pedagogía ha pasado de la etapa pre-científica a la etapa científica, pero su autonomía aún no está consolidada.

- Etapa de madurez científica: Dilthey, a fines del siglo XIX, promovió una nueva corriente pedagógica como reacción frente a las concepciones positivistas: la pedagogía como ciencia del espíritu. Dilthey separa las ciencias de la naturaleza de las ciencias del espíritu. La pedagogía, como ciencia del espíritu, considera al hombre como ser espiritual en el mundo de la cultura, sin romper su enlace íntimo con la naturaleza.
A lo largo del siglo XX, se agrupan numerosas doctrinas pedagógicas y nuevas soluciones didácticas, que originan un intenso movimiento renovador. Estos movimientos pedagógicos se caracterizan por superar el monismo naturalista y dar un nuevo ideal de formación humana que favorezca el desenvolvimiento de todas las fuerzas esenciales del hombre en relación con el contexto sociocultural con el que se relaciona.
Es por tanto en el siglo XX cuando la pedagogía ha adquirido su madurez científica, su propio léxico y su propia terminología.