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miércoles, 4 de noviembre de 2015

El concepto de escuela en la educación personalizada

1. Comunidad maestro-alumno. La iniciativa de los escolares
Si la educación personalizada tiene su fundamento en la consideración del alumno como persona, es decir, como sujeto que de algún modo es capaz de elegir entre diversas posibilidades que la vida le ofrece y, de acuerdo con estas elecciones, gobierna su vida, la institución escolar adecuada para realizar este tipo de educación será aquella en la cual los escolares participen efectivamente como personas. Dentro de la educación personalizada cobra su sentido más profundo la consideración de la escuela como comunidad. Porque, en efecto, para que una reunión de hombres sea auténtica comunidad es menester que cada uno de ellos transcienda la unidad numérica con el fin de participar en el conjunto de un modo activo de acuerdo con sus propias posibilidades personales.
Evidentemente hay un riesgo en la posibilidad de que los escolares tomen decisiones que afecten a su propia actividad y a la de sus compañeros. Puede considerarse que no están capacitados para tomar estas decisiones, pero precisamente forman parte de la institución escolar para adquirir en ella el necesario desarrollo de sus aptitudes para gobernar su propia vida.
Se coloca al alumno en la necesidad de enfrentarse con lo desconocido sin la ayuda constante del maestro, es decir, en la necesidad de investigar. Armoniza con la educación personalizada la concepción de la institución escolar no sólo como centro docente, sino también como un centro de investigación.

2. La apertura de la institución escolar
Hoy la enseñanza está en todas partes. Los medios de comunicación social no son otra cosa que canales de información que influyen constantemente en el proceso de aprendizaje del hombre. La comunidad escolar no puede considerarse como una entidad completa y cerrada en sí misma, sino más bien como una entidad en la que son esenciales las relaciones con cualesquiera otros ámbitos donde también transcurra la vida de los escolares.
Los límites de separación entre la educación formal e informal tienden a ser cada vez menos precisos y cada vez más clara la entrada de la vida diaria en la comunidad escolar, en lo que la escuela enseña y en el modo de enseñarlo. El mundo en torno de la escuela ayuda a la escuela y la escuela educa a la sociedad.
La acción educadora de la sociedad se puede considerar realizada a través de las siguientes vías:
 a)  Condiciona el desarrollo psicológico y social del niño.
 b)  Presenta objetivos a la educación.
 c)  Ofrece un campo de actividades para los escolares.
 d)  Ofrece elementos materiales.
 e)  Ofrece también elementos personales educadores.
Por otra parte, la escuela ha de considerarse educadora de la sociedad por dos vías: en primer lugar, a través de la acción directa que ejerce sobre sus alumnos, los cuales son portadores de esta acción cuando van a la vida familiar y social; en segundo lugar, a través de la actividad que puede estar comprendida dentro del concepto de extensión cultural, y que puede realizarse directamente tanto con aquellas personas adultas que están en relación con los alumnos cuanto con todos los miembros de la sociedad.
Los maestros no son únicamente quienes figuran en la organización administrativa de la escuela, sino que de algún modo lo son también todas las personas que constituyen la comunidad en cuyo seno la escuela vive: profesores, alumnos, administradores, consejeros y padres.
Realmente toda escuela tiene, quiéralo o no, relaciones con la comunidad que le circunda. En la escuela personalizada, se trata de hacer conscientes tales relaciones e incluso de ordenarlas en el marco total de la educación. La educación personalizada es una educación abierta en una comunidad escolar también abierta.

3. La escuela y la familia
El primer mundo circundante con que el ser humano se encuentra es la familia. Parece que la institución familiar va perdiendo progresivamente muchas de sus posibilidades educativas. Pero al mismo tiempo, se resalta cada vez más el valor de la familia en el desenvolvimiento humano. Se puede afirmar que muchos problemas de rendimiento surgen como consecuencia de determinadas características de la familia en la que el estudiante vive. Los estudios que se han realizado en torno a la delincuencia juvenil, ponen de manifiesto los efectos negativos de las situaciones carenciales de orden familiar.

4. La nueva comunidad educativa
La vieja idea de institución escolar ha de ser reemplazada por la más amplia de comunidad educativa, en la que la iniciativa y el trabajo personal de los alumnos constituyan el centro de las preocupaciones y en la que el trabajo sea fruto de la convergencia no sólo de las preocupaciones y trabajo de alumnos sino también de las preocupaciones, estímulos y posibilidades de las familias y del ambiente social. En este nuevo concepto de comunidad educativa están implicados directamente tres tipos de personas, los maestros, los padres y los jóvenes (alumnos en la escuela e hijos en la familia). Indirectamente están comprometidos todos como pertenecientes a la comunidad social en cuyo seno existe la escuela.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Crisis de la escuela

1. Sentido de la crisis de la escuela
Los sistemas escolares de nuestros días están atravesando un agudo período crucial, y esta crisis no es en modo alguno un fenómeno aislado, sino que es la consecuencia de las profundas crisis y transformaciones socioculturales del hombre y del mundo actual.
La educación sistemática, como todo bien de cultura, está también en crisis. No obstante, de ella se espera, en gran medida, que ayude al hombre contemporáneo para salir de la profunda y dilatada crisis en la que está inmerso, proporcionando, mediante una nueva educación de las generaciones jóvenes, las bases para un equilibrio social más auténtico.
Las instituciones escolares de nuestros días, a pesar de las profundas renovaciones didácticas que la sacuden, continúan guardando similitudes con los sistemas educacionales tradicionales en su organización y en su estructura fundamental.
La escuela, como toda institución social, es por naturaleza conservadora. Los cambios económicos, sociales, políticos y tecnológicos se reflejan en la escuela muy tardíamente, en razón de la influencia de las generaciones adultas, más reacias a las rápidas innovaciones.
Llegado este problema, ¿qué funciones tendrá que asumir la escuela en un futuro inmediato, y qué papel tendrá que desempeñar frente a las profundas transformaciones de hoy?

2. ¿Qué se entiende por crisis de la cultura y la educación?
En realidad, la crisis es algo inherente a la esencia misma de la existencia humana. La existencia crítica otorga al hombre su sentido de humanidad. Pero también es evidente que la conciencia permanente de crisis perturba y desorienta su existencia plena. No obstante, la distorsión y el derrumbe de antiguas pautas suelen por lo general ensanchar el campo a la innovación y a la aparición de nuevas estructuras y de nuevos ideales.

3. Papel de la educación frente a la "crisis de la personalidad" en el mundo actual
La escuela debe convertirse en una poderosa palanca que estimule el proceso de autoformación del hombre y su capacidad para comprender y adaptarse a la realidad sociocultural en la que le toca vivir. La educación ha de posibilitar asimismo la afirmación de la persona, de su más íntima y profunda individualidad, de su fuerza creativa, de sus más elevadas tendencias humanas.

4. La escuela como factor de movilidad social
La escuela ha de brindar el tipo de educación que reclama la sociedad en cada época; ella ha de atender a sus ideales y aspiraciones, intensificando sus puntos de contacto con la comunidad, con todas las instituciones sociales, con todos los tipos de actividad vital que la rodean.
Como observa Azevedo, si el cambio entra en la escuela, es que ya entró antes, de hecho o en forma potencial, en la sociedad, cuya evolución la escuela tiene que acompañar de cerca, si no quiere desarticularse del medio al que sirve y del complejo social en que se integró.
La escuela debe abandonar su antigua "torre de marfil" y preparar al hombre para actuar en el mundo en que vive. No ha de promover ella misma los cambios que no están ya en la sociedad, pero sí formar al hombre y encaminarlo para afrontar conscientemente, con plena responsabilidad, los cambios que ya están en el seno de la comunidad.
Mannheim se opone a que la escuela se convierta en un agente al servicio de fines políticos, imponiendo desde arriba el cambio.
Por otra parte, la escuela no puede nunca determinar el cambio por sí sola. Sus posibilidades como elementos de cambio son reales, pero limitadas, dentro del complejo dinámico de factores que interactúan. La escuela no actúa directamente sobre la totalidad de la vida social, sino sólo sobre algunos de sus aspectos. La escuela, por sí sola, no puede reedificar la sociedad.

miércoles, 13 de agosto de 2014

La escuela como centro de la acción educativa sistematizada

1. Concepto de escuela
La escuela es la institución social organizada, constituida por el agrupamiento de alumnos y maestros y profesores que forman una comunidad de trabajo, cuya misión es la educación consciente y sistemática de las nuevas generaciones. Abarca, por consiguiente, todos los centros de sistematización de la acción educativa, de cualquier grado o especialidad, desde el jardín de infantes hasta la universidad, sin excluir a los establecimientos que imparten una enseñanza específica.


2. Orígenes y evolución de la escuela
La escuela surge cuando el hombre se da cuenta de la importancia y la necesidad de la acción educativa sistemática. En los pueblos del Antiguo Oriente (India, China, Egipto, etc.), la escuela surgió unida sobre todo a necesidades rituales, de formación del sacerdocio, de difusión de textos religiosos, de capacitación de funcionarios o de preparación técnico-profesional. Estas escuelas eran destinadas a minorías, o sea, a castas o clases superiores que ejercían una función directiva en la comunidad.
Con Grecia fue organizada en sus ciclos, elemental, medio y superior, y adquirió, con Sócrates, Platón y Aristóteles, sus primeras sistematizaciones didácticas con fundamentos filosóficos. En Roma, durante el período de la República, la educación tuvo carácter privado, organizándose las escuelas del magister, del gramático y del retor para los tres ciclos de enseñanza. Durante el Imperio adquirió carácter público. Como en Grecia, sólo los hombres libres gozaron de los beneficios de la educación escolar.
El advenimiento del Cristianismo trajo como resultado un largo y profundo proceso de transformación de la escuela. En los primeros tiempos, los cristianos se limitaron exclusivamente al aspecto religioso y moral en la formación humana, creando las escuelas catecúmenas, destinadas a instruir en el nuevo credo y a preparar para recibir el bautismo. Con el andar del tiempo, estas escuelas se fueron difundiendo, lo que trajo como consecuencia la necesidad de crear institutos para la formación de maestros cristianos. Fue así como se desarrollaron centros superiores de instrucción teológica denominadas escuelas catequísticas, que se transformaron en centros de intensos debates sobre asuntos de teología y de profunda actividad intelectual. Después de la caída del Imperio y de las invasiones de los bárbaros, la Iglesia Católica tomó a su cargo la orientación de la escuela.
Cada uno de los sectores o clases de la sociedad tuvo su tipo peculiar de educación: los caballeros la tuvieron en los castillos; los clérigos en los monasterios y catedrales; el pueblo en las escuelas parroquiales. Posteriormente surgieron nuevos tipos de escuelas: las municipales y gremiales, destinadas a satisfacer las exigencias de la vida comunal. Se desarrollaron además las primeras instituciones educativas de carácter autónomo: las Universidades.
El Renacimiento, la Reforma y la Contrarreforma suscitaron grandes innovaciones en los contenidos y métodos escolares, dando lugar a importantísimas organizaciones de educación sistemática con distintos grados y orientaciones.
La secularización de la educación y el sometimiento de la escuela a los fines del Estado se desarrolló en el siglo XVIII, en la "época de las luces" y del "despotismo ilustrado". Este carácter estatal de la escuela pública culmina a fines de ese siglo con la Revolución Francesa, que dio las bases de la escuela pública nacional. Ésta se difundió y acrecentó en el siglo XIX, y en el siglo XX con sus caracteres de obligatoriedad y de gratuidad.

3. Funciones de la escuela
La primera función de la escuela parece haber sido la profesional. Por supuesto que no podemos hablar aún de escuela como institución social organizada. La generalización de la escuela para todas las clases, con otros fines, es producto de una lenta conquista de la humanidad.
¿Cuál es la misión de la escuela? La mayoría de los autores consideran, como sus funciones principales, la transmisión y renovación de la cultura. La escuela siempre ha sido mirada, desde Platón y Aristóteles, como medio para el perfeccionamiento de la sociedad. Por eso, si bien la escuela es el reflejo del régimen social, político, económico, etc., del que forma parte, la escuela, a su vez, contribuye al perfeccionamiento y progreso de la sociedad. La escuela no transmite al ser joven todos los contenidos culturales de la sociedad; ella selecciona y jerarquiza los estímulos considerados positivos y valiosos que ha de transferir al educando, adaptados a sus características y necesidades y a los fines educativos que se persiguen. De ahí que la escuela, en todos sus ciclos, tenga como misión fundamental estimular el proceso de formación del hombre, de conformidad con las aspiraciones y necesidades de la comunidad.


Considera Dewey que la primera misión de la escuela será ofrecer un ambiente simplificado, comenzando por seleccionar aquellos elementos más fundamentales y valiosos. La escuela debe asimismo eliminar todos aquellos rasgos nocivos del medio ambiente en el que está sumergida.
La escuela, además, tiene la función de amplificar el ambiente social, logrando que todo individuo obtenga las oportunidades necesarias para poder superar las limitaciones del grupo social en que ha nacido. La escuela no ha de olvidar su misión estabilizadora e integradora.

4. Limitaciones de la escuela
La escuela tiene una acción limitada en el proceso de estimulación de la formación humana. Complementa, eleva, perfecciona y sistematiza la educación espontánea de la comunidad. Pero no puede esperarse de ella que forme totalmente al hombre.
Como centro mandatario de los agentes educadores (familia, comunidad, Estado), actúa en función de los fines por ellos determinados. La escuela no puede ejercer sus funciones aislada de los distintos agentes de socialización. Ella ha de sufrir permanentes presiones para adaptarse a las exigencias de cada sociedad.

5. La escuela y la familia
La educación de la familia, por su misma naturaleza, es una educación básica que imprime un carácter indeleble a todas las edades de la vida del hombre. En consecuencia, si la escuela aspira a que su acción sea efectiva, ha de establecer una estrecha colaboración con la familia en todas aquellas cuestiones comunes que interesan a la educación de los niños y los jóvenes. La obra educativa debe ser el resultado de la acción conjunta de los padres, los maestros y la comunidad.
El tiempo que el educando está en la escuela es muy breve si lo comparamos con el tiempo que permanece ausente de ella. Sin embargo, la escuela lleva a cabo una profunda labor de transformación espiritual. La influencia de la acción de la escuela en el educando es intensa por varios motivos: primero, porque la acción educativa escolar se lleva a cabo en las etapas de la vida humana de mayor plasticidad; segundo, porque su acción educadora es de tipo sistemático, siendo realizada mediante planes previamente estudiados, con métodos especiales, con recursos técnicos y materiales apropiados, en lugares destinados a ese objeto y por personal preparado específicamente para cumplir tal tarea.
La colaboración entre la escuela y la familia puede obtenerse no sólo mediante la participación y representación de los padres en las asociaciones, sino también mediante su intervención activa y directa en la vida escolar, en las festividades escolares, etc. Pero también es conveniente obtener la cooperación de los padres en el sentido de que aporten sugerencias e informaciones con respecto al comportamiento y educación de sus hijos.

6. La escuela y la comunidad
La escuela tiene como una de sus funciones esenciales la de socializar al ser joven, esto es, prepararlo en todos aquellos aspectos de la formación humana que contribuyan a convertirlo en miembro consciente y útil de la comunidad a la que pertenece. Esta preparación, aunque importantísima, no es completa, ya que la formación integral del hombre exige, evidentemente, una actividad vital plena en el seno de la comunidad misma.
La escuela ha de orientar su acción educativa en relación directa con el medio en que actúa, es decir, de conformidad con la comunidad local, con la comunidad nacional y con la comunidad humana, dentro de la época histórica en que se vive.
Debe existir una constante interacción entre las instituciones escolares y la comunidad en las que están inmersas. La escuela debe adaptarse, constantemente, a las exigencias de la estructura social. Su finalidad será el desarrollo de todas las capacidades y disposiciones del educando, pero no desde un punto de vista puramente abstracto y artificial, sino teniendo en cuenta su anclaje en la realidad sociocultural.
Veamos, con respecto a esta cuestión, algunas de las posiciones que han surgido:

 1º)  La escuela como aislante tradicional
Hasta nuestros días, como dice Spranger, la escuela ha conservado algo de esa característica aislante, de proteger a las generaciones jóvenes contra la temprana interferencia con la vida real. La función que se atribuye a la escuela, dentro de esta dirección, es la de transmitir conocimientos y enseñar habilidades que sólo más tarde tendrán aplicación, y crear celosamente una especie de "templo del saber" que resguarde contra todo contacto exterior.

 2º)  La escuela como una comunidad en miniatura
La escuela pasa a contribuir, según esta modalidad, una verdadera parte real de la vida activa, una parte integral, una comunidad embrionaria en pequeño.
¿Qué se espera de una escuela de este tipo? Que el niño y el adolescente vivan en la escuela un conjunto de experiencias que vivirán como adultos en el seno de la comunidad.
Sin embargo, dentro del ámbito escolar, los niños no se ejercitan para vivir como adultos. La vida concreta y plena en la comunidad requiere capacitaciones, responsabilidades y valoraciones que los niños y adolescentes no se hallan aún en condiciones de poseer en su grado necesario.

 3º)  La escuela de la comunidad
Esta modalidad, desarrollada en Estados Unidos a partir de 1940, es la que procura una íntima interacción funcional entre la escuela y la vida global de la comunidad de la que forma parte integrante. Busca una relación directa con todos los aspectos vitales de la comunidad. Pero no sólo eso, la escuela de la comunidad pasa a ser un instrumento para el mejoramiento de la comunidad entera.
Podemos considerar, siguiendo a Olsen, cinco preceptos fundamentales en estas relaciones entre la escuela y la comunidad:
1.- La escuela debe actuar como centro educativo y cultural para los adultos. Desde el momento que la educación supone un proceso permanente en la vida del hombre, los adultos han de encontrar en la escuela un centro educativo y sociocultural.
2.- La escuela debe utilizar los recursos de la comunidad para dar nueva vida a los programas y métodos de enseñanza. La comunidad es un verdadero laboratorio que ofrece recursos educativos y experiencias directas de aprendizaje que la escuela debe aprovechar para vigorizar su enseñanza.
3.- La escuela debe organizar su curriculum en torno a los fundamentales procesos y problemas de la comunidad.
4.- La escuela debe contribuir al mejoramiento de la comunidad mediante la cooperación en sus actividades y la ejecución de proyectos de interés común para el grupo.
5.- La escuela debe servir de agente coordinador de los esfuerzos educativos de la comunidad. La escuela, como centro de educación sistemática, debe guiar todos los esfuerzos educativos de la comunidad mediante un programa organizado en colaboración.
En general, este sistema supone un planeamiento de elevación del nivel de vida de las poblaciones que viven en ambientes rurales o niveles socioculturales atrasados, donde la escuela primaria llega materialmente a constituirse en el centro cultural de la comunidad y en elemento principal de su progreso.