La escritura es un sistema de representación de palabras. Gracias a la escritura logramos algo importantísimo: cualquier idea o pensamiento puede ser recogido y conservado para la posteridad. Antes, los conocimientos se transmitían por vía oral, pero con la llegada de la escritura la tradición oral fue perdiendo cada vez más importancia.
La escritura fonológica es la que muestra una relación entre los signos escritos y los sonidos pronunciados. Nuestra escritura es fonológica, porque cada signo tiene su sonido correspondiente.
La escritura no fonológica no tiene relación entre los signos escritos y sus sonidos. Los jeroglíficos son un tipo de escritura no fonológica.
2. Los pictogramas
Los jeroglíficos eran representados con signos y dibujos. Cada dibujo, llamado pictograma, significaba el objeto representado. Un pictograma que representara un ojo significaba "ojo". Un pictograma que representara una mano significaba "mano". Poco a poco, los pictogramas empezaron a tener más significados que el representado por el propio dibujo. Por ejemplo, un pictograma de una estrella significaba "estrella", pero también podía significar "cielo" y "dios". Un pictograma de un sol podía significar "sol", pero también "calor" y "día".
Al principio, la escritura con pictogramas era suficiente para representar las cosas básicas de la vida cotidiana. Pero, a medida que la civilización se fue desarrollando, aparecieron nuevos conceptos y nuevas ideas, y con ello el número de dibujos se multiplicó hasta el infinito.
La palabra jeroglífico significa "escritura sagrada". Y es que en un principio eran signos sagrados, utilizados para representar la palabra de los dioses. Los jeroglíficos eran grabados en las paredes de los templos.
Detalle de un bajorrelieve con escritura jeroglífica egipcia. |
Para escribir, los egipcios utilizaban superficies muy diversas: papiros, pedazos de piedra, omóplatos de animales, tablas de madera y pergaminos. De todas ellas, el papiro fue el más empleado. Escribían encima del papiro con una caña, llamada cálamo, en la que se ponía tinta de color negro y de color rojo. Para escribir sobre una superficie dura, se utilizaba un estilete de madera.
Las escuelas donde los niños aprendían se llamaban "casas de las tabletas", y las escuelas superiores, del tipo de la universidad, se llamaban "casas de la sabiduría".
Solamente los hijos de las clases acomodadas iban a la escuela y entendían los complicados signos de los jeroglíficos.
3. Los ideogramas
Una evolución posterior en el camino de la escritura lo constituyen los ideogramas. En este caso, los dibujos ya no representan objetos concretos o enunciados globales, como en el caso anterior, sino que pasan a representar palabras.
Dentro de este tipo de escritura empiezan a aparecer signos a los que se les da un valor fonético independiente del sentido de las palabras. El signo fonético representa un sonido, no una idea. En algunos casos, estos símbolos sólo tienen valor consonántico, mientras que en otros adquieren un valor silábico. Este paso implica ya una atenta observación del mecanismo de la palabra y un minucioso análisis de los sonidos.
Tanto en China como en Japón existen en la actualidad sistemas de escritura ideográfica. Esto hace que el aprendizaje de estas lenguas requiera mucho tiempo, no solo para el extranjero sino para sus propios hablantes, que emplean muchos años en lograr un nivel aceptable y mucho más en conseguir un nivel alto en el manejo de su lengua.
Ejemplo de escritura china, realizada mediante ideogramas. |
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