1. La pedagogía social como ciencia de la socialización
Es ésta la manera clásica de entender la pedagogía social. Basándose en que el hombre es un ser social, destinado a vivir en sociedad, se pretenden atenderlo en su desarrollo para que vaya adaptándose, adecuadamente, a las exigencias de la vida social.
La educación, como instrumento de socialización, es el puente tendido entre dos orillas: individuo y sociedad. La dirección lógica en la que se recorre ese puente origina dos disciplinas distintas: 1) en el sentido de la sociedad al individuo (estudio de lo que la sociedad da al individuo), que da lugar a la sociología de la educación; 2) en el sentido del individuo a la sociedad (estudio de lo que el individuo ha de dar a la sociedad), que da lugar a la pedagogía social.
El concepto de socialización, por tratarse de un proceso desencadenado y cuidado por toda clase de sociedades humanas, ha sido muy trabajado, especialmente por los sociólogos. En esta perspectiva, la socialización consiste en el aprendizaje de la cultura que se realiza en el seno de un grupo. Para E. M. Wallner y M. Funke, "socialización es el concepto que explica y describe todos los procesos en cuyo transcurso el niño se convierte en miembro de una sociedad y cultura; por su medio, el hombre cobra identidad, en el sentido de una internacionalización de orientaciones axiológicas y expectativas de comportamientos sociales".
Pero en pedagogía social, la socialización se considera en un sentido normativo, es decir, como un quehacer que ha de regularse debidamente para que se realice de modo satisfactorio. Abarca distintos ámbitos: desde el de las relaciones personales (familiares, amistosas, participación en grupos primarios y secundarios), a la integración en la vida social, no sólo en el plano laboral, sino también en el plano comunitario y en el político. Se trata de formar en el individuo los sentimientos sociales, las actitudes sociales y una conciencia de solidaridad con todos los hombres y pueblos, así como una disposición a participar y a colaborar. Este cuidado reviste formas distintas según las diversas etapas evolutivas en las que se va desarrollando el sujeto. También hay que considerar tanto el caso en que la socialización se realiza normalmente como aquel en que, al experimentar desviaciones, se derivan formas de marginación o de delincuencia juveniles.
1854 -1924 |
En Alemania no se tiene de la pedagogía social el concepto que acabamos de exponer, sino que, tradicionalmente, desde principios del siglo XX, época en que surgió en dicho país la pedagogía social, por obra de Paul Natorp, se la considera como el estudio del modo de atender las necesidades educativas de la sociedad, en un sentido humano: educación de adultos, alfabetización, cuidado de la infancia abandonada, apoyo a la juventud marginada o desocupada, agrupaciones juveniles, campos de trabajo para jóvenes, empleo cultural y colectivo del tiempo libre, orientación familiar y profesional, etc. Cuenta para eso con unas instituciones propias, que tienen que ver con la beneficiencia y la política social. Su campo de aplicación va desde terrenos de comportamiento que podríamos llamar normal, a otros que se caracterizan por la anomia. Según Klaus Mollenhauer (1967), los conceptos fundamentales de la pedagogía social son los de adaptación, reeducación, acomodación a los cambios y novedades, crisis, ayuda y protección, capacidad de valerse por sí mismo, asistencia a la juventud y a la infancia, consejo, grupo, hogar y comunidad.