Angel Palerm (1917-1980) |
La Antropología Física
trata del hombre como organismo animal ocupándose primordialmente del origen de
las razas humanas y de la historia de su evolución. Juan Coma la define como “la
Ciencia que se dedica al estudio de variaciones humanas, estudio comparativo
del cuerpo humano y de sus funciones inseparables; o como el tratado de las
causas y caminos de la evolución humana, transmisión y clasificación, efectos y
tendencias en las diferencias funcionales y orgánicas; dedicándose como ciencia
no sólo a medir, clasificar y especular, sino también a crear los métodos y las
técnicas para ver si las teorías sostenidas son correctas o no”.
Siguiendo a Palerm, éste
divide la Antropología Física, en las diversas ramas siguientes:
1º Primatología; o sea el estudio
de los primates, tanto humanos como no.
2º Genética humana; como la
disciplina que se ocupa de los rasgos heredados de los individuos, estudio de genes,
grupos de sangre, mezclas sociales, etc.
3º La parte
dedicada a la investigación del crecimiento y desarrollo de los individuos y sus
relaciones con la nutrición, estatus, tecnología de los grupos humanos, etc.4º La antropometría, que estudia medidas y evolución del cuerpo humano.
5º La paleantropología,
dedicada al estudio de los restos humanos.
La segunda gran rama de la
Antropología corresponde a la Antropología Cultural, cuyo tema central,
de acuerdo con el criterio al que se acoge el autor que estamos siguiendo, es
el estudio de la evolución cultural y social de la humanidad, desde sus
orígenes más remotos hasta nuestros días, incluyendo el análisis de la
situación y de las tendencias existentes en la actualidad que están, en cierta
forma, prefigurando el desarrollo futuro, el curso y la dirección ulterior de
la evolución.
Las subdivisiones, en que de acuerdo con esta orientación, se ramifica este aspecto de la Antropología General, son las siguientes:
1º La Arqueología, como
disciplina dedicada –con métodos y técnicas especiales- a la reconstrucción de
las culturas desaparecidas y de sus procesos de desarrollo, mediante el estudio
de sus restos materiales.Las subdivisiones, en que de acuerdo con esta orientación, se ramifica este aspecto de la Antropología General, son las siguientes:
2º La Lingüística,
teóricamente interesada en los orígenes del lenguaje, en su desarrollo y su
estructura.
3º La Antropología Social,
cuya misión es el análisis y comparación de las relaciones entre las personas y
entre los grupos sociales.
4º La Etnografía, que tiene
como objeto la descripción de sociedades y culturas.
5º La Etnología, que es
considerada por Palerm, como la disciplina
teórica de la Antropología Socio-cultural.
Por
último, el tercer gran campo en que este autor divide a la Antropología es el
de la Antropología Aplicada o uso de los conocimientos antropológicos de
cualquiera de las ramas o subdivisiones anteriormente citadas. La utilización
de la Antropología ha sido aplicada en una gran cantidad de casos, que van
desde el uso de la Antropología Física a la Medicina, Asistencia Pública, o en
la Criminología, o las industrias del vestido y del calzado, hasta las funciones
ejercidas por los antropólogos sociales, en casos tan dispares como el
desarrollo de las sociedades; el mantenimiento del colonialismo; el espionaje y
la guerra psicológica; o la dietética.
La influencia de Levi-Strauss ha sido decisiva para superar estas
concepciones disciplinarias y ofrecer una teoría que ensamblara de un modo
armónico las disciplinas antes descritas. Así se conciben relacionadas, de un
modo escalonado, a la Etnografía, la Etnología y la Antropología.
La Etnografía exige
trabajo sobre el terreno y la observación directa. Se queda en el nivel de la
descripción y tiende a las reconstrucciones culturales.
La Etnología cumple una
segunda etapa y corresponde –en la versión que aceptamos de Levi-Strauss- a lo que en los países anglosajones
se considera Antropología Cultural o Antropología Social.
En la tercera etapa o
escalón nos encontramos con la Antropología sociocultural, que, sobre los
materiales y las descripciones recogidas por los etnógrafos y sobre las bases
construidas por los etnólogos, procura extraer conclusiones y tiende a la
obtención de propiedades generales características de toda vida en sociedad.
Usando las mismas palabras de Levi-Strauss:
“La Antropología tiende a un conocimiento global del hombre, ensamblando su
sujeto en toda su extensión histórica y geográfica, aspirando a un conocimiento
aplicable al conjunto del desarrollo humano desde los homínidos hasta las razas
modernas y tendente a conclusiones positivas o negativas, pero valederas para todas
las sociedades humanas desde la gran ciudad moderna hasta las más pequeñas
tribus de la milanesia”.
Así, por tanto, el antropólogo va ocupándose cada vez más del estudio de las
sociedades modernas, o al menos de determinadas áreas o aspectos de ellas.
Incluso con respecto a las sociedades primitivas, el interés está teniendo un
desplazamiento temático hacia aspectos más relacionados con el proceso de
cambio, que en estos grupos humanos está aconteciendo a un gran ritmo en la
actualidad. Los efectos del colonialismo, las luchas de liberación, la
adaptación de formas políticas nuevas, la aparición de nuevas subculturas, el
proceso de urbanización, la integración social, los procesos de desarrollo, las
consecuencias de la innovación, etc., son cada vez más el fin al que van
dirigidas las actividades de los antropólogos preocupados y ocupados aún por
esas poblaciones de los países subdesarrollados.
En esta orientación cabe
destacar la descollante aportación de Oscar Lewis,
quien ha llevado la Antropología a preocuparse del análisis de un fenómeno
sociológico tan importante, a la vez que extendido, como es el de la pobreza en
las áreas marginales de esa ficticia sociedad de la abundancia, con lo que no
solamente se ha enriquecido el campo de la actuación de los antropólogos, sino
que también aporta a cualquier profano el conocimiento de una realidad social
que forma una parte muy importante de la vida cotidiana de extensos sectores
tanto en las naciones desarrolladas, como en la subdesarrolladas.
Las sociedades
rurales, los estudios familiares, el análisis de cualquier subcultura, los
estudios de los sistemas de valores imperantes en una sociedad, los procesos de
cambio socio-cultural y la gran gama de aspectos prácticos ofrecidos como
realidades por la Antropología Aplicada, son otras tantas variantes que pueden
constituir un foco de interés para que el moderno antropólogo social participe
de esta nueva orientación.
La historia ha
querido que la Antropología comenzara interesándose en las sociedades llamadas
“salvajes” o primitivas aún cuando el foco de la atención ya actualmente no se
centre sobre estas sociedades.
El
estudio de los primitivos es necesario para corregir el excesivo etnocentrismo
que informa muchas veces las conclusiones de algunos científicos sociales. Así
se puede observar la existencia o no de la universalidad de determinadas
instituciones, como por ejemplo, el complejo de Edipo, cuya no aparición en los
mismos términos occidentales puso de manifiesto Malinowski
entre los trobiandeses. Igualmente se puede comparar las sociedades que poseen
características muy diferenciadas y apreciar en algunas de ellas que, con un
casi nulo desarrollo tecnológico, desconocen la guerra, como los esquimales, o
la mentira como algunas tribus amazónicas. Por último, el conocimiento de las
características y valores de otras sociedades sirve para integrar a éstas en
el proceso de cambio que está aconteciendo en la actualidad y también para que
el altivo hombre occidental reconozca las limitaciones y partes negativas que
tiene “La Humanidad” por él construida y ello puede servir al acercamiento para
la construcción de una futura sociedad más justa, quizá para esa soñada ilusión
de la consecución de ese ideal de “hombre del siglo XXI”.