En las sociedades pluralistas no sólo conviven personas con distintas concepciones de felicidad, sino también personas de diferentes culturas. Como normalmente la cultura preponderante en cada sociedad es una sola, quienes pertenecen a las restantes culturas, no sólo no se sienten identificados con ella, sino que frecuentemente se sienten marginados y relegados por ella.
Multiculturalismo, en sentido amplio, ha venido a significar la convivencia de diversos grupos sociales en una misma comunidad política, algunos de los cuales no comparten la cultura que impregna la corriente central de la sociedad. Una de las tareas morales de esa sociedad consiste entonces en intentar crear una identidad que no prescinda de las diferencias culturales, sino que las integre. Lo cual exige, en principio, reconocer que esas culturas tienen derecho a existir, pero también tener en cuenta sus peculiaridades a la hora de configurar la identidad cultural común a todos.
Para lograrlo existen diversos caminos, pero el más prometedor es el interculturalismo, que propone no sólo la convivencia, sino el diálogo entre las diferentes culturas, para que puedan descrubrirse los valores comunes a todas ellas y aprendan a respetar lo que no son idénticos. El interculturalismo pide una relación convivencial plena entre los distintos grupos.
El valor de las diversas culturas
Es razonable suponer que las culturas que han aportado un horizonte de significado para gran cantidad de seres humanos de diversos caracteres y temperamentos durante un largo periodo -en otras palabras, que han articulado un sentido del bien, de lo sagrado, de lo admirable- casi ciertamente deben tener algo que merece nuestra admiración y nuestro respeto, aun si éste se acompaña de lo mucho que debemos aborrecer y rechazar. Tal vez podamos decirlo de otra manera: se necesita una arrogancia suprema para descartar a priori esta posibilidad.
Charles Taylor, El multiculturalismo y la "Política del reconocimiento"
Monumento Block der Frauen en la plaza Rosenstrasse de Berlín |
2. Dificultades más frecuentes
El multiculturalismo plantea problemas, que suelen tener causas como las siguientes:
- La desconfianza entre los distintos grupos culturales.
- El desconocimiento, que lleva a fiarse de estereotipos injustificados ("los árabes son vagos", "los judíos son avaros", "los gitanos son mala gente").
- La falta de información sobre las distintas culturas.
- La escasa participación de los grupos minoritarios en la vida pública, lo cual comporta marginación.
- La tendencia a considerar que la propia cultura es la buena y que las demás no aportan nada positivo.
3. Discriminación positiva y sistema de cuotas
Aunque parezca que algunos grupos sociales están impregnados de culturas distintas a la prevalente, como es el caso de las mujeres, los discapacitados, los homosexuales y algunos grupos de jóvenes, no se trata de culturas específicas. Estos grupos más bien poseen algunas características diferenciales y exigen que se respeten esas diferencias.
Como se trata de grupos tradicionalmente desfavorecidos, piden en ocasiones que se practique en su favor una discriminación positiva o que se instaure algún sistema de cuotas para logar situarse al mismo nivel de consideración social que los demás grupos.
Hablamos de discriminación positiva cuando, en igualdad de condiciones entre dos personas, se prefiere a aquella que pertenece a un grupo tradicionalmente marginado. Por ejemplo, a una mujer en vez de un varón.
Hablamos de un sistema de cuotas cuando se obliga a asignar un número determinado de puestos a personas pertenecientes a un grupo tradicionalmente marginado. Por ejemplo, a contratar a un número determinado de personas de color para rodar una película.
En ambos casos se pretende acostumbrar a la sociedad a contar con las personas de ese grupo en pie de igualdad. Por eso son provisionales: cuando se ha logrado que reciban igual consideración, estos procedimientos dejan de tener sentido.
4. Definición de cultura
Cultura es el conjunto de creencias, valores, costumbres y conductas que orientan la vida de los miembros de un grupo, así como el conjunto de instrumentos de que hacen uso en las acciones entre ellos y con el medio, todo lo cual se transmite de generación en generación mediante aprendizaje y lleva a los miembros del grupo a cobrar su identidad.
5. Acciones básicas hacia otras culturas
En general, el contacto entre culturas se establece desde una de las siguientes posiciones:
1 Etnocentrismo: Una cultura se considera superior y, por tanto, medida de todas las demás. La consecuencia es la incomprensión y, en la mayor parte de los casos, la falta de respeto.
2 Relativismo cultural: Cada cultura ha de valorarse desde sus propios valores. Lleva a la falta de interés de unas culturas por otras. Ninguna se esfuerza por dialogar con las restantes para dilucidar qué tienen ya en común y cuál es el sentido de sus discrepancias.
3 Interculturalismo: Cada cultura tiene su especificidad, pero es preciso propiciar el diálogo entre ellas para que descubran los valores universales que les son comunes y para que aprendan a respetar los que no comparten. El interculturalismo es la posición más adecuada a la realidad.
Dos formas de multiculturalismo
Existen fundamentalmente dos formas de estados multiculturales:
1. Estados multinacionales, en los que coexiste más de una nación. Son estados que suelen requerir soluciones políticas, porque las minorías nacionales exigen derechos de autogobierno y transferencias de poder.2. Estados poliétnicos, en los que coexisten diversas etnias. Son estados que precisan el reconocimiento de derechos multiculturales para emigrantes y para grupos religiosos, que piden apoyo público para la educación bilingüe y exenciones para las diferencias religiosas.
Desde esta perspectiva conviene unir el concepto de "cultura" al de "nación" o "pueblo", es decir, al de una comunidad intergeneracional, que ocupa un territorio y comparte una lengua y una historia distintas.
Will Kymlicka, Multicultural Citizenship