Entre las teorías de la transferencia aplicables a la psicología de la educación sobresalen las que se explicitan seguidamente. La teoría de la disciplina formal de la transferencia, llamada también teoría de la disciplina mental, se basa en el principio de que, ejercitando la mente, ésta está en óptimas condiciones para aumentar su capacidad; Thorndike en 1901 e Hyram en 1957 comprueban que si en el aprendizaje de memoria no hay elementos idénticos en las dos situaciones de aprendizaje, no se da la transferencia. Sin embargo, Skelton demostró en ese mismo año que los alumnos que ingresaban en la universidad habiendo cursado idiomas en la enseñanza secundaria sacaban mejores notas que el resto de los alumnos; pero dicha investigación no tiene en cuenta las variables nivel de experiencia y cociente intelectual, variables altamente incidentes en la transferencia. Actualmente, a pesar de que la teoría de la disciplina formal está en franca decadencia, se observa que el entrenamiento en el proceso de feedback favorece la transferencia, especialmente en aprendizajes visomotores; Pardine comprueba que dicho entrenamiento aumenta también la transferencia a otras situaciones semejantes, y asimismo los trabajos de Robinson y Swanton constatan que el entrenamiento favorece la generalización.
La teoría de la disciplina mental o formal nos introduce en otra, la teoría de los elementos idénticos, iniciada por Thorndike en 1913. Éste defiende que existe transferencia en los aprendizajes tanto en cuanto se parezcan los elementos de las dos situaciones. A pesar de que la aplicación de dicha teoría conlleva dificultades, puesto que los programas de enseñanza estarían cargados de situaciones concretas que, probablemente, no volverían a repetirse en detalle, sin embargo, ha conseguido sobrevivir en el presente, pues se acepta que la inclusión de algunos elementos idénticos favorece la transferencia. Tal supervivencia, aunque matizada, puesto que deben tenerse en cuenta otros factores, viene corroborada por los trabajos de Bigge (1975), Kulm y Days, y Nallan y Brown. Los trabajos de dichos autores demuestran que hay mayor transferencia en la solución de puzzles semejantes, pero no en problemas algebraicos semejantes, probablemente debido a que el alumno debe conocer los métodos y principios algebraicos propios para resolver los problemas presentados, lo que favorece la hipótesis de que la teoría de los elementos idénticos debe complementarse con la teoría de la generalización.
La teoría de la generalización es paralela a la teoría de los elementos idénticos, y defiende que no se transfieren los factores concretos sino los principios generales. Así pues, se hace necesaria la enseñanza de principios, ya que éstos permiten, en situaciones diferentes, la aplicación de los mismos a la solución de problemas; los experimentos realizados por Judd en 1939 y citados por Royer demostraron ya la eficacia de dicha teoría. Como es lógico, las variables edad y maduración influyen en este proceso; los estudios de Hogan permiten deducir que la rigidez del pensamiento y la incapacidad de generalizar provoca transferencia negativa, y Robinson y Swanton comprueban que los avisos del profesor y los estilos de enseñanza relacionados con el aprendizaje de principios favorecen la transferencia positiva en los alumnos.
La teoría de la estructura cognoscitiva en relación con la transferencia es una de las más actuales. Desde el cognoscitivismo se ha impulsado la transferencia de los aprendizajes: Gagne, en 1962, interpreta la estructura como una capacidad para solucionar diferentes problemas ordenados de forma jerárquica, puesto que se interesa por la transferencia vertical sin excluir por esto la lateral, mientras que Ausubel, al valorar el componente ideativo y temático dentro de una estructura más estable, se acerca más a la teoría de la generalización; Bruner, en cambio, acentúa la transferencia lateral de principios y defiende que hay transferencia cuando en las diferentes estructuras están presentes conceptos semejantes integrados correctamente. De este modo, el cognoscitivismo es la corriente que más ha desarrollado el concepto de la transferencia en el campo educativo instruccional.