domingo, 30 de marzo de 2014

La estructura social en los reinos cristianos

Los reinos cristianos tenían una estructura social de tipo feudal. Un reducido grupo de personas, los señores feudales, gracias a sus propiedades territoriales y a la fusión del poder económico con prerrogativas jurídicas y políticas, ejercía su dominio sobre el resto de la sociedad, integrada esencialmente por el campesinado, el cual trabajaba la tierra y sostenía a la clase dominante mediante las rentas que entregaba (en forma de censos, productos, trabajo gratuito, cantidades diversas por derechos señoriales, diezmos a la iglesia, etc.). Ésta era la realidad profunda, pero en apariencia la sociedad medieval estaba dividida en tres órdenes, cada uno de los cuales tenía una función social específica: los clérigos, los caballeros y los campesinos.
La expansión económica posterior al siglo XI dio lugar al nacimiento de una nueva clase social, la burguesía, compuesta por artesanos y mercaderes. Pero esta burguesía, aunque luchó contra los señores feudales para obtener ciertos derechos, estaba supeditada a los intereses de la aristocracia rural.

1. Los grupos dominantes
La aristocracia rural estaba integrada por la nobleza laica y los grandes dignatarios de la Iglesia, todos ellos dueños de extensas propiedades y dotados de poder político y de jurisdicción sobre las poblaciones de sus dominios. En el reino castellano-leonés la nobleza conoció un ascenso impresionante a partir del siglo XI. El escalón más alto lo formaban los ricos hombres. En la Corona de Aragón destacaba en la cumbre un reducido grupo de linajes, los magnates o barones.
Por debajo de éstos había otras capas de nobleza media y pequeña. Aunque poseían derechos propios del estamento nobiliario, estos grupos en general se hallaban a mucha distancia de los grandes en cuanto a preminencia social y a poder efectivo. En Castilla, la nobleza de segunda fila iba desde los infanzones hasta los simples hidalgos, e incluso los caballeros villanos, grupo intermedio entre el estamento nobiliario y el popular. En Aragón se hallaban en este nivel los caballeros y los hombres de paratge.

2. Los campesinos
Esta miniatura del Beato de Burgo de Osma
representa la sociedad agraria de la época,
que tiene en el trigo y la vid los principales
cultivos.

Los campesinos constituían la fuerza fundamental de aquella sociedad. En su conjunto, el campesinado era un sector social dominado, aunque en su seno hubiera una gran variedad de situaciones. Había campesinos propietarios de sus predios, si bien este sector tendía a retroceder ante la presión de las grandes propiedades. No obstante, la mayor parte de los campesinos trabajaban tierras sobre las que no tenían la plena propiedad, sino sólo el usufructo. Debían entregar al señor rentas diversas y con frecuencia tenían que trabajar gratuitamente en la reserva (las llamadas sernas). Algunos grupos campesinos estaban sujetos a servidumbre personal. Por otra parte, desde el siglo XIII, hay abundantes jornaleros del campo.
Si hacemos un análisis por regiones observamos en Castilla y León un retroceso de la libertad personal, aunque subsistían los hombres de behetría, labriegos que tenían la facultad de poder elegir a su señor. En Cataluña había notables diferencias entre los payeses del norte del país, la Cataluña Vieja, y los del sur, la Cataluña Nueva gozando de mayores libertades estos últimos. En Aragón fue empeorando la condición de los vasallos del señorío. En cambio, en las zonas de repoblación reciente (Mallorca es un buen ejemplo) eran muy numerosos los pequeños propietarios.

3. La burguesía
El desarrollo de la artesanía y el comercio dio lugar al nacimiento de una nueva clase social, de perfiles todavía poco concretos, la burguesía, que tendía a distanciarse del campesinado, pero que buscaba al mismo tiempo arrancar de los señores feudales algunas libertades personales o económicas. En el primer tercio del siglo XII la burguesía incipiente protagonizó algunas revueltas antiseñoriales. Fueron famosas las que tuvieron por escenario el Camino de Santiago: Sahagún, contra el abad del monasterio de la localidad; la ciudad del Apóstol, contra el arzobispo Diego Gelmírez.
En Cataluña, la burguesía alcanzó un importante desarrollo, aunque pronto se diversificó, entre una minoría dirigente de gran poder económico y social, el patriarcado, y la masa de artesanos y pequeños mercaderes. En el reino castellano-leonés la burguesía tuvo una actividad muy reducida, no consiguiendo ser hegemónica más que en unas pocas ciudades. En general, la mayoría de las ciudades castellano-leonesas eran auténticos centros rurales en los que las funciones dirigentes eran desempeñadas por caballeros locales.

Judería de Córdoba
4. Las minorías
En el seno de la comunidad cristiana vivían además los mudéjares y los judíos. Los mudéjares eran los musulmanes que se encontraban bajo el dominio político de los cristianos. Formaron grupos muy compactos en el valle del Ebro y el sur del reino de Valencia. Su principal actividad era el cultivo de los campos. Los judíos solían vivir en ciudades, agrupados en sus barrios propios (las aljamas) y dedicados a actividades muy específicas (comercio del dinero, ejercicio de la medicina, artesanos, etc.). En estos siglos mantuvieron en conjunto buenas relaciones con los cristianos, pero el recelo que existía entre ambas comunidades era muy grande.