El origen de las Islas Canarias, y su relación con algunos mitos clásicos, ha sido y sigue siendo objeto de numerosos debates.Se conoce con el nombre de Hespérides a las descendientes de Héspero, «el lucero vespertino», por lo que su nombre viene a significar «las Occidentales». En la mitología griega aparecen sobre todo como cuidadoras del famoso Jardín de las Hespérides, relacionado con uno de los trabajo de Hércules.
El jardín viene a ser un símbolo del paraíso terrenal, de los estados espirituales que corresponden a las estancias paradisíacas. En el Génesis, el paraíso terrenal era un jardín en donde vivía Adán. Los egipcios apreciaban también los jardines, que dibujaban en los muros de los palacios. Los persas y árabes sienten auténtica pasión por los jardines, como puede verse en los cuentos de Las mil y una noches. También los cuentos europeos utilizan frecuentemente el tema del jardín, aunque con un sentido más simbólico y místico.
En las narraciones griegas, desde Homero, aparece con especial insistencia el jardín de los dioses. El Jardín de las Hespérides es uno de ellos. Su localización ha sido causa de muchos debates; sin embargo, un autor latino lo situó en unas islas:
Después empieza el frente costero que, volviéndose a Occidente, es bañado por el mar Atlántico: sus primeras tierras las habitan los etíopes; las de en medio nadie, pues estaban abrasadas o cubiertas por las arenas o infestadas de serpientes. Próximas a las tierras abrasadas se encuentran unas islas en las que se dice que vivieron las Hespérides.
Pomponio Mela, Corografía III
El mito del Jardín de las Hespérides es uno de los que más se han puesto en conexión con las Islas Canarias. Los argumentos que se esgrimen son casi siempre los mismos: identificación del Atlas con el Teide; equiparación de las Hespérides con unas supuestas islas en el océano Atlántico; localización del famoso jardín en alguno de los valles canarios, casi siempre en La Orotava, etc. Este texto del siglo XVI, incluido en el libro de Pedro de Medina Grandezas de España, se hace eco de esta conexión entre Canarias y el Jardín de las Hespérides:
Cuando el rey Héspero partió de España y se pasó a Italia, por la venida de Athlas, no teniendo tiempo para recoger lo que tenía, dejó acá tres hijas llamadas Hesperias, por el nombre de su padre Héspero. Estas, con la mejor diligencia que pudieron, recogieron todos los tesoros que tenían, y embarcándose, pasaron a las islas que agora llamamos Canarias, y entonces por ellas fueron llamadas Hespérides. Y por tener muy gran riqueza que habían llevado, fingieron los poetas que en estas islas estaban las manzanas de oro y les dijeron islas de Buenaventura.
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