Escultura helenística de Alejandro Magno (III a.C.) |
Este período se extiende desde las conquistas de Alejandro Magno hasta la muerte de Cleopatra.
Alejandro Magno ha sido una de las figuras más importantes de la historia. Discípulo del filósofo Aristóteles, destacó por su estrategia militar y sus continuas victorias desde que heredó el reino de su padre, a los veinte años de edad, hasta que murió a los treinta y tres.
Conquistó Persia y extendió sus victorias hasta Egipto y la India. Fundó nuevas ciudades y llevó la cultura helénica a los pueblos vencidos. La obra de Alejandro Magno fue, en realidad, la creación de un nuevo mundo, cuya base sería la civilización griega. La organización de su imperio fue un ejemplo que imitarían los romanos siglos más tarde.
El helenismo tiene unas características propias: nacen grandes ciudades, como Alejandría y Pérgamo, que compiten con la gloria de Atenas; en estas ciudades se crean grandes bibliotecas, museos y teatros.
Se desarrollan la filosofía y la ciencia en los nuevos territorios, mientras que la Grecia antigua se va acercando lentamente a la decadencia y el crepúsculo. También se crea un espacio unido políticamente que aglutina culturas y religiones muy diferentes, en perfecta convivencia; los matrimonios mixtos fueron impulsados desde el gobierno.
La muerte de Alejandro ocasiona la división de su vasto imperio entre sus generales (los diádocos), creándose nuevas monarquías: los Ptolomeos, en Egipto; los Seléucidas, en Persia; etc.
A partir de aquí entrará en escena Roma, que logrará conquistar Grecia al mismo tiempo que se enriquecerá de toda su cultura.