Se trata de una verdadera escuela, por su coherencia y unidad, mantenidas sobre todo a través de reuniones periódicas (pardue meetings); podemos situar su constitución en 1957. Aunque se trata de una tendencia mucho más rica y variada que la historia cuantitativa, presenta varios puntos en común con esta última, como el hecho de ser una historia económica escrita por economistas, y la aplicación retrospectiva de los procedimientos y modelos de la econometría.
Un cierto número de principios metodológicos de base y características de conjunto permiten describir la corriente que estamos examinando:
1º) La decisión de rebasar la simple descripción, de plantear de manera precisa las cuestiones de historia económica, y de controlar la elección de hipótesis causales alternativas, a través de la formulación de dichas cuestiones. Una voluntad de cuantificación absoluta hace que se deje de lado muchos aspectos de los problemas estudiados que, a pesar de su importancia, son difícilmente cuantificables. Se busca una integración global de la historia a la teoría económica actual, cuyos procedimientos y modelos son utilizados en su totalidad. El método de la New Economic History es hipotético-deductivo, y su punto de partida está constituido por los supuestos de la teoría económica, tomados como criterio de elección de las variables que integran el modelo planteado como hipótesis, el cual se buscará comprobar lógica y empíricamente.
2º) Uno de los rasgos metodológicos más fundamentales -y ciertamente el más original- de esta escuela, es la utilización de hipótesis alternativas como medio de control de las explicaciones causales, lo que implica el recurso a la simulación histórica. Es decir, que las técnicas de comparación de series son empleadas aun cuando la verificación directa es imposible: no se vacila en imaginar cómo habría evolucionado determinada situación, si las estructuras, las técnicas o las circunstancias hubieran sido distintas; y ello con la finalidad de verificar si ciertos factores explicativos avanzados con frecuencia fueron realmente esenciales. Así, por ejemplo, para evaluar la importancia de la construcción de los ferrocarriles para la historia económica de los Estados Unidos en el siglo XIX, Fishlow y Fogel realizaron estudios econométricos partiendo de la hipótesis de la no construcción de ferrocarriles. Como dice R. Romano, la escuela norteamericana nos aporta "una cierta concepción de lo aleatorio de la historia".
3º) La New Economic History se ha caracterizado por el rechazo de las interpretaciones globles, por la tendencia al eclecticismo en sus explicaciones. Todos los esquemas disponibles de explicación global de la historia económica en los últimos doscientos años -revolución industrial; take-off; rol de la innovación y de ciertas industrias de base, etc.- han sido criticadas y rechazadas por ella, sin que alguna explicación alternativa de conjunto haya sido propuesta.
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