1. La cultura visigoda
El desarrollo de la cultura en la España visigoda tropezó con muchos obstáculos materiales, como la escasez y el alto precio de los pergaminos y la dificultad para conseguir manuscritos antiguos. Los eclesiásticos monopolizaban la enseñanza y la cultura, que se convertían así en armas de dominio ideológico. Las difíciles condiciones de la época y la ambigüedad hacia la cultura clásica (había una fuerte dependencia hacia ella pero al mismo tiempo era vista con recelo, pues en gran parte era una producción pagana), explican que la cultura visigoda fuera bastante pobre, sin ninguna originalidad. De clara inspiración cristiana, las obras de la España visigoda son ante todo de carácter religioso y de tono eminentemente erudito.
Estatua de San Isidoro, en la escalinata de la Biblioteca Nacional de España |
2. El arte visigodo
De los diversos pueblos germánicos que se asentaron en el Imperio Romano son los visigodos los que han legado un arte de más entidad. No obstante, los testimonios artísticos que se han conservado de la España visigoda son muy escasos. La mayoría de ellos datan del siglo VII y se localizan en un área muy reducida, por lo general dentro de la Meseta norte.
San Juan de Baños (Palencia), de planta basilical, fue mandada construir por el rey Recesvinto en el siglo VII, se cree que fue consagrada en el año 661. |
Daniel en el foso de los leones Capitel de San Pedro de la Nave (Zamora) |
Corona de Recesvinto, expuesta en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid) |
Como todos los pueblos germánicos los visigodos destacaron por la riqueza de su orfebrería. Una espléndida muestra de esta actividad nos lo ofrece el conjunto de piezas que forman el tesoro de Guarrazar (Toledo), de una exuberancia ornamental sin igual y del que destacan las famosas coronas votivas.