domingo, 11 de junio de 2017

Relativismo y subjetivismo moral

1. Diversidad de los contenidos morales
Al tratar de moral topamos de inmediato con un hecho innegable: la diversidad de contenidos morales en el tiempo, en el espacio y entre las generaciones de un mismo lugar.

1.1. En el tiempo: si recurrimos a la historia, nos percatamos de que los sacrificios humanos o la esclavitud han sido aceptados moralmente en determinadas épocas.
1.2. En el espacio: en nuestro momento vemos cómo en el islam, por ejemplo, la situación de la mujer es de subordinación, mientras que en Occidente se considera igualmente autónomos a mujeres y varones.
1.3. Entre distintas generaciones: sin salir de nuestro entorno, los padres consideran inmorales cosas que a los hijos les parecen perfectas.

¿Significa esto que las acciones son moralmente buenas o malas dependiendo de cada cultura, de cada generación determinada, e incluso de cada persona? ¿Significa que en lo moral no podemos hacer ninguna afirmación que pretenda universalidad, porque todas "dependen" de la cultura en que nos encontramos, del grupo al que pertenecemos o del tipo de persona que somos?

Pluralidad de los puntos de vista
Parece que lo que es una buena razón para una persona no necesariamente es una buena razón para otra. Por ejemplo, lo que puede ser una buena medicación para mi resfriado no necesariamente será una buena medicación para el tuyo. Diferentes personas, no ya diferentes culturas, están en "situaciones" diferentes y, por ello, lo que algunas creen hacer de manera racional puede no ser aplicable a otras. De esta manera se presenta el problema del relativismo; la racionalidad de una persona o un grupo puede muy bien representar algo estúpido para otra.
N. Rescher 

2. El relativismo moral
Se llama relativismo moral a la convicción de que la calificación moral de una acción como buena o mala depende de cada cultura o de cada grupo. En el ámbito moral -según el relativista- no hay nada universal.
Si esta afirmación se toma en serio, resulta imposible establecer un diálogo sobre cuestiones morales entre diferentes culturas. Entre dos "interlocutores" que no tienen nada en común no puede haber un diálogo. Y, sin embargo, vemos cómo uno de los rasgos de nuestro tiempo es el diálogo intercultural.

3. El subjetivismo moral
Se llama subjetivismo moral a la afirmación de que en cuestiones morales cada persona opina como quiere, y es imposible argumentar sobre ellas de modo que lleguemos a las mismas conclusiones porque nos convenzan los argumentos aducidos. En el ámbito moral -según el subjetivista- es imposible llegar a convicciones intersubjetivas, si no es por una pura coincidencia coyuntural de intereses.
Si tomamos el subjetivismo en serio, yo no puedo argumentar en realidad -por ejemplo- con alguien que sustente una posición distinta a la mía sobre si la pena de muerte es moralmente aceptable o no, sencillamente porque cada uno tiene su opinión y es "muy suyo". Sólo podemos coincidir en un momento dado en que "conviene" o no implantarla, atendiendo a consideraciones externas a la cosa misma: lo que va a opinar la gente, lo que van a pensar los países vecinos o "razones" semejantes. Pero no podemos argumentar con razones referidas a la cosa misma.