jueves, 21 de marzo de 2019

Necesidades básicas y sus concomitantes culturales: Abrigo y bienestar corporal

Si sólo pensáramos en los elementos usados por los individuos para asegurar al cuerpo su óptima temperatura, como la ropa, el fuego y los locales cerrados; o atendiéramos solamente a su aseo corporal, a las abluciones con agua, los retretes lejanos y apartados o al empleo de disolventes químicos como las sustancias alcalinas, no acertaríamos a encontrar, bajo este encabezamiento, nuevos concomitantes institucionalizados. Pero basta que recordemos que los seres humanos no buscan refugio de manera azarosa cuando una ráfaga de viento provoca un aguacero; cuando la temperatura asciende o baja súbitamente, o cuando alguien, empapado por la lluvia, necesita calentarse en una cueva o en una casa.
Ni el hombre primitivo ni el civilizado esperan necesitar abrigo para echar mano de una piel, un cuero o una manta. Todos estos elementos de bienestar físico son usados rutinariamente como parte de la vida organizada. Refugio, agradable temperatura, dispositivos para el aseo personal, pueden ser hallados dentro de la casa. La indumentaria, sencilla o complicada, es producida por el grupo familiar bajo el régimen de la economía doméstica; o bien, donde existe la división de funciones, por fábricas o establecimientos organizados. Las instituciones sanitarias pueden ser públicas o privadas, y en consecuencia, formar parte de la vivienda o, como elemento público, integrar el municipio, el grupo local o la horda. En todos los casos confirmaríamos que necesitamos inquirir acerca de la producción organizada; de la incorporación de ciertos objetos materiales al cuerpo de una institución; de las normas de conducta, propiedad, aseo y de los tabúes mágico-religiosos; del tipo de educación practicado en el grupo en el cual tales hábitos se han implantado y conservado. Y puesto que nos referimos a la conducta en la que la regulación colectiva y tradicional tiende a restringir, o al menos a modificar y nivelar el impulso natural, y las leyes de la propiedad a establecer una limitación de ese derecho, alguna autoridad debe existir para imponer sanciones, castigar las contravenciones y mantener así el orden y la marcha regular de la conducta organizada.

Áreas indígenas reconocidas y protegidas por el gobierno de Brasil. En la imagen, miembros de la tribu Kaxuyana.